ᴄᴀᴘ 4: ᴇʟ ᴀsᴇsɪɴᴏ ᴅᴇ ʟᴀ ʟᴜɴᴀ

200K 17.3K 29.1K
                                    

Suelto la maleta, y rueda escaleras abajo, hasta dar justo al lado de sus pies calzados con unas imponentes botas militares

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Suelto la maleta, y rueda escaleras abajo, hasta dar justo al lado de sus pies calzados con unas imponentes botas militares. Tengo miedo de ver su rostro porque sé que me encontraré de frente con la misma muerte.

Este último pensamiento causa en mí una extraña fusión de sentimientos; tengo miedo, pero una súbita ola de euforia crece y comienza a recorrerme de pies a cabeza. Esto es lo que he estado deseando, lo que tanto he esperado, y de alguna manera agradezco que el momento haya llegado mucho antes de lo que creí.

Tomo una fuerte bocanada de aire, y mientras hallo el valor suficiente, repaso su figura de abajo para arriba, lo más lento que puedo. Me sorprende que continúe allí, y que aún no haya hecho nada para matarme. Estoy conmocionada por estar frente al asesino del que tanto he escuchado hablar y al que le he dedicado más pensamientos de los que jamás me atrevería aceptar. La situación es tan inverosímil, igual a esas historias que piensas que jamás te llegarán a pasar.

No obstante, lo observo sin más, en silencio.

He escuchado docenas de rumores sobre él, pero nada me daba una imagen exacta de cómo podría ser. Y a pesar de que ahora no tengo que esforzarme en imaginarlo, tal vez no tendré oportunidad de contarlo después.

Él... viste todo de negro, seguramente para fundirse con la noche. Lleva puesta la capucha de la sudadera para impedir que su cabello quede a la vista, y aunque no se cubre el rostro, su identidad permanece oculta por una máscara de cuero negro que se acopla muy bien a sus facciones. Una pequeña luna de contorno rojo resalta sobre su cuenca derecha, y a mi vista solo quedan expuestos sus ojos, boca y mentón.

Sus iris son de un turbio y enigmático color grisáceo que parecen tener el poder de apuñalar y matar con solo posarse sobre ti. Y me estudian a través de esa máscara.

De pronto me sobresalto cuando noto el cuchillo empuñado en su mano derecha, que está enfundada en un guante de cuero negro. El metal del cuchillo está reluciente, y hasta tiene un leve brillo proporcionado por la tenue luz del ambiente; pero lo imagino de un intenso color rojo, igual que la sangre de todas las vidas que ha robado. ¿Estará la sangre de mi familia aún impregnada en él? Por alguna razón, ahora también imagino mi propia sangre recorriendo la extensión de su arma, después de haber salpicado todo el lugar. Incluso puedo ver las gotas que escurren sobre el suelo.

Cierro los ojos con fuerza y sacudo levemente la cabeza para quitarme aquellas imágenes. Resignada, estoy tentada a pedir que termine con esto de una vez. Pero, al mirar su rostro, estremezco al no poder adivinar ninguna emoción en él; no puedo imaginar el tipo de cosas que puede estar pensando.

Varios segundos después, por fin se mueve y yo vuelvo a quedarme impelida por el terror. Comienza a subir los escalones lentamente, y conforme se acerca, mi cuerpo se va poniendo frío. No deja de mirarme y me siento hipnotizada, pues no soy capaz de apartar mi vista de él. Cuando lo tengo a menos de un metro, me encuentro lista para recibir cualquier ataque, pero se limita a pasar a mi lado, como si mi existencia no tuviera importancia alguna para él. Incluso palpo mis extremidades como para comprobar que realmente estoy ahí.

Besos con sabor a muerte© (18+) ¡DISPONIBLE EN FÍSICO!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora