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Capitulo 4: "Confianza"

Capitulo 4: "Confianza"

POV Katniss.

Parece ser que el regaño, hecho por Gale a los enfermeros, sirvió de mucho. De regreso a la habitación me llevan en una silla de ruedas, libre de ataduras y ya no parece ser que me trataba de una prisionera de alto cuidado. Ahora simplemente, soy una paciente más que regresa de un paseo voluntario en los jardines. Si Primrose y Clove llegaran a verme, lo creería, acarreándome más problemas con ellas. Ya casi puedo imaginar su reacción.

Tresh es el encargado de llevarme hasta el interior, me ayuda a sentarme en la cama, me entrega el paquete de cartas que mi psiquiatra me entregó y me regala una blanca sonrisa, sin duda él y Rue deben de llevarse muy bien, en muchos aspectos son parecidos. Gloss se despide desde la puerta con un asentimiento de cabeza, de nuevo mantiene su distancia hacia mí. Me teme.

No pasa mucho tiempo antes de que mi amiga entre por la puerta principal, cargado una bandeja de comida, no puedo creer que ya sea la hora del almuerzo. Rue no me dice nada, no puedo culparla, la he hecho quedar mal con mi actitud desafiante y no es de sorprender que se mantenga distante. Deja la comida en la mesa de noche, sé que en ese momento lo único que debe desear es alejarse mí y ser solo una enfermera más, sin embargo, en contra de toda posibilidad, se sentó junto a mis tobillos. No sonrió, no dijo nada, solo esperó que tomara la iniciativa de comer.

"Ahora ya no te quiere". Por poco dejo caer el cuenco de sopa al escuchar la voz de Prim. Ellas por fin llegaron. No subo la mirada por miedo a verlas e identificar su odio hacia mí.

— ¿Saeta? — Rue me llama, hay preocupación en su tono y la esperanza de que aun me quiera se instala en mi pecho—. Katniss, ¿Qué tienes?

—Rue... yo, yo... yo lo siento tanto— tartamudeo a causa de la ansiedad, parece mucho tiempo desde la última vez que tuve que lidiar con eso. Respiro con tal de tranquilizarme, en el pasado parecía funcionarme—. No debí de hacerlo.

—Tranquila, no pasa nada— los ojos de mi amiga se ven un poco rojos, casi como si luchara por contener las lágrimas, sin pensarlo, me abrazó—. La culpa es mía, debía de acompañarte y haber hablado antes contigo. No sabía que te asustaba tanto la visita de Gale.

Me estremecí por la visión de mis amigas sobre el hombro de Rue, su aspecto es más deplorable, pero no me cabe duda que aun así serían capaces de herirme si lo quisieran. Rue acarició mi cabello delicadamente mientras seguía susurrando disculpas. Después de un momento nos separamos, el nudo en mi garganta era leve, pero aun estaba ahí, Rue sonreía a pesar de las lágrimas en sus ojos.

No tenía hambre, sin embargo me animé a comer por ella, se lo debía. Después tomé mis medicamentos, no eran a los que ya estaba acostumbrada, pero tampoco me daban Aripiprazol. Era obvio que no funcionaban del todo, pero parecían estar decididos a no cambiarlos.

—Gale no era el mismo— digo por fin en voz alta, si hay alguien que puede entenderme, esa es Rue. A lo lejos escucho a Prim contener la respiración por mi declaración—. Parecía diferente.

—Diferente para bien, espero— me quedo meditando un momento y después asiento. Me asustó verlo tan relajado a mi lado, sin embargo era algo a lo que me podría acostumbrar—. Entonces es genial.

—Supongo.

Se hizo un silencio poco incómodo, nunca esperé que Rue defendiera a mi psiquiatra. Negué con la cabeza, estaba desviado el punto central. Mi amiga tomó la bandeja y la puso afuera de mi puerta para que alguien más las recogiera. Al pasar junto a Prim y Clove, la primera hizo el intento de atacarla, solo para provocarme, me estremecí por el miedo y afortunadamente no le hizo nada. Rue regresó sana y salva a mi lado, tomó el paquete de cartas entre sus manos mientras sonreía de forma cómplice.