Caroline
Habíamos aterrizado en San Diego hace algunos minutos atrás, y ahora mismo caminábamos en dirección al lugar en donde se supone mi madre nos estaría esperando.
—Tu madre espera por nosotros ¿verdad? —cuestiona Ben mientras observa el folleto que nos habían entregado al bajar del avión.
—Así es —respondo comenzando a buscar con la mirada a mi madre —Dijo que vendría por nosotros para evitarnos la molestia de tomar un taxi —informo.
Una sonrisa se plasma en mis labios en el instante en el que reconozco el cabello rubio de mi madre, ella sonríe con emoción en cuanto nos localiza y eleva con mayor énfasis el cartel con nuestros nombres.
—Ahí está —susurro y Ben eleva la vista, lo observo sonreír al momento que toma una de mis manos y caminamos hacia el lugar en donde ella se encuentra. Prácticamente corro a su encuentro, cuando estoy entre sus brazos pareciera que todo lo malo que ha pasado en mi vida, se esfuma en cuestión de segundos.
Un solo abrazo de mi madre me ha reiniciado por completo. No sabía con cuanta intensidad la extrañaba hasta ahora.
—¡Oh, cariño! —pronuncia con emoción mi madre mientras me aferro a su cuerpo —te he extrañado mucho, hija.
—Y yo a ti mamá, no sabes cuánto —respondo con emoción.
Cuando nuestro emotivo encuentro ha finalizado, ella abraza a Ben.
—Hola Ben —murmura con cariño —me alegra verte de nuevo.
—Hola Gen —saluda Ben aceptando el abrazo de mi madre.
— Bien, el auto está afuera — dice y ambos asentimos. Caminamos detrás de mi madre y nos subimos al viejo pero cálido auto que conduce, Ben y yo miramos maravillados el lugar.
San Diego es un lugar muy bonito, había sido mi hogar por muchos años y me agradaba la idea de pasar más tiempo aquí.
— ¿Cómo han estado las cosas por allí? — cuestiona mi madre mirándonos por el espejo retrovisor.
— Bastante tranquilas — respondo — Había olvidado lo bello que era este lugar
Mi madre me sonríe y sigue conduciendo en silencio, Ben toma mi mano durante todo el camino hacia la casa de mi madre, no la suelta en ningún momento y eso me transmite un poco de valor.
Habíamos acordado hablar con mi madre sobre el tema de la adopción en la primera oportunidad que se nos presentara, no quería alargar más la situación. Quería que supiera lo que ocurría, no tenía por qué guardarle este tipo de cosas.
Nos detenemos frente a la casa que me albergó durante 18 años de mi vida, la fachada ahora está pintada de color marrón y las flores que mi madre suele cultivar nos dan la bienvenida con sus llamativos colores.
— ¡Hermanita! — La voz de Erika, mi hermana mayor por cinco años resuena por la sala. Una sonrisa inconsciente se plasma en mis labios y pronto tengo a un cuerpo colgándose del mío. La última vez llevaba el cabello rubio, ya que lo heredó de mi madre, pero ahora lo tiene teñido de castaño, sus ojos azules brillan de emoción cuando nos separamos. —Te hemos extrañado mucho — dice con sinceridad antes de volver a abrazarme.
— Yo igual las he extrañado — respondo. —No has ido a visitarme, así que he tenido que venir yo.
Ella suelta una sonrisa mientras niega, luego centra su atención en Ben. El recibimiento que le da es muy similar al mío. Ellos desde que se conocen se han llevado demasiado bien, y ahora a pesar de estar un poco distantes, pareciera que la amistad no se ha acabado.

ESTÁS LEYENDO
Lo que más deseo.
ChickLitSer madre es probablemente el sueño de toda mujer. Desgraciadamente no a todas les toca cumplir dicho sueño. Caroline es una mujer independiente, bondadosa y con un ferviente deseo de ser madre. Junto a Ben, su esposo lo han intentado innumerables...