Capítulo 10

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Pongo esto aquí porque sino no lo lee nadie jajajajaja (lo sé, lo sé, no les importa mucho lo que tengo que decir sino la historia...). Bueno solo quería invitarlos a leer mi nueva novela (nuevecitita) En Alta Mar, a que me dejen una estrellita jejeje (me haría muy feliiiiz :) )y decirles que LOGRE CUMPLIIIIIR!!!!

Ojalá les guste el capítulo ;)

Miranda no dejaba de usar pantalones. Lo cual era normal pensando en que era diciembre. Lo extraño eran sus polos manga larga. En los interiores hacía suficiente calor como para usar manga corta, pero ella no se remangaba ni para lavar algo. Aunque se mojase. No se remangaba. Ya se acercaba la fecha de nuestro aniversario de un mes. La obra caía justo la semana después y mi cumpleaños en el ínterin. Este era el evento que menos me emocionaba de los tres.

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-Buon dia mio principessa, mio Julieta.

Ella volteó sonriente con una chispa burlona en sus ojos. Le devolví la sonrisa. Yo estaba asomado en la ventana. De sorpresa me calló un almohadazo.

-¡Hey! –protesté.

Ella rió.

-¿A qué se debió eso?

Miranda se acercó y me dio un rápido beso. Caminó de un lado del cuarto a otro recogiendo cosas. Yo me divertí mirándola. Iba a una esquina, cogía su peine, se iba peinando hasta llegar al otro lado del cuarto, dejaba el peine, cogía sus aretes, se los iba poniendo mientras se dirigía al armario a sacar su casaca y luego... es fácil hacerse la idea. De pronto paró de golpe. Giró rápidamente hacia mí y sonrió. Corrió a su armario. Luego regresó con los brazos escondidos tras la espalda y sonriendo coquetamente. Reí levemente.

-¿A qué milagro te levantaste tan temprano? –preguntó con una normalidad que me confundió un poco.

-Lo sabes perfectamente.

-No, solo lo sabré si lo dices –replicó sonriente con cierto aire de falsa inocencia.

-Acércate –contesté con una sonrisa.

Lo hizo mirándome desconfiada. Sin pasarme a su cuarto la tomé del rostro, la atraje hacia mí y la besé.

-¡Oye! –exclamó.

Ni bien se había distraído le había intentado quitar lo que tenía en sus manos. Lamentablemente mi plan no había funcionado, me había distraído un poco besándola...

-Espera –dije regresando a mi cuarto.

A los pocos segundos regresé con el regalo.

-Me costó encontrarlo –comenté.

Miri me dio un beso en la mejilla y me dio un regalo. Cada uno sonrió y comenzó a abrir el paquete.

-Oh Dios –susurró.

Abrí mi regalo. Habían un par de cartas, varios dibujos, unas fotos que nos habíamos tomando en una de esas cabinas de fotos, una película de Chaplin y unos audífonos (ella sabía que los míos estaban malogrados).

-Me encantan –alcanzó a decir sonriente.

-Es perfecto –le respondí con una sonrisa de oreja a oreja.

-Los adoro –rió sacando los aretes y el collar de la bolsita.

Sabía que le encantaba Harry Potter. Eran unos aretes con los distintos tipos de pelotas del Quidditch y un collar con el símbolo de las Reliquias de la Muerte. Aún no había acabado el primer libro, pero sí sabía qué eran. Se apuró en quitarse los aretes que tenía puestos y se puso los que le había regalado.

La Ventana de CementoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora