-Dylan, tu mamá está afuera. –dice mi mamá mientras entra y nos ve así. –ok, no preguntaré. –abre la refrigeradora y saca el postre. Nos separamos. –Espera Dy, para que le lleves un pedazo a tu mamá y tu hermana.
¡SU HERMANA! Hace mucho que no la veo y sinceramente quiero vela.
-Oh, ¿esta Megan afuera? –le digo a mamá.
-Sí, esta con Ema.
-Vamos a verla. –le digo a Dylan mientras aplaudo de alegría.
-Claro.
-Apriiiiiil. –Megan cuando me ve saliendo se baja del auto y me abraza.
-Hola, pequeña, ¿cómo has estado?
-Bien, ¿y tú?
-Oh si, te he extrañado. –le digo cargándola.
Es una niña hermosa, rubia con un cabello bien largo con ondas en las puntas, y sus enormes ojos azules, es preciosa. –cada vez estás más guapa.
-Tú también. –me dice riéndose avergonzada.
-Vamos Meg. –Megan pasa de mis brazos a los de Dylan. –estas pesada, le diré a Gina que no te de pastel.
-Noooo. –dice Megan mientras se baja de sus brazos para ir corriendo al auto con su mamá.
-Hola Ema. –le digo saludando desde la ventana del auto.
-Hola, linda. Cuanto tiempo sin verte, estas preciosa. –me hace sonrojar. – ¿verdad Dy? –ME HAGO UN TOMATE, SIENTO EL TALLO EN MI CABEZA.
-Sí, mamá, esta preciosa. –lo hace a propósito para hacerme sonrojar. Lo miro y bajo la mirada.
-Gracias Gina, se ve riquísimo. –Dylan entra al auto después de darme un beso en la mejilla. –Nos vemos luego, cuídense.
-Adiós. –decimos con mamá al mismo tiempo.
ESTÁS LEYENDO
Jade Wilde Una idiota obsesión.
Teen FictionTodo es bueno hasta que se vuelve una obsesión....