Capítulo 4

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*Ava*

Nuestra nueva casa era bonita, como había dicho Samuel era bastante cómoda, no tan grande como la anterior pero si lo suficiente como para nosotros tres.

Todo el día lunes y martes estuvimos arreglando las cosas lo cual resulto ser más estresante y cansado de lo que recordaba ya que aunque nos habíamos mudado ya algunas veces seguía siendo tedioso hacerlo, primero era limpiar luego desempacar y por último acomodar a nuestro gusto, Samuel se encargó de los trámites en el nuevo colegio el cual para nuestra buena suerte estaba a solo cuatro cuadras de casa, fuimos con papá a visitar el colegio, el director nos mostró las instalaciones era grande y al parecer bonito, no había ningún alumno debido a que las clases iniciaban en enero así que teníamos aproximadamente unos veinte días para adaptarnos a la nueva ciudad, aprendernos las rutas, las calles, etc.

Fuimos a conocer a los vecinos excepto a los de la casa del lado derecho ya que nunca estaban por lo que supusimos que se habían ido de vacaciones, mi habitación estaba en la planta de arriba a solo unos tres metros de la ventana de esa casa, me asomaba para ver si podía ver algo pero nada, nunca había nadie solo algunas veces vi entrar a una señora que solo se dedicaba a asear la casa y se marchaba sin darme la oportunidad de salir a saludarla.

Me gustaba ir al jardín trasero de la casa y mojar mis pies en la pequeña alberca mientras leía un libro, la sensación que el agua le daba a mis pies era muy relajante, para la siguiente semana Samuel ya se había ido nuevamente de viaje, Sam se la pasaba fuera de casa haciendo nuevos amigos se había puesto en contacto con algunos chicos del instituto mientras yo no conocía a absolutamente nadie así que esos fueron los veinte días más largos de mi vida, el número de libros que me leí en esas vacaciones fue impresionante.

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* Ethan *

Legué el martes por la noche, lo primero que hice al entrar a mi habitación fue votarme en la cama y estirar mi mano al teléfono para activar y escuchar el buzón, tenía muchos mensajes de mis amigos y conocidos pero la mayoría eran de chicas, tenía suerte con ellas y lo admito el físico me ayudaba mucho, sin embargo en ese momento no quería saber nada de nada ni de nadie, el día anterior habían comenzado las clases y yo acababa de llegar solo pensaba en darme una ducha fría, recuperarme de tanto cansancio y luego dormir todo lo que no había dormido en días.
Después de descansar solo un rato sentí que invadía el sueño así que me levanté de la cama de mala gana, me quité la ropa hasta quedar en bóxer luego abrí la ventana, las luces del cuarto vecino estaban encendidas y ahí estaba una chica castaña de espaldas al parecer leyendo algo "Será muy divertido tener una vecina" reí para mis adentros de solo pensarlo.
Tomé una ducha larga me entretuve bajo la regadera por un buen rato, al día siguiente asistiría a clases y no estaba de humor para asistir, lo único que quería era salir de ese infierno pero ya me había tomado un año libre y sería un desperdicio dejar a la mitad esa mierda así que tendría que acabar a como fuera. Pronto terminé de bañarme y entré a cambiarme a mi cuarto iba a prender las luces pero al ver que había todo un espectáculo al otro lado de la ventana me mantuve en la oscuridad, ella, la castaña estaba en pijama bailando como una loca, como quien nunca había bailado, la miré durante unos segundos embelesado hasta que desapareció de ahí... niña tonta.

Esa noche descansé como nunca, de algún modo me tenía que recuperar después de tantos desvelos y andar de fiesta durante todas las vacaciones sin rumbo.

-Ethan pensé que no regresarías- me saludó Tom, mi mejor amigo, al llegar en mi moto luego me rodearon mis otros cuatro amigos Robert, Ryan, John y Marc a saludarme.

-Para mí puta suerte tengo que terminar a como dé lugar esta mierda, además hay buenos traseros por aquí- sonreí simulando la silueta con mis manos, vaya que había muy buenos.

-Y los que acaban de llegar- dijo Ryan dándome a entender que había algo interesante.

- ¿De qué me perdí?- pregunté, eso definitivamente había llamado mi atención.

-Dos chicas nuevas de segundo año y la de tercero ¡pufff!... vaya que está muy buena, Madison y Alison la integraron a su grupito, más tarde hora del almuerzo la verás en nuestra mesa, de hecho compartimos algunas clases- Si estaba tan buena como decían esa chica para el anochecer ya sería mía.

Tomé las primeras tres clases más aburridas de mi vida, ya me había acostumbrado a estar sin clases que regresar me daba una flojera de muerte. Al llegar el receso tal y como Ryan había dicho nos sentamos en nuestra mesa de siempre, la que por cierto todos respetaban nadie hacia ni el intento por tomar lugar en ella, luego llegaron esas tres chicas, las tres chicas más sexis del puto instituto.
-Madison, me presentas a tu amiga- dije en cuanto llegaron, Madison me devoró con la mirada y noté su cara de disgusto por lo que le pedí, yo sabía que le gustaba a ella pero no era de mi interés yo solo la veía como una amiga más, no era de las chicas que me gustaba coger y después no verla jamás porque se crearía un ambiente de incomodidad entre nosotros y nuestros amigos.

-Ella es Sam, Sam él es Ethan- nos presentó Madison de mala gana.
-Un placer- ella se sonrojó de inmediato al estrechar mi mano, luego todos nos sentamos y esa chica no me quitaba la mirada de encima, "por supuesto que sería mía".

Sam y yo tuvimos algunas clases juntos por lo que aproveché para ofrecerme a llevarla a casa, jodida sorpresa que me llevé, ella era una de mis nuevas vecinas, entramos a su casa platicamos un rato luego me invito a pasar a su habitación e hicimos mucho más que platicar, ella era una chica sexy, guapa, fácil y divertida justamente mi tipo.

No salimos de su cuarto durante toda la tarde hasta que decidí irme, ella estaba tumbada en la cama enrollada en las sábanas incitándome a seguir ahí pero estaba cansado y me apetecía fumar.

-Quédate otro rato más- insistió.
-Recién acabo de llegar y tengo que hacer muchas cosas, te veo mañana- dije rápido sin darle la oportunidad de hablar.

-Si te topas a mi hermana al salir solo ignorarla, es una aguafiestas- me dijo Sam justo antes de salir de su habitación.

Al cerrar la puerta caminé hacia las escaleras pero vi la puerta del cuarto de al lado entre abierta y no pude evitar reír cuando me asomé y vi a esa chica dando vueltas por toda su habitación con los audífonos una vez más como la noche anterior, al parecer le encantaba hacer el ridículo bailando para sí misma, llevaba puesta una sudadera larga estampada de Pikachu y pantuflas de dinosaurio... era una niñata... una hermosa pequeña.

Mi hermosa pesadilla ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora