2; 0.9

1.8K 219 73
                                    

- No sé cuándo pasó, Bethany.-decía Emily.-Pero están ahí.

- Puedes... ¿Puedes volar?

- Sí.-contestó mirándola a través del espejo que tenían frente a ellas.- Loki dice que las habilidades de las alas van a evolucionar en un futuro.

Las alas de Emily eran completamente transparentes, de color nulo. Eran grandes y a decir verdad preciosas.

- ¿Loki dice eso?-dijo la castaña con una ceja alzada y una mirada inquisitiva.

Emily sonrió sonrojada haciendo que Bethany abriera los ojos como platos.

- ¿¡Qué coño Emily?!-gritó sobresaltada al percatarse de los sentimientos de su amiga hacia el Dios Asgardiano.

- Cállate.-susurró la rubia.-Esta casa está llena de sus colegas.

- Eres increíble. Mira que tienes pretendientes y tenía que ser ese.

- Déjame en paz, Bethany. Ya me conoces, se me pasará en un par de días.

- Eso espero.

- Chicas, ¿estáis listas?-gritó Laura desde el piso inferior.

- ¡Ya vamos!-contestó la delgada colocándose su camiseta.

Bethany suspiró con fuerza antes de coger su maleta y sacarla de su cuarto. Iban a irse, no les quedaba otra.

A pesar de que la joven preferiría quedarse allí, en su pequeño paraíso, con Laura y con los niños, sabía que debía irse. No podía permanecer allí, a salvo, mientras los demás luchaban. Estaba bastante segura de que esa tal Agatha la buscaba a ella.

- Voy bajando.-dijo Emily dejando un beso sobre la mejilla de la castaña.

Bethany suspiró. Amaba aquel lugar, pero de todos modos, ya estaba acostumbrada a perder todo aquello que amaba.

Cerró la puerta obligándole a sí misma a no despedirse. Esa casa había supuesto un antes y un después tras la muerte de Peter. Bajó las escaleras arrastrando su equipaje y reprimiendo el impulso de pesarse una vez más en la báscula que sabía que había en el baño.

Cruzó el salón inundándose del aroma de la ropa recién lavada con el detergente comprado en la tienda de Julia, en el pueblo.

Salió de la casa y dejó su vista sobre el lago, que desde hacía días parecía tener un brillo especial y distinto que anteriormente no estaba ahí. Parecía poder ver el mármol blanco de aquel palacio sobre la superficie del agua.

No sabía qué había sido aquello, un sueño, una ilusión o si había estado muerta durante horas para después volver. Pero había visto a Peter, y dentro de aquel extraño lugar estaban Tecna y lo más importante, Steve.

Algo le decía a gritos que volvería. Algún día volvería, y volvería a ser feliz durante algunos momentos antes de volver a aquella odiada realidad.

Sonrió ligeramente hacia Tony. Estaba un tanto raro sin uno de sus trajes o sus camisetas térmicas. Verle con una inocente camiseta blanca de algodón le daba a entender que aún se estaba recuperando.

Volvió la vista atrás, allí donde Clint se despedía de sus hijos y de Laura. Por un momento se imaginó a sí misma dentro de aquel momento, formando parte de la familia, pero se obligó a quitar esos estúpidos pensamientos de su cabeza.

El hecho de que Clint fuera su padre no significaba que fuera a comportarse como tal. Seguramente le daría vergüenza. El mejor espía del mundo teniendo como hija a un desastre de chica, fea, gorda y torpe para el 75% de las cosas del mundo.

- ¡Bethany!-gritó Bruce llamando su atención.

La joven miró a su derecha, donde el negro pelaje del caballo relucía debido a su rápido caminar.

La joven elevó su mano, y no hizo falta usar poderes para que el animal se colocara frente a ella, dejando la mano de Bethany sobre su nariz. Ella sonrió y acarició con dulzura al animal.

- Nos lo llevamos.-dijo Clint alejándose de su familia y pasando junto a su hija para coger su maleta.

- ¿Cómo?-dijo Bruce confuso.-No podemos...

- Cállate, Banner.-farfulló Tony levantándose despacio.-Vámonos. Mete al caballo dentro, Bethany.

La joven asintió sumamente confusa y caminó hacia atrás guiando al caballo. Las patas resonaron sobre el metálico suelo.

- Déjalo ahí.-dijo Clint señalando el fondo de la nave.

La joven obedeció, y giró sobre sus talones para salir de la nave y despedirse de Laura. Sin embargo, se dio de bruces con el pecho del arquero.

Sus ojos azules se encontraron con los suyos, y aquella sensación familiar que sentía a su lado la envolvió en cuestión de segundos.

El hombre la acercó a él, y Bethany cerró los ojos aliviada ante el gesto de su padre. Clint besó su cabeza y Bethany se sintió segura entre sus brazos.

- Voy a despedirme.-dijo la castaña.

Clint asintió, y sonrió con plenitud cuando su hija dejó un beso sobre su hombro.

El hombre no tenía ni la más remota idea de cómo iba a afrontar el hecho de que aquella dulce chica fuera su hija. Iría poco a poco, no podía tener prisa.

Pero si tenía algo claro era que la protegería con su propia vida, como en su día Peter había hecho.

- Adiós cielo.-dijo Laura con dulzura besando las mejillas de Bethany.-Vuelve cuando quieras.

Ella asintió incapaz de pronunciar palabra alguna, y fijó su vista sobre sus hermanos. Quería gritarles la verdad, mas tampoco tenía valor para aquello. Claro que no.

Dann se abrazó a sus piernas. Bethany sonrió acariciando el pelo rubio de su aún desconocido hermano.

- ¿Vas a volver?-preguntó Emma mirándola con sus intensos ojos verdes y matándola por dentro.

- Claro que sí.-dijo agachándose y abrazando a ambos, incapaz de evitar soltar las lágrimas retenidas en sus castaños ojos.

Les quería y tenía claro que todo lo que podría llegar a hacer en un futuro sería con  el fin de protegerles a ellos, y a ese cachito de paraíso.

- Bethany, debemos irnos.

La joven se levantó despacio dejando un beso sobre la frente de Dann y acariciando la mejilla de Emma.

Les sonrió antes de volverse y caminar junto a Steve. Sintió un apretón en su brazo por parte del hombre.

- Volveremos.

- Lo sé.

- No.-dijo el Capitán.-No hablo sólo de esta casa.

Ella se quedó estática. Sacudió su cabeza, no era momento para pensar en aquel alocado sueño.

Montó en la nave y agitó su mano hacia atrás, despidiéndose por última vez antes de que las puertas se cerraran.

Avanzó hasta sentarse donde solía hacerlo. Un escalofrío recorrió su espalda al ver a Emily sentada donde Peter solía sentarse.

Clint y Steve ocuparon los mandos mientras Sam aseguraba las riendas del caballo y avanzaba hasta ella para dar un apretón en su mano y sentarse en el asiento del otro lado.

La ciudad de Nueva York apareció bajo sus pies poco tiempo después. Bethany deseaba ver a Ned y a May, al resto del equipo. Sabía que todo sería diferente sin Peter pero dentro de lo que cabía había aprendido a que aquello no la dañara como meses atrás lo hacía.

- ¿Qué es eso?-preguntó Natasha.

Bethany se levantó del asiento y miró a través del reluciente cristal blindado, encontrándose con aquello que más temía.

- Es Agatha.-susurró Emily aterrada.

Estaba de nuevo en la ciudad.
Volvía a ser una Vengadora.

Y esa vez, tenía algo que vengar.

(1) Barton;  Peter Parker, The Avengers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora