Capítulo 12 - Parte II

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Belén corría desesperada por el bosque, tratando de alejar las ramas que impactaban en su rostro y le cortaban.

Hacia media hora que venía huyendo de una espantosa criatura con la habilidad de camuflarse. Se estaba poniendo demasiado paranoica porque creía verlo en todas partes.

El hambre le estaba afectando y la cabeza le dolía demasiado.

Hope le había dicho que era mejor que se dividieran y que si alguna de las dos encontraba al monstruo, llamara a la otra y ambas pelearían. En realidad, lo único que deseaba Hope era quitarse un estorbo. Si por alguna razón llegaba a ver a la criatura lucharía contra ella y cuando sintiera que la ayuda era necesaria, llamaría a su compañera. 

Los mareos de la joven cada vez se iban intensificando. Tuvo que detenerse y sentarse sobre la raíz de un tronco para descansar. Estaba débil y no podía continuar. Sus energías se iban agotando y con ellas la capacidad de crear esfera de energía. Verdaderamente el no haber dormido bien y desayuno le estaban jugando en contra. 

De pronto, siente un gruñido. Belén guardó silencio deseando que lo que haya escuchado sean los gruñidos de su estomago pidiéndole algo de comer. Por desgracia no era así. El monstruo parecía estar cerca y podía oler su miedo.

No sabe de dónde saco las fuerzas ni la energía, pero se levantó lo más rápido que pudo y echo a correr sin mirar atrás. Se podía escuchar un sollozo que salía de su boca. Estaba asustada y tenía miedo de gritar el nombre de su compañera por las dudas de que la bestia pudiese encontrarla más rápido. 

Ya no había más ramas estorbando en su camino y eso fue uno de los factores que la ayudo a ir más aprisa.

Delante de ella pudo ver como el agua cristalina tocaba sobre la ceca tierra. Pensó que quizás el monstruo no podría camuflarse si ella se mantenía cerca de la costa y así, estaría a salvo. 

Comenzó a correr con todas sus fuerzas pero cuando salió de dentro de los matorrales, una flecha le rozo el brazo y quedó clavada en el tronco de un árbol.

Belén se detuvo repentinamente, la herida le sangraba mucho y el dolor era insoportable. Parecía que le estaban inyectando de nuevo. 

Hope: Creí que eras el monstruo —Acercándose a la joven herida. 

Belén: ¿Qué diablos tienen esas flechas? —Dijo quejándose. 

Hope: Veneno, pero no te preocupes, no te penetro lo suficiente como para matarte.

Belén: ¿Dónde las conseguiste? Cuando entramos aquí eran flechas normales.

Hope: Es una fantasía, puedo pensar que son lo que desee.

Belén se seguía quejando por el dolor insoportable cuando de pronto Hope la hizo callar.

Hope: ¿Escuchaste eso?

Belén: N-no.

Hope: No me agrada.

Y ahí es cuando una enorme bestia en forma de dragón sale de dentro de la densa maleza y arrastra a Hope consigo hasta el lecho del agua.

Belén de la impresión perdió el equilibrio y cayó al suelo.

Hope se había golpeado violentamente contra el agua haciendo que perdiese un par de flecha, afortunadamente no fueron todas y pudo dispararle algunas al dragón.

Con cada flecha, el monstruo se iba debilitando. Los alaridos de dolor se podían escuchar a varios kilómetros, en especial cuando una de las flechas impacto en el enorme ojo de la bestia. Se podía ver como una sustancia verdosa comenzaba a desprenderse de la flecha hasta dejar ciego al dragón de un ojo.

THE OLYMPIANS El Cetro de Cronos #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora