4.-{La chaqueta} Kat

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Había salido corriendo del dojo como si hubiera visto una manada de lobos hambrientos. No entendía por qué había huido de aquella manera, pero acabé en el baño, mirándome en el espejo. Tenía las mejillas sonrojadas de un tono escarlata muy intenso. Me lavé la cara varias veces con agua fría hasta que la séptima vez mi cara recobró ése tono pálido. Maldije de nuevo mi palidez, ya que evidenciaba todavía más mi posterior sonrojez. 

Le dije a Will que debía ir al set, pero hoy no tenía que grabar nada, simplemente, no sabía qué decir, así que dije lo primero que se me ocurrió. Guardé mis pertenencias que había recogido apresuradamente en mi mochila y me dirigí hacia las afueras del set para llegar  a mi tráiler, darme una buena ducha frío y reflexionar sobre lo que había sucedido. 

Cuando salí de las instalaciones y el viento frío otoñal penetró mis huesos me di cuenta de que había olvidado la chaqueta en el dojo, al entrar la dejé en el ropero. Mi tráiler se encontraba lejos, y además, si no la necesitaba hoy, la necesitaría mañana. 

- Mierda- Susurré.

"Tal vez ya se ha ido" me dije a mi misma. Decidí ir al dojo y mirar por los cristales de la puerta si él seguía allí, si era así, iría a recogerla mañana, o llamar a alguien del cast para que me la acercara. Si Will se había ido, podría recogerla tranquilamente e irme de nuevo al tráiler.

Tuve que deshacer los pasos que había hecho corriendo y miré por los cristales. Él seguía allí, pero no estaba practicando; estaba dando vueltas en círculo y llevándose las manos al pelo constantemente. Cada aproximadamente diez segundos hacía algún movimiento brusco con las manos y decía algo que no lograba oír desde ahí. La verdad, es que quería ir junto a él y decirle que no se preocupase, que había tenido una reacción ridícula y... ¡KATH! Céntrate. ¿Qué me sucedía? 

No, no tuve el valor necesario como para entrar, y recoger mi chaqueta, sin decirle nada. Volví a mi camerino y me di una larga ducha de agua fría mientras pensaba en todo. ¿Qué sentía hacia Will? La verdad, no lo sabía. No me había desagradado lo que había sucedido, pero tengo que admitir que ha sido raro, le acababa de conocer.

Tras esa ducha acabé aún más confusa de lo que estaba antes. Tenía que ir a por algo de cena y no tenía otra chaqueta allí, ya que iba a ir este fin de semana a comprar un abrigo para el invierno, ya que cada vez, éste estaba más cerca y las temperaturas caían y caían. Así que decidí enviarle un mensaje a Alberto.

"Hey, Alberto, ¿andas por el set?"

"Sí, ¿por qué, qué sucede?"

"Me he olvidado la chaqueta en el dojo y solo tenía esa chaqueta, me la puedes traer por favor"

"Voy, pero me debes una pizza"

"Hecho, muchas gracias"

"A ti por la pizza"

Reí por la contestación de Alberto, que solía ser con alguna de sus tonterías. Me puse a revisar el correo durante algo más de un cuarto de hora, cuando alguien llamó a la puerta. Gracias Alberto.

-Muchas gra...-Dije mientras abría la puerta. Pero en la puerta no estaba Alberto, sino Will- Will, yo...

- Te dejaste esto -Me dice entregando mi chaqueta negra- Hace frío, pensé que la necesitarías.

- Gracias -Digo agarrando la chaqueta y dejándola en el sofá tirada- ¿Quieres pasar? -Digo sin pensar, y me maldigo al momento-.

- Sí por favor-Le dejo pasar y se queda quito en la pequeña cocina- Lo de antes... No pretendía... Lo siento, no sé qué me ha pasado....

- No te preocupes, no fue nada, tan solo estábamos practicando y he reaccionado como una niña pequeña, la culpa es mía, así que acepta mis disculpas.

- Faltaría menos -Me dijo sonriendo-.

De repente mi móvil comenzó a sonar, era Alberto.

- Disculpa -Digo contestando la llamada- Alberto, ¿qué sucede?

- No encuentro tu chaqueta, ¿estás segura de que la has dejado aquí? 

-Ah, tranquilo, ya está resuelto, gracias.

-De acuerdo, pero me sigues debiendo una pizza.

- Que sí, no te preocupes por tu pizza -Digo riendo- Adiós -Él me contesta lo mismo.

Cuelgo y dejo el móvil en mi bolsillo trasero de mis tejanos y me giro de nuevo a Will. Él se encontraba a escasos centímetros de mí y yo de él. Tenía los ojos cerrados, y yo, reaccioné a consecuencia.

LO QUE NO MUESTRAN LAS CÁMARASWhere stories live. Discover now