Cuando una lágrima cae del cielo (HunHan)

Nunca más.

Xiumin 3:06 pm:
¡Luhan, Luhan! ¡Pasé el examen de admisión!

Luhan 3:08 pm:
Yo sabía que lo ibas a pasar, te lo dije baboso TT TT ahora ve a pinchar culos felizmente ♡.

Xiumin 3: 12 pm:
¿Me dejas pinchar el tuyo?

Luhan 3:15 pm:
Cuando te vea acercarte con una aguja a mi trasero, te echaré un gas. No es broma :@.

Me sentía orgulloso de mi mejor amigo, pero no pude evitar sentir un poco de envidia. Xiumin había presentado para la facultad de enfermería, ni siquiera yo esperaba esa noticia. Cada amigo que había hecho en la preparatoria, cada persona que conocía, había presentado y miraba como publicaban en sus redes sociales que habían pasado y comenzarían una nueva etapa. Ya me había hecho a la idea de que tendría que esperar un semestre, pero igual moría de ganas por ir a la universidad, aunque no estudiara literatura, quería ser alguien al menos.

— ¡Mamá! ¡Xiumin pasó el examen! —Ella sonrió, luego la sonrisa se esfumó de su rostro—. ¿Pasa algo?

— Ay Luhan... me encantaría tanto que tú también estuvieras ya estudiando— Su voz fue apagada, estaba triste.

— Pero el otro semestre podré presentar ¿no es así? Así que comenzaré a estudiar mucho y...

— —Tampoco el siguiente semestre— Dijo ella, yo me quedé helado—. Tenemos muchos gastos que solventar aun, tu hermana con el bebé, no se puede aún, Luhan...

— —Pero ustedes dijeron que solo sería un semestre— la voz se me apagó de un momento a otro, no quería llorar frente a ella—. Entonces puedo ir a trabajar ¿por qué no? Así juntare el dinero necesario- ella negó con la cabeza, comenzaba a dolerme de nuevo el pecho.

— Te necesito aquí, no puedo con todos los quehaceres de la casa y... no Luhan, debes esperar.

En algunas ocasiones, sentía que mis padres eran egoístas conmigo. "Debes ayudar a mamá" decía mi padre, yo sabía de ante mano que debía hacerlo. "No te quejes de la comida", sin embargo, nunca me queje de nuestro estado económico. "Deja de llorar, Luhan, hay gente peor", llorar no es quejarse, tan solo quería desahogarme. "Gracias por prestarnos el dinero, te lo vamos a regresar", sabía que ya no me iban a pagar esos ahorros que tan bien cuidaba, pero sentía que les debía, que era una boca más en nuestra casa y que necesitaba aportar. "Deja de comprar libros ¿para qué malgastar dinero en tonterías?" No eran tonterías, solo en las novelas lograba distraerme, por cierto, nunca les pedí ni un solo centavo para comprarme uno. "Ser novelista no te dejará dinero, mejor busca otra cosa", no escribía por dinero, escribía porque me quemaban las manos por hacerlo, porque es mi pasión, porque la literatura es algo que nos salva a muchos, es el lugar donde podemos sentirnos libres lejos de tanta mierda que hay en nuestro alrededor.

Eran tantas cosas que callaba y me aguantaba. No tenía una vida patética, mi familia me amaba, mis padres se preocupaban si enfermaba o me miraban deprimido, pero a veces eran tan... ariscos. Tan solo quería respeto hacia mis gustos. Si esto decían por mi gran fanatismo por la literatura y escritura, no quería imaginar que expresión de asco y decepción pondrían si les decía que era homosexual.

Me quedé acostado en la cama, mi sobrino estaba durmiendo a mi lado tranquilamente. No se me antojaba leer, mucho menos escribir desde hacía un mes, y aunque ya tuviera un trabajo en emisión y mis lectores me pedían un capítulo más, sencillamente no podía. No sentía ganas de escribir si Sehun no estaba allí animando; no debía depender de él de esa manera, pero no podía evitarlo. Había dejado de llorar tanto desde la noche anterior, pero, por todos los cielos, nadie debía ponerme Play me de Taemin o terminaría con los ojos rojos y hecho un rollito en la cama.