The List. [Re-subiendo]

Q u i n c e .

—¿Pero qué?... —dejo la pregunta al aire viendo todo.

Los gritos de estos tres no cesan a pesar de que me concentre en dar un gran portazo. De hecho, se vuelven cada vez más fuertes haciendo que mi voz no sea audible. No se entiende nada de lo que dicen. Los vuelvo a llamar. Chase se jala el cabello mientras habla, Megan parece querer volver a llorar en cualquier momento y Victoria esta cruzada de brazos gritándole a Megan y a Chase. La última está sentada en el sofá individual y los otros dos parados en cada extremo de la sala.

Los vuelvo a llamar. Siento como me empieza a punzar una sien. Los vuelvo a llamar por no se cuanta vez.

—¡¡YA CALLENSE JODER!! —grito al fin llamando la atención de todos. Los tres se callan y vuelven su vista a mí. Todos con el ceño fruncido y ligeramente sorprendidos, yo no acostumbro a gritar, de hecho, mi tono de voz es siempre es un poco bajo, aunque una psicóloga me dijo que es por mi poca confianza, pero ese ya es otro tema. Yo no grito. —Gracias, ahora... ¡¿Podrían decirme que pasa aquí?!

—Pasa... —Megan hace una pausa. —Pasa que esta puta esta con Chase. —dice señalando y fulminando con la mirada a Victoria.

Ah ok... solo es una confusión.

Antes de realizar un suspiro de alivio escucho como la castaña se empieza a reír sarcásticamente.

—¿Puta? —vuelve a reírse. —. Vuelves a decirme así y cuento tu pequeño secretito mojigata, porque aquí la única puta eres tú. —dice Victoria con una sonrisa llena de burla, suficiencia y lo que me parece ser odio. Pero, ¿odio por qué?

—¿Qué secreto? —preguntamos Chase y yo al unísono. Me giro a verlo y frunzo el ceño al verlo a lado mío. ¿A qué hora me puse a su lado?

Me volteo a ver a la rubia. Toda su tristeza y furia se ve opacada por su nerviosismo. Me giro a ver a Victoria quien se encuentra con una sonrisa ladeada. Parece disfrutar verla mal. Me siento como si estuviera viendo una partida de tenis.

—¿De qué estás hablando? —le pregunto a Victoria. Ella ni siquiera me mira así que veo a la rubia. — ¿Megan?

Nadie responde. Megan mira a la castaña con un odio que se le es correspondido. ¿De dónde se conocen?

—¡¡MALDITA SEA MEGAN RESPONDE DE UNA PUTA VEZ!! —grita Chase sobresaltándome. Me giro a verlo. Su mandíbula tensa al igual que todo su cuerpo, su respiración agitada y su rostro un poco rojo. Está molesto, aunque claro, después de tanto tiempo lo último que pensarías al reencontrarte con tu novia seria en pensar en una pelea.

—Y-yo... No...

—Diles o eres tan cobarde que quieres que lo haga yo por ti. — Victoria habla en un tono frío, casi amenazador y temeroso. Si que da miedo la mujer.

La recién mencionada se levanta y se pone entre los dos. Su mirada no se despega de Megan. Cuando estoy por preguntar por el castaño de mi primo para dispersar un poco las cosas el aparece abriendo la puerta. Musita un mierda que tal vez solo yo escuche ya que se coloca a mi lado. Lo veo tragar saliva y suelta una maldición. Esta casi igual de nervioso que Megan. Victoria al verlo se dirige rápidamente a la rubia.

—Dime Megan, ¿Tu o yo? —la reta. Megan solo baja la mirada y juega con sus dedos nerviosa. Nunca la había visto así. Victoria levanta el mentón ligeramente tomando aire. Primero ve a Ben, después a mí y por último a Chase, vuelve su vista a Megan antes de dirigirse a mí. —Bien, así lo has decidido. Elena ¿Recuerdas cuando te conté porque habíamos terminado Ben y yo hace dos años?

—Ehhh... sí, sí.

—Bien, la chica con la que estaba Ben...

—Era yo—termina Megan viéndome a los ojos con culpabilidad creo.