Epílogo: Los sueños se hacen realidad

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Disclaimer:

Esta historia pertenece a la increíble génesis black (de Potterfics) Sólo la estoy poniendo en Wattpad para que se pueda leer en un formato más amigable. Pero todo es de su increíble mente y los personajes son de la reina J.K. Rowling



-Así que mamá, salvó a papá-

-Te equivocas, mi tío fue todo un príncipe-

-Niñas tenían que ser-

-Calla Potter-

-¡No me calles!-

-Tranquilos niños- exclamó Luna sonriendo -No hay por qué pelear-

-¿Otro pleito?- escuchó una voz detrás de ella.

Luna sonrió abiertamente a la vez que daba la media vuelta para ver frente a ella a su marido Ron Weasley cargando entre sus brazos a su pequeño hijo pelirrojo que dormía tranquilamente. Los Weasley se encontraban en su gran sala con los niños de sus amigos. Ese día era el cumpleaños de su amiga Pansy Potter, la familia así como viejos amigos se habían reunido para celebrar.

-¿Y Robín?- cuestionó el pelirrojo con un sutil tono. La rubia solo sonrió.

-Fue con Ted a dar una vuelta- respondió con tranquilidad sin dejar de mirar a los niños. "Hoy sabrás que Ted ya es de la familia" sonrió para sus adentros Luna. Ron sólo pudo suspirar viendo como su hijo Oliver empezaba a despertar.

-Coliard no molestes a las niñas- advirtió Ron viendo como el azabache se cruzaba de brazos y sacaba a la lengua. Las niñas se burlaron del niño con pequeñas risitas.

-Meredith, Sara eso no se hace- sonrió con dulzura la rubia.

-Iré a ayudar a mamá, por favor pórtense bien- advirtió el pelirrojo dejando a su hijo medio dormido sentado en el sillón. Dio un beso corto a su mujer para después salir en busca de su madre.

Oliver de nueve años bostezo a la vez que tallaba sus ojos. Sin embargo Coliard no puedo evitar derribarlo, a pesar que de quera un año mayor que él le gustaba jugar con el pelirrojo.

-¡Coliard!- se quejo el pequeño.

-Vamos Oliver despierta hoy la abuela hará su famoso pastel- decía con emoción el ojiverde sacudiendo al pelirrojo que intentaba pararse.

-¿Por qué David si puede dormir más y yo no?- se quejaba el pequeño mirando como su primo dormía plácidamente en su silla.

-Porque el es un bebé tonto- se burló el ojiverde azabache.

Meredith suspiró, se acercó a su tía con toda la elegancia que la caracterizaba ignorando el pleito de esos dos -Tía ¿me puedes peinar?-

-Claro que sí- respondió la rubia empezando a trenzar el cabello castaño de su sobrina.

-Ya quiero ver la cara que pondrá mamá cuando vea su fiesta- sonrío risueña Sara jugando con mechón de su pelo negro.

-Tía Pan se pondrá muy feliz- habló tranquilamente la castaña sintiendo como su tía casi terminaba de peinarla.

Meredith y Sara son amigas. Meredith tiene diez mientras Sara nueve las dos se entendía muy bien, los miembros de la familia casi podían jurar que se leían el pensamiento.

-Tía, ¿me veo linda?- dijo Meredith en cuanto la rubia termino de peinarla.

-Te ves hermosa- dijo alguien desde la puerta. Hermione sonreía abiertamente entrando a la sala.

Este no puede ser mi futuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora