Schastlivyye Deti

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La fresca brisa mañanera entraba por la ventana, la cual estaba abierta de par en par.
El pelinegro sonreía mirando el exterior, sabía que su amado Yuri estaba por allí fuera, lo sabía en el corazón.

Se acostó en el sofá que poseía la habitación, pensaba en todo lo que haría ese día. Tenía tantas ganas de ir a visitar todos los lugares posibles... pero primero haría una parada (o unas cuantas) en todos los orfanatos de los alrededores.

Se levantó decidido, se colocó en el cuello una bufanda que había encontrado ahí, y salió por la ventana para que el doctor no se diera cuenta.

(...)

Caminó por las calles de San Petersburgo que a esas horas se encontraban desiertas. Yuuri sonrió, le gustaba ese clima con neblina tan densa. Paró en varios orfanatos, preguntando por el mismo nombre "Yuratchka Nikiforov Plisetsky", el nombre completo de su gatito. Se había dado casi por vencido, cuando pudo ver en una esquina un gran orfanato, con el nombre de "schastlivyye deti" –niños felices-.

Entró nervioso a la recepción, solo le quedaba menos de media hora para volver a casa del doctor.

- Buenos días, señora. –dijo nervioso y tartamudeando.- Estoy buscando a un chico llamado Yuratchka, de 16 años y rubio.

La vieja que lo miraba de pies a cabeza, dijo con fingida dulzura –Lo siento, pequeño, Yuri salió a trabajar, no se encuentra aquí así que por favor, vete.

A Yuuri se le iluminaron los ojos, al menos sabía en donde vivía su gatito. –Me gustaría saber donde trabaja, ¿me diría, por favor?

La vieja, ya irritada, le negó con la cabeza y señaló a la puerta, dando a entender que tenía que irse. Yuuri asintió, agradeció por la información brindada y salió, no le quedaba demasiado tiempo para volver.

Antes de salir escucho un "¡Psst!" de un pequeño niño, y entonces recordó, Ese era SU orfanato.
Reconoció al pequeño de inmediato, era su pequeño Pichit. Con cuidado de que la vieja no lo vea caminó en puntillas al niño.

- ¡Pichit! ¡Soy yo, Yuuri! –dijo alegre al ver lo bien que se había desarrollado su hermanito-.

- ¡¿Yuuri?! ¡¿Por qué tú estás buscando a Yura?! –preguntó el menor escondiendo su cabeza en el pecho del japonés-.

- Bueno... es difícil de explicar, pero necesito saber dónde está. Es alguien muy importante para mí. ¿Tú sabes en donde trabaja? –dijo, mirando su prestado reloj de muñeca- No tengo mucho tiempo.

Pichit asintió, y le dio la dirección... pero esta era... ¡¿La casa del doctor Leroy?! Yuuri le agradeció al de piel morena y se retiró, no sin antes prometerle que volvería para verlo.

Yuuri corrió a la casa del doctor, tenía que llegar antes que Yura.
Entró por la misma ventana por la que salió, y se acostó en la cama. Tenía muchas ganas de volver a ver a su "Masha".

Escuchó la puerta abrirse, escuchó una voz chillona, seguro del hijo del doctor, y otra más adulta, supuso que era de su Yuri.

Respiró hondo, vio que en el reloj marcaban las 8:07 A.M. Se levantó de la cama, salió de la habitación y lentamente se dirigió a la sala. Vio una cabellera rubia de espaldas, su corazón se llenó de miedo. ¿Qué le diría? ¿Estaría enojado con él? Sus ojos se llenaron de lágrimas, su vista se nubló... Entonces alzó la mirada, para ver a su pequeño gatito jugando.

Se llenó de valor, respiro hondo, y pronunció.

-¿Yuri?

(...)

CHAN CHAN CHAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAN

XDRCTYHUIKOJHGCFDRFG :3
Tenía tantas ganas de escribir esta parte :,3

Hoy no dejaré momos porque estoy desde mi laptop u.u

Pero hay una buena noticia! :D

Ya hice algunos dibujos de los que me pidieron, y lo prometido es deuda UwU

Dentro de unos días lo publicaré :3

Weno...

Se despide,

Fae <3

«Remembering» [Book 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora