Capítulo 50

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[16 de agosto, 8 meses]

Myungsoo caminaba por la sala de espera en el hospital completamente preocupado y esperando ver a algún doctor que le dijera lo que le pasaba a Sungyeol y si estaba bien, pero nadie le quería decir, todos los doctores le ignoraban o le decían cosas como "Tranquilícese, estará bien"

Myungsoo tenía miedo, mucho

Todo comenzó con la llegada de Sungyeol un día antes al hospital. Sungyeol ya había cumplido los ocho meses de embarazo y eso significaba en internado por un mes entero -antes de que naciera- el bebé- para llevar su control y ser cuidadosos de no tener un aborto por cualquier razón

"Cada cuatro de diez hombres salen del hospital con sus bebés en brazos y completamente sanos", le había dicho el doctor a Myungsoo, y eso le había hecho volverse un completo paranoico respecto a su esposo y a su bebé

Antes de llevarlo al hospital Sungyeol ya había empezado a tener dolores de espalda y dolores en su vientre, eran soportables, pero peligrosos. Myungsoo ya había hablado con Jiae para saber que podría estar pasando, y esta únicamente le había dicho que le llevara al medico ya que el tiempo pasaba volando y si había un problema debía combatirse lo antes posible

Y si, Sungyeol tenia un problema. Al parecer las vitaminas que tomaba habían dejado de funcionarle, al igual que los sueros que tomaba e inyectaban, y gracias a eso, Sungyeol se había desmayado horas antes

Myungsoo visualizo a otros médicos mirando su lista y frunciendo el ceño como si buscara algo y no lo encontrara, entonces sonrió y alzo la mirada para luego mirar a Myungsoo y sonreírle de forma triste y cansada. El pelinegro se acerco al doctor con rapidez para esperar una respuesta

—¿señor Kim? — Myungsoo asintió —bien, perdón por hacerle esperar, pero tuvimos que hacerle algunos estudios y también debíamos esperar a que Sungyeol despertara, al parecer está muy débil y no tiene apetito, eso debería preocuparnos ya que si las vitaminas dejaron de hacerle efecto al menos debe alimentarse correctamente

—necesito verlo, yo hare que coma, solo déjeme verlo— el doctor hizo una mueca extraña y miro su reloj

—aun no es tiempo de visitas, pero le dejare verlo un rato, es necesario que se alimente y si usted puede hacer aquello pase, entonces vale la pena— Myungsoo asintió y siguió al doctor hacia la nueva habitación de Sungyeol

El pelinegro sonrió al ver a Yeol despierto y mirando la televisión riendo levemente mientras veía las caricaturas de la pantalla, lamentablemente su sonrisa se borro al ver a su menor con sueros intravenosos en su piel y su piel un poco pálida

El castaño al notar su presencia esbozo una gran sonrisa y extendió los brazos hacia el mas alto en busca de un abrazo, uno el cual no tardo en accionarse. Myungsoo acaricio su cabello y deposito un beso sobre su frente

—me dijo el doctor que no quieres comer ¿es eso cierto? — pregunto sin ser brusco y sin dejar de acariciar su cabello

—sí...es que no tengo apetito

—vamos, eres Lee Sungyeol. Mira, tienes que comer para que Bominie esta bien cuando nazca, al igual que tu cuando todo esto pase— se alejo y tomo un tazón con verduras y la acerco a Yeol —vamos, tienes que comer

—no quiero— se negó apartando el rostro y alejando el tazón con sus manos

—hare lo que quieras si comes todas tus comidas— el castaño entrecerró sus ojos y frunció el ceño —lo prometo

—¿Qué pasa si no lo cumples? — Yeol enarco una ceja

—me pones unos de esos crueles castigos tuyos— el castaño sonrió lascivo y asintió

—voy a creerte. Dame eso— murmuro arrebatando el tazón y empezando a comer las vegetales. Myungsoo sonrió victorioso y se levantó del sofá al lado de la camilla

—Myungsoo, ¿podemos hablar? — el doctor llamo al pelinegro con cuidado de no llamar mucho la atención de Sungyeol. Este asintió y camino junto con el doctor hacia lo que parecía una pequeña oficina al lado de la habitación. tomaron asiento en sus respectivos lugares y se colocaron serios —quiero hablarte sobre Sungyeol y su estado de salud. Los dos sabemos que Yeol es un joven muy fuerte y sano, pero se nos esta complicando las cosas respecto a ello. Lo que menos queremos es que Yeol tenga un aborto en estos momentos o el bebé tenga alguna enfermedad al nacer, por eso debemos cuidarlo como es debido

Myungsoo apretó los puños y asintió —solo dígame que debo hacer y sin falta lo hago

—perfecto. Primero debemos prohibirle que se levante de la camilla a pesar que sea para tomar una ducha o necesidades, estará todo este tiempo en completo cuidado, deberá comer cosas sanas, ninguna chatarra, también deberá estar relajado, ninguna mala noticia a su persona, no puede ni siquiera saber que esta pasando con su salud o la del bebé— Myungsoo asintió —y por cierto, Myungsoo, es probable que el bebé nazca antes de la fecha prevista; suele ser muy común en los hombres

—entiendo...muchas gracias por todo, lo cuidare como si mi vida dependiera de ello— los dos hombres se despidieron con una cálida sonrisa y se retiraron por sus partes. Myungsoo aprovecho a tomar su celular y leer los mensajes recibidos, entre los cuales había recibido unos de una persona la cual había olvidado en todo ese tiempo

Carrie

El mensaje decía un claro, "Llámame" así que eso hizo

—Carrie, ¿Cómo estás?

Myungsoo. Tengo todo el día llamándote y no contestas. Estoy bien, supongo— respondió la chica por la línea

—perdón, hace unos días interne a Yeol en el hospital y tiene algunas complicaciones. Me voy a volver loco con todo este tema

espero todo se mejore, realmente me gustaría ir a ver a Sungyeol, se ha de ver realmente hermoso con el embarazo— comento con un tomo triste en su voz —supongo que él y tú ya están casado ¿no?

—así es, al final cambie de opinión

—¿estas arrepentido?

—para nada, en cambio, estoy orgulloso con mi decisión

me alegra, Myungsoo

Un silencio incomodo inundo la llamada

—Carrie, ven a Corea— la mencionada se asombró y negó a pesar de que el pelinegro no la viera

—¿estás demente? Myungsoo, estas casado y Sungyeol me ha de odiar por lo que le dije cuando nos conocimos. Además, trato de olvidarte y me pides esto, Kim Myungsoo, estas realmente demente

—necesito a una amiga a mi lado, quiero que las cosas sean como antes Carrie, quiero que seamos los mismo mejores amigos de la secundaria ¿recuerdas? — la chica rio mientras recordaba todo —Carrie la rarita junto con Myungsoo el cerebrito, vaya dúo el nuestro

sabes que, esta bien, ser la Carrie rarita junto con Myungsoo el cerebrito de nuevo es algo lo cual me tienta mucho— los dos rieron —¿entonces te veo luego?

—claro— se despidieron y colgaron. Myungsoo sonrió al recordar sus tiempos de secundaria donde todo estaba bien con él y con Carrie, donde lo único que existía en sus vidas era hermandad y confianza

Aunque le historia había cambiado, Myungsoo no podía olvidar aquellos momentos con la chica

Camino por los pasillos y miro a Sungyeol por la gran ventana fuera de su habitación. le encantaba verlo reír mientras comía ya que sus mejillas se encontraban repletas de comida y le hacia parecer como una linda ardilla, mas cuando trataba de no escupir la comida al reír; Yeol siempre había sido un chico completamente único ante los ojos del mayor

Sungyeol capto la mirada de Myungsoo a través del cristal, trago todo y sonrío mientras extendía de nuevo los brazos en llamado para un abrazo, a lo que claramente Myungsoo no negó y corrió a accionar una vez mas

Sungyeol era como un niño el cual necesitaba ser mimado, uno el cual necesitaba el calor de Myungsoo, aquel hombre el cual era el típico príncipe de las películas infantiles

Su príncipe prefecto.


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Matrimonio [ADAPTACIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora