The Exception||Pennywise [Bill Skarsgard]

Capitulo 112.

—Ay no...Ethan.

Pronuncie aferrandome a su brazo. Él me susurro un "tranquila" y se puso frente a mi.

—¿Que demonios quieren?
—Pues ese que tu noviecita lleva en el vientre—respondió Sarah—Porque son novios de nuevo ¿verdad? Supongo que si, sino estarias acompañada del apuesto joven de siempre. Cameron ¿verdad?—pregunto sonriendo con cinismo—¿Como has estado Genevieve?
—Dejala en paz—dijo Ethan—Si continuan queriendo lastimar al bebe juro que las matare a ustedes y a todo aquel por el que sientan el más minimo afecto. Los matare frente a ustedes, se los aseguro.

—Es solo un bebito no tienen porque meterlo en esto—hable por primera vez recibiendo la mirada de esa rubia maldita y su acompañante.
—Ese bebito no tardara en asesinar personas apenas salga de ti—me contesto con seriedad—Y no pienso permitir que eso suceda. Ahora o después del nacimiento lo asesinare, así deba ser con mis propias manos.

En ese instante Ethan la tomo con fuerza del cuello y enseguida sentí una fuerte opresión en la cabeza. Era Helen atacandome.

—Sueltala o te quedas sin novia y sin bebe.

Escuche que le advirtió y pronto el dolor fue cesando por lo que deduje Ethan obedeció. Sentí sus brazos rodearme por lo que me acerque aferrandome a su abrazo.

—No quiero volver a verlas cerca de ella o les juro que no tendre piedad.
—¿Alguna vez tuviste piedad por algo o alguien?—pregunto Sarah—Disfruten de su monstruito el tiempo que puedan, cuando llegue el momento indicado vendre y lo matare.

Advirtió para rápidamente esfumarse frente a nosotros. 

—¿Te encuentras bien?—me pregunto tomando ligera distancia de mi para observarme, yo asentí con la cabeza—¿Segura no sientes nada? Podemos regresar al hospital...

—Estoy bien, no te preocupes.

Asegure y cuando estuvo más tranquilo seguimos caminando en dirección a casa de los Collins. Una vez allí me despedí e iba a meterme a la casa pero me detuve.

—Uhm...gracias por defenderme.
—Es mi bebe también asique...—dijo con obviedad y yo asentí e hice una mueca—Además...Evie estemos o no juntos, siempre serás el amor de mi vida—aseguró acercandose más a mi—Te protegere siempre.

Susurró, yo lo mire entre enternecida y nerviosa. Principalmente nerviosa de oír sus dulces palabras y tenerlo tan cerca de mi.