My mystery guy

Capitulo 2 'Todo fue un juego'.

No sabía que estaba pasando, me intrigaba que él ni siquiera tenía idea de mi presencia.

Doblé en la calle de mi casa, apresurando el paso, antes de que él viera donde vivía. Toqué la puerta esperando ver a Rosy salir con las llaves. Miraba de reojo esperando alguna señal del rugido de la moto, pero al parecer, no había rastro del chico misterioso.

Rosy salió y me abrió la puerta, asomé mi cabeza afuera y me introduje rápidamente a la casa.

Yo hubiera deseado verlo al menos un momento, tenía tanta curiosidad de conocer su rostro y admirar esos ojos hazel que tan loca me tenían.

Rápido subí a mi cuarto, recordé que tenía un millón de tareas. Decidí no hacer ninguna, seguramente Riri me las pasaría. Hacer tarea esta en mi lista de cosas que ODIO. Aparte me dolía terriblemente el estómago, no tenía ganas de nada, ni siquiera de comer.

Me senté en la sala, allí tenía perfecta señal en mi móvil, así que me puse a mensajear con mi mamá, y a platicarle sobre algunos pendientes que tenía que hacer el fin de semana, estaba a un mes de cumplir los 18 años y necesitaba unos documentos personales para solicitar mi identificación oficial.

Pasaron horas y horas mientras hablabamos, ella contándome de su vida, su trabajo, una que otra cosa sobre Josh y papá. 

Ya estaba oscuro, así que decidí despedirme de ella para subir a mi habitacion, aún con dolor de estómago, tomé unas pastillas para espasmos, con un vaso enorme de agua, seguro eso me ayudaría. 

Me puse una blusa cómoda y me deshice de mi pantalón de la escuela, ya que por platicar con mamá, no me los había quitado. Me encontraba solo en bragas y una blusa para dormir. Amaba dormir así.

Preparé mi uniforme del día siguiente, cepillé mis dientes y me recosté en la cama, había prendido el aire acondicionado, por que hacía muchísimo calor. Me puse una sábana encima para cubrirme y sin saber cómo, me quedé completamente dormida, pensando en el chico misterioso.

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-¡Hola bebés!-Les sonreí con los dientes a mis chicas, por alguna razón había amanecido muy feliz y con energía.

-Alguien está feliz hoy.- Respondió Dayana, mientras John, su novo, besaba su cuello.

Solo le sonreí, mientras las demás chicas movían su mano de derecha a izquierda en forma de saludo.

Me quité los audífonos y saque mi cuaderno de la primera clase. 

-¿Qué hay, Brooks?-me saludó Chad, mi mejor amigo. Chad Walker.

El chico más deseado del colegio, todas las niñas de la escuela, incluyendo a algunas de mis amigas, mueren por él. 

Físicamente es estatura promedio, tiene unos músculos bien definidos, piernas fuertes y un trasero increíble, claro, es el mariscal de campo, capitán del equipo de fútbol americano. 

Ojos pequeños pero encantadores y una sonrisa que derrite a cualquiera.

-Hola, Chad.- Le sonreí, mientras me sentaba en mi lugar.