[Gay] Hermanados (En Pausa)

Capítulo 01

Año 2000

-Robert: Tenemos que hacerlo Miranda - le hablaba exaltado a su mujer mientras se pasaba una de sus manos por su negra cabellera
-Miranda: Estoy consciente de ello - hablaba nerviosa mientras se sostenía su gran panza debido al embarazo - pero es muy arriesgado Robert. Si alguien llega a saber algo nos van a perjudicar aun más
-Robert: No, no debes preocuparte de eso. Nadie va a saber nada - trataba de calmarla
-Miranda: si, pero que... - un dolor un la panza le impidió seguir hablando. Su fuente se había roto, el bebé, su quinto hijo estaba por llegar.

Rápidamente Miranda Hardy fue trasladada a una clínica para comenzar con el parto.

-Felicitaciones, tienen un hermoso niño - dijo la enfermera mientras luego de haberlo limpiado rápidamente se lo pasaba a la madre - cual es su nombre - pregunto con una sonrisa en su rostro
-Miranda: Fernando - respondió mientras sostenía al recién nació en sus brazos por unos segundos más.

Luego de que se llevarán al bebé, Robert se acercó a su mujer

-Robert: ¿Te encuentras bien?
-Miranda: Estoy bien - largo un suspiró - ve a ahora Robert, Habla con el doctor - su marido asintió y le dio un beso en la frente.

Un día después...

-Robert: toma - le entregó el bebé a uno de los empleados de su hacienda - encargate del niño
-Pero que quiere que haga con el bebé señor - hablo nervioso el joven empleado con el bebé ya en sus brazos
-Robert: ya te dije, desaste de el. No me importa como - uso un tono autoritario - Para todos este bebé nació muerto, y ya me encargue de los que lo vieron, ahora tu no vayas a decir nada
-Tranquilo señor Hardy - trato de calmar sus nervios - lo haré y no diré nada

El empleado se alejo de su jefe dirigiéndose a parte del bosque que rodeaba toda la lujosa hacienda.
Caminaba nervioso cargando al niño. No tenía claro muy bien como haría para deshacerse de el.
De sólo pensar que mataría a un inocente recién nacido, se asustaba más.

Mientras iba adentrándose más al bosque, sintió como si alguien más estuviera allí, se sentía observando.
Del miedo, colocó al niño viejo cesto que encontró tirado por ahi y lo puso en el río pensando que la leve corriente lo llevaria hasta el pueblo que estaba unos kilómetros cerca de la hacienda.

...

17 años después...

Federico y Amalia, dos personas humildes de 42 años se acababan de mudar a la capital de Buenos Aires con su hijo adolescente

-Amalia: Feliz cumpleaños mi amor - le daba beso en la mejilla a su castaño hijo
-Federico: Feliz cumpleaños Fer, ya estas enorme - le dio un abrazo
-Fernando: gracias papá, mamá Los quiero mucho - les sonrió
-Amalia: lamentamos no haberte podido regalar lo que querías hijo, pero no nos alcanzó la plata
-Fernando: no, descuiden. Enserio, estoy bien así. Me encanto el regalo.
-Federico: me alegra mucho que pienses así. Te educamos muy bien Fer - le colocó una mano en su hombro
-Amalia: ya acabamos de almorzar - comenzó a levantar unos platos de la mesa - ¿por que no vamos a conocer un poco la ciudad? - comentó emocionada
-Federico: si, es una buena idea. ¿Quieres Fer? tu eres el cumpleaños así que tu decides
-Fernando: si obvio -afirmó sonriente - sólo esperen que me cambie - comenzó a caminar al que sería su cuarto en la casa que se acababan de mudar
-Federico: si, ve - le dio un leve golpe en la cabeza mientras pasaba a su lado - presumido - rio
-Amalia: ¿me ayudas con esto mi amor? - Le pidió amable a su esposo que no dudo en aceptar el pedido
-Federico: ¿te encuentras bien Amalia? - le pregunto una vez que llegaron a la cocina y dejarán los platos en el lavavajillas - te noto extraña
-Amalia: ¿crees que fue una buena idea habernos ido del pueblo Fede? ¿Justo venir aquí? - lo miro algo preocupada
-Federico: sabes que es la única opción que teníamos. Ya no nos quedaba nada en Santa Rosa
-Amalia: ¿estas consciente que aquí corremos un gran riesgo no? - mencionó preocupada
-Federico: hey - la agarró de las mejillas - no te preocupes Todo va a estar bien - le dio un beso hasta que fueron interrumpidos por la voz de su hijo
-Fernando: Bueno, creo que ya estoy presentable. ¿Vamos? - les hablo sonriente a sus pares
-Federico: si, estamos listos campeón. Vamos a disfrutar tu dia - agarró de la mano a su esposa y los tres salieron de la casa rumbo a conocer la ciudad.