Capítulo 8.

10.2K 1.3K 239
                                    


Abrazando desde atrás la cintura de Arthur y abrazando su espalda nos dirigimos en su motocicleta a un destino desconocido. La brisa acaricia mi rostro e inocentemente sonrío. Cada vez que me subía a la motocicleta de Bastian lo único en lo que podía pensar era en libertad, me siento como un pajarito volando por los cielos y recorriendo cientos de kilómetros.

Cierro los ojos respirando todo los olores que me ofrece la naturaleza y por supuesto degustando la exquisita fragancia de Arthur. De un momento a otro nos detenemos frente a un lugar que reconozco demasiado bien. Aquel bar en donde conocí a Bastian y a Arthur. Me bajo de la motocicleta quitándome el casco y entregándoselo a Arthur, miro con atención aquel lugar, tenía tiempo sin estar por aquí.

—¿Qué hacemos aquí?

—Quiero que no sintamos cómodos en un lugar que ambos conocemos bien.

Toma mi mano entrelazando sus dedos con los míos, luego me arrastra hacia la entrada del bar. Cuando entramos en aquel establecimiento el olor a humo de tabaco, cerveza y moho inundan mis fosas nasales, un olor muy familiar para mí. Cuando veo a donde nos acercamos no puedo evitar sonreír, son los bancos en donde estaba sentada aquella noche y Arthur se me acercó para charlar.

—¿Qué quieres tomar?

—Una cerveza está bien para mí.

Un barman el cual nunca había visto se nos acerca y Arthur le pide dos cervezas que poco tiempo después las desliza encima de la barra.

—Eres la primera cita que tengo.

—Tenemos algo en común—dice para después beber de su cerveza, lo miro incrédula.

—Con esa pintica de chico malo que tienes por las noches no me creo eso. Debes llevarte un conquista diferente a casa todos los días

—Y estás en lo cierto, con lo que me refería a lo de antes es que eres la primera cita femenina que tengo.

Lo observo fijamente con la arista del vaso aun en mis labios. ¿Qué acaba de decir? ¿Está insinuando que...?

—¿Eres gay?—no puedo evitar mi voz de incredulidad.

¡Por Dios! Tanto material perdido para una mujer heterosexual.

—Podría decirse que juego para ambos equipos, solo que mi inclinación hacia los hombres es...

—No tienes que explicarlo, entiendo lo que tratas de decirme.

—¿Sorprendida?

—Demasiado—contesto con sinceridad—. Vine contigo con tres reglas en mente: No ser demasiada coqueta, no besarte y mucho menos acostarme contigo.

—Lilian, igual me gustan las mujeres. Y no puedo mentirte, siento una atracción extraña hacia ti.

Mis mejillas se sonrojan, Arthur se acerca mí y sin poder evitarlo posa sus labios sobre los míos formando un pequeño beso. Pero no siento nada, creo que lo que me atraía de Arthur era solo esa misteriosa forma de ser. Nos separamos, muerde su labio inferior y con el ceño fruncido me mira fijamente.

—Acabas de hacer que rompiera una regla—mascullo. Es lo único que puedo decir.

—Perdóname.

—No te preocupes.

—Lilian, no te traje aquí por querer acostarme contigo o conquistarte. Solo... quiero conocerte, que seamos amigos.

—Tus palabras me han ayudado en muchas ocasiones, Arthur. Desde el primer consejo que me diste ya te consideraba mi amigo.

Me acerca nuevamente a él solo que esta ve me envuelve en un abrazo y las palabras que dice en mi oído nunca serán olvidadas.

—Aquel hombre que esté destinado para ti será el pobre diablo más afortunado del mundo, Lilian.

—Aquel hombre que esté destinado para ti será el pobre diablo más afortunado del mundo, Lilian

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A que no se lo esperaban xD Y ustedes se preguntarán... ¿Entonces como queda este asunto? ¿Bastian volverá?

¿Ustedes que creen intocables? ¿Bastian volverá?

Teorías everywhere.

¡Penúltimo capítulo! espero que les guste :)

¡Penúltimo capítulo! espero que les guste :)

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
No es otra aventura sobre ruedas | Los Intocables #Extra2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora