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《First Day- Eddie Kaspbrak》

Primer día de clases. Emoción para algunos, depresión para otros. Para mi.. nervios.

Nueva escuela, nuevo pueblo, nuevo todo. Y yo seguia siendo la misma Tn de siempre, no habia cambiado. Aún que mi entorno si.

Muchas veces me gustaria cambiar, la gente dice que hablo mucho o que imagino demasiado. Debido a eso, no puedo ser yo misma todo el tiempo que desearía, porque si lo hago estaría más sola de lo que estoy.

El auto viejo y sucio de mi hermano me estaba esperando fuera de la casa. Saqué las ultimas partículas de polvo que quedaban en mi uniforme, y corri hacia el jardin delantero.

El viaje hacia la escuela fue silencioso. Ya estaba acostumbrada, para mi familia yo no existia. Era unos cubiertos más en la mesa, era la silla que "sobraba".

Primera hora:
Historia

Al fin! Algo bueno en mi vida.

Era la nueva, por lo tanto los asientos de atrás, eran mis únicos amigos.

Con la cabeza gacha, caminé hacia los últimos pupitres.

Estaban todos vacios menos uno. Lo ocupaba un chico de pecas, con una cangurera en su cintura.

-Puedo sentarme?- dije señalando el asiento.

-N-no- dijo el, destrozando todas mis esperanzas de tener un amigo tan tierno como era el.

-Se te pego lo tartaja, marica?- dijo un chico, que por lo que aparentaba mayor que nosotros, cuando pasaba por la ventana.

Era obvio que el comentario fue con intenciones ofensivas. Pero el pecoso, no se defendio. Provocando que este chico siga caminando, con sus amigos, como si nada.

-Por qué no te defendiste del desgraciado?- le pregunté,aún de pie. No habia tenido tienpo de sentarme, ya que la situacion estaba tensa.

-Si, me defiendo terminaria en el hospital. Y mi mama se volvería loca, me harían un millón de radiografias, me resetarían mas medicamentos, no podria ver la luz de vuelta y......- el castaño habló demasiado rápido, dejando su respiración agitada.

-Hey, calmate.... - sonreí

-Lo lamento- el pecoso ya estaba más relajado.

- Qué lamentas?- pregunté

- Haber hablado mucho.....y decirte que no cuando preguntaste sobre sentarte conmigo. No suelo hablar con femeninas, me puse nervioso. Lo lamento, otra vez- cuándo finalizó, tome asiento a su lado.

-Bueno, para tu suerte soy una mujer, pero no tan femenina-dije y el soltó una pequeña carcajada. - Soy Tn - levante mi mano y la coloqué en frente a su vientre, tratando de que el la tomé, en forma de saludo.

-Eddie, a su servicio- dijo y estrechó mi mano.