Una extraña niebla se cierne en los pantanales de una isla llamada Nithland. Los Zapadores intentan descubrir sus misterios sin éxito. Y muchos desaparecen al cursarla. El Zapador conocido como Avaliran es atrapado por esta oscura bruma. ¿tendrá...
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EVRUSKU. LOS DEMONIOS DE LA BRUMA
Mi nombre es Avaliran. Un zapador de la brigada de seguridad de Rathélon. Una ciudad subterránea. Nuestro hogar, un último bastión bajo el gélido clima de los bosques de la calma en Nithland. Un cuerpo de defensa constituido, únicamente por voluntarios. Pero son aquellos quien se encargan de proteger junto con sus hermanos, los remanentes que quedan de nuestra ya escasa civilización. Muchos invierten en seguridad para evitar la ruina de sus mundos... Pero aquí, en este erial. La ruina ya ha llegado.
Estamos alejados de todo el mundo, y de toda la civilización. Nuestros hermanos del desierto fueron exterminados no hace mucho, ya sea por dominarlos, destruirlos o controlarlos. Y al hacerlo, nos condenaron también a nosotros. La ayuda que provenía de las grandes señoras del desierto y de su poderosa Matriarca... No volveremos a recibirla. Y los componentes y armas que tenemos, no son suficientes para afrontar las nuevas amenazas. Y los equipos en buen estado, cada vez son menos.
Habían pasado ya 16 años tras la caída de Loualia. Y solo una gran señora vive entre nosotros. Y el pasado se repite de nuevo, viendo ella ahora, el fin de nuestra raza. A bordo, y siendo solo una tripulante, en esta nave de espectros. Pero nos negamos a ello. Es una isla en decadencia, en donde ninguna civilización puede prosperar. Donde las mujeres y los jubiles, No tienen ya más sueños. No hay cabida para anhelar los deseos ni aferrarse las esperanzas en un mundo sin mañana. En donde únicamente existe la muerte. Y un brutal sentimiento para sobrevivir. A cualquier precio.
Antes de que las cosas fueran a peor, las horripilantes criaturas que abundan en los bosques oscuros de la superficie son un problema. Y nosotros, somos quienes las mantenemos a raya. Todo iba, más o menos bien, hasta la llegada de otra amenaza. Una peor y sumamente terrible. Sumiendo a nuestro hogar en un silencioso cementerio. En un agujero oscuro en donde cada paso que das. Bien puede ser el último.
Y dentro de todos los horrores que despertaron y destruyen nuestro hogar lentamente, destaca uno en particular. Una bruma espesa y viva. Que trajo horrores de todo tipo en su interior. Una niebla antinatural. Como si fuese una densa capa de humo, que permitió la proliferación de espeluznantes criaturas nuevas y repulsivas, y al adentrarse en ella. Existían, inimaginables pesadillas. Su olor nauseabundo, su densidad sofocante, ya de por sí, eran letales. Tal fenómeno, había engendrado los más pérfidos Horrores que pusieron en gran riesgo nuestra propia supervivencia, ya de por sí, muy baja. Y lo peor de todo, es que hemos soportado estos 16 años, esta interminable guerra por la supervivencia, y lo más terrible que nos haya pasado, fue la llegada las Evruskus. Los demonios de la bruma. Con ellas rondando en la superficie. Perderíamos.
Las Evruskus: Criaturas demenciales, e inconcebibles. Capaces de destruir puestos enteros, asolar ciudades y pueblos, y devorar ejércitos completos sin que se les oponga resistencia. Y los escasos zapadores que sobreviven a sus ataques. No vuelven a ser los mismos. Y he sido de los pocos afortunados que ha sobrevivido a la niebla letal y sus horrores. A las Evruskus... Pero... ¿Tendremos el valor de encontrar las respuestas y sacrificarse para buscar una respuesta a este problema? O solo esperar a morir cuando la niebla letal cubra nuestro último bastión.
