77 - Distanciamiento

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Cristal, mi enamorada, se distanció de mi mejor amigo Max después de tener un fuerte conflicto con Luna en plena calle. Luna es la hermana mayor de mi mejor amigo, pero esa no fue una excusa aceptable para que Cristal tratara de evitarlo, porque yo fui el único culpable del conflicto, no Max. Cristal debía dejar de hablarme a mí, no a Max. Creí que Cristal se enojaría conmigo después haberme visto con Luna en una escena comprometedora, por eso esperé el momento prudente para explicarle lo sucedido, pero no lo hice, porque ella no me preguntó ni me reclamó nada. Consideré que Cristal había deducido que Luna fue la que se comportó mal. Todo continúo como antes.

Me equivoqué. No continúo como antes. No me di cuenta de inmediato, pero al pasar los días fui notando cierto distanciamiento que fue volviéndose notorio. Cristal no fue cortante ni desatenta con él, más bien fue amable y divertida como siempre, pero me inquietaron sus constantes excusas para irse cada vez que Max venía a nosotros. No fue igual, no volvió a ser igual, Cristal se alejaba de mi mejor amigo.

Quise mencionarle a cristal que lo había notado, que se estaba distanciando de Max, pero no pude hacerlo. Max y yo la engañábamos, por eso no fui capaz de decirle nada. Yo merecía sufrir el distanciamiento, el rompimiento de nuestra amistad.

Clara estaba enferma, Cristal estaba enojada con Max por el inoportuno comportamiento de su hermana mayor Luna, y yo la insultaba a ella e insultaba a todos los que me rodeaban con la relación inapropiada que mantenía con mi mejor amigo. Los días en el colegio se volvieron tristes, los sentí tristes a pesar de la fuerte unión de mis compañeros en los últimos meses de nuestro año escolar que nos quedaba por compartir.

—Los profesores no tiene piedad a pesar de estar en nuestro último año. Las tareas son interminables —dijo Cristal guardando sus cuadernos cuando Max entró a nuestro salón de clases después de que sonara el timbre de la salida.

— ¿Ya te vas? —le pregunté al verla apresurada.

—Sí, debo llevarle las tareas a Clara o se le va a juntar todo.

—Cristal, deberías llevarle las tareas cada dos o tres días. Te estas sobre exigiendo. Te vas a cansar—sugirió Max.

—No me canso. Me gusta llevarle las tareas todos los días, así Clara tendrá más tiempo para desarrollarlos. Algunos profesores son unos pesados a pesar de que ella está enferma, por eso no me debo rendir. Aprobaremos el año y asistiremos juntas a la universidad.

Cristal salió del salón junto a mis otros compañeros clases. El salón se fue vaciando mientras yo copiaba las últimas líneas del pizarrón. Algunas chicas se le acercaron a Max, coquetearon con él un rato y luego se fueron sin dejar de reír.

—Cristal te está evitando —dije guardando mi cuaderno.

— ¿De verdad? ¿Cuándo? Si lo hace, no me di cuenta.

—Max, sí te has dado cuenta.

—No, no lo hice.

—Su forma de ser contigo no ha cambiado, pero ella siempre se va cuando llegas. Debes haberte dado cuenta. Cristal siempre estaba con nosotros en el recreo a pesar de haberse inscrito en el atareado comité de montaje para la obra de teatro. Ahora solo para ocupada con los miembros de ese comité, y a pesar de no tener tiempo, como nos dice, se ha inscrito en otros comités. Todo este asunto de mantenerse ocupada con los comités es para evitarte, lo sé, lo presiento.

—Caramel, Cristal no me evita, te estás haciendo ideas equivocadas. O es que crees que ella se ha dado cuenta de nosotros y ahora me odia. Podría ser eso. Si ella intenta terminar contigo tienes que decirle que sí.

— ¿Qué? —Pronuncié pálido—. No ella no...

—También podría ser por Clara —agregó tranquilo—. Ellas son buenas amigas. Yo me deprimiría mucho si Caramel se enfermara. Solo pensaría en estar a tu lado todo el día. Cristal solo trata de ocupar su tiempo con los comités y hace lo mejor para que Clara no repita el año.

—Max, tú crees que Cristal se dio cuenta de... crees que ella...

—También podría ser por el conflicto con mi hermana —dijo ignorando mi desconcierto —, aunque más creo que es por la enfermedad de Clara. Cristal es una chica muy inteligente. No creo que ella haga responsable a alguien con quien no tuvo un conflicto directo.

—No sé—dije tratando de despejar mi mente—. Aunque Cristal es Cristal, es una chica. Los corazones de las chicas son especiales.

—Y dan miedo —agregó con una sonrisa.

—Sí.

Debíamos separarnos. Nuestras casas estaban cerca, pero vivamos a espaldas de la misma cuadra. Nos detuvimos en el estrecho pasaje por donde Max se desviaba para irse a su casa.

—No quiero que estés intranquilo. Voy a conversar con Cristal. Sé que no es por mi hermana, pero de todas maneras le voy a preguntar si es verdad que me está evitando por Luna. Volveremos a ser buenos amigos los tres como tanto quieres. Voy a llamarle a su celular.

—No, Max, no lo hagas.

—Si no es por Clara ni por Luna, entonces le preguntaré la razón —dijo marcando su celular.

—Te dije que no, Max —traté de quitarle el celular, pero no pude.

Max se alejó y puso el altavoz. Pude escuchar las constantes timbradas. No fui  capaz de detenerlo. Una presión muy fuerte me obligó a dejarlo solo en el pasaje. Caminé a casa sin detenerme hasta estar frente a mi puerta. Sentí unos pasos atrás de mí.

—No le preguntaré si no quieres.

—Max, quisiera preguntarle, pero no tenemos el derecho de hacerlo.

—Complicas todo.

—Yo no, Max, eres tu quien ha complicado todo.

—Es la mejor complicación de todas.

Cristal se distancio de Max, pero al pasar los días sentí que se fue distanciando de mí también. Pensé que debía ser la etapa final de nuestra vida escolar, porque todos sentían la presión de continuar adelante en nuestro último año. Cristal se lo tomó muy en serio. Ella se matriculó en cursos particulares los fines de semana y en una academia de inglés. Su tiempo libre estaba a tope.

Sabía que no debía preguntarle a Cristal la razón de su distanciamiento, también se lo había prohibido a Max, pero no pude continuar. Un día, después de que ella se fuera a su clase de inglés muy apresurada, la seguí sin que se diera cuenta. 

AUN SIEMPRE SERAS TÚ |2DA PARTE|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora