Prefacio (corregido por la editorial)

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Seis años de edad

Eran uno solo.

A él le agradaba porque no era como las típicas chicas de su colegio, ella era genial. Juntos escalaban el robusto roble que colindaba con sendas casas, solían hacer concursos de eructos, también jugaban a básquetbol, competían por el puesto de «la mejor costra». Por no mencionar que a David le encantaba hacerla reír haciendo chistes bobos que escuchaba de su padre o imitaciones absurdas de animales, los gorilas eran sus favoritos porque se formaban dos lindos hoyuelos casi imperceptibles en sus mejillas.

Eran los mejores amigos.

A ella le gustaba sentarse en su regazo para ver películas, y esa manera suya tan particular de protegerla cuando había tormentas; Carlene odiaba los truenos con cada parte de su alma. Siempre reían juntos, ni siquiera sus padres podían separarlos.

—¡Carly! ¡Ven a ver esto! —gritó con emoción el chico de cabello cobrizo. Apresuró el paso y subió las maderas de colores clavadas en el roble, demorándose un poco debido a su estatura.

—¿Qué sucede, D? —Dio un saltito para llegar hasta el piso de la casa del árbol.

—Son luces. —El tono de asombro era perceptible, algo que podía justificarse, ya que los pequeños animalillos no habitaban en lugares como Nashville. David señaló unas lucecitas que destellaban frente a la ventana coloreada de azul metálico. Carlene se situó a su lado y observó con el ceño ligeramente fruncido.

—No son luces, se llaman luciérnagas —contestó esta sin demora. Dave la buscó, solo para encontrar a una Carlene alargando la mano, estiraba un dedo con la intención de tocar uno de los foquitos que parpadeaban. Pensó que sus ojos miel brillaban con más luminosidad y no se apagaban en ningún momento.

—Como tus ojos —dijo, mirándola sin pestañear. La comisura de la pequeña se estiró, su rostro adquirió una suave tonalidad rosa que intentó ocultar con sus palmas. David sonrió como el chiquillo que era, pasó su brazo por los hombros de su amiga—. Vámonos, luciérnaga.



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Luz de luciérnaga © (WTC #1) [EN LIBRERÍAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora