-Lyra,deberías dejar de pensar en eso.
-¿Eso? ¿En que momento Amalia se convirtió en un eso?
Lyra se veia enojada e irritada,lo cual no era nuevo para ella.
Lo que era nuevo era la forma en que la miraba,con amargo resentimiento,lo que era nuevo era las ojeras negras bajo sus ojos,era la forma rígida de moverse,era la gelidez de su voz.
Por un momento Gwen tuvo que recordarse que era Amalia la que se fue,no Lyra.
Pero era fácil olvidar a Aradia,quien era callada.
Era mas fácil que ignorar el hecho que Lyra era estruendosa.
Era
-¿Sabes?,ni siquiera me dijiste "Hola"- Sus ojos parecían ignorar a su mente y se dedicaron a contemplar a Lyra.
Desde su pelo negro,pecas y ojos que en esos momentos no podia ver.
-Tu no estabas ahi para despedir a Amalia,me parece justo darte el mismo trato.- Finalmente se digno en dirigirle la mirada y Gwen deseo que no lo hubiera hecho.
Ojos avellana ensombrecidos le dirigieron la mirada.
Gwen trago.
-Sabes que no hablamos de eso- Odiaba que su voz fuera así de débil.
-Porque a la gente no le gusta hablar de sus errores,¿no es así?. Debe ser difícil verme a la cara,Kahn
"Solo es Lyra,no hay nada que temer" se repetía. Pero sabia lo que Lyra podía hacer mientras estaba enojada.
El tipo de cosas que te perseguían por siempre.
-Alyssa quería ver si estabas bien- Evocando la imagen del rostro preocupado de Alyssa. Calidez,verano,fuerza para hablarle a Lyra.
Lyra debió haber hecho lo mismo,porque la dureza de sus ojos se atenuó y su hostilidad disminuyo.
-Puedes decirle que estoy bien,ahora vete.
No tuvo que repetirlo dos veces.
Lyra no podía parar de pensar en ella.
En los últimos momentos que la vio antes de que todo empezara a ir mal.
No podía olvidar nada de ella.
Lo triste era que estaba segura que al contrario, Amalia se había olvidado completamente de ella.
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City Of Cryptids
FantasyAmalia olvido todo,es lo que le repiten. Amalia no es ella misma,es lo que dicen. Amalia no volverá,le gritan. Pero Lyra piensa que son solo mentiras,su corazón le dice que Amalia sigue ahí. Que mala suerte el hecho que a su corazón le encanta menti...
