La masa de agua que la rodeaba parecía aplastarla. Sus pulmones gritaban pidiendo aire y todo su cuerpo parecía arder.
La impotencia la consumía, y empezaba a aterrarse. Tiró de las redes violetas que la rodeaban con fuerza, pero un sólo toque fue suficiente para que el dolor de extendiera por su piel.
La gema se iluminó, las algas del fondo del lago se extendieron llegando hasta ella y empujándola hacia la superficie, pero aquella fuerza violeta no cedía. Sentía como el agua la empujaba intentando liberarla.
Las aureolas blancas crearon una bola en su mano, y esta misma rodeó el cuerpo de la joven. Sintió el mayor alivio de su vida al sentir el aire llegando a sus pulmones de nuevo.
La natural tonalidad oscura del agua no le permitía ver nada más allá que su propio cabello flotando a su alrededor. Sin embargo, pudo ver algo más.
La luz era de un hipnotizante color ámbar.
Sentía la necesidad de acercarse, una sensación de tranquilidad que ya era extraña para ella la inundaba y cada vez se acercaba más y más.La energía violeta desapareció, e iluminó su camino hasta la luz. Nadó hasta ella, encontrándose al llegar con que iluminaba una gran puerta.
Tocó el fondo del lago con sus pies inexplicablemente desnudos. Frunció el ceño, su ropa había sido sustituida por un vestido color violeta.
La puerta se abrió, y Bethany no dudó en cruzarla. Sus pies tocaron el frío suelo de lujoso mármol. Oyó cómo la puerta se cerraba detrás de ella, y sintió miedo al verse encerrada en aquel lugar.
Observó asombrada los lujosos y altos techos de el largo y ancho pasillo en el que estaba. El suelo era blanco y las paredes parecían ser de un fino oro. Su cuerpo y cabello estaban completamente secos.
Respiró con fuerza. Extendió sus manos a cada costado de su cuerpo,preparada para usar sus poderes si es que aquello era necesario. No tenía ni la más remota idea de cuál era ese sitio, ni de por qué una sensación de extraño bienestar la envolvía.
- Bethany.
La joven se giró al escuchar su nombre. La fina tela del vestido se movió brillante a la vez que la castaña veía a quién había dicho su nombre.
Era un hombre de corta edad. Sus ojos eran de un brillante y vivo azul y su pelo tenía un color rubio platino. Llevaba un traje blanco que le favorecía y resaltaba el color pálido de su piel. A pesar de que no le había visto antes, podía reconocerle. Las descripciones de Wanda encajaban a la perfección.
Pietro Maximoff.
- Ven por aquí.-dijo con un marcado acento.
Bethany se quedo estática. Su piel palideció
por completo. Cerró los ojos con fuerza, esperando así despertar de aquel alocado sueño. Sin embargo, cuando la luz volvió a iluminar sus ojos color avellana, seguía viendo a quien estaba en verdad muerto.El sokoviano se acercó a ella. Bethany estaba completamente paralizada. Ni siquiera se movió cuando Pietro puso sus manos a sus costados.
- Estás muerto.-murmuró la joven.
- Te equivocas. No podría dejar a Wanda.
Ella le miró aterrada al escuchar aquellas palabras pronunciadas con aquel marcado acento. Había algo en él que le inspiraba confianza.
Bethany pudo ver el suelo blanco y las paredes repletas de espejos, se vió a si misma y su expresión extrañada aumentó.
Sus pestañas estaban más largas y sus labios estaban pintados con carmín. Su pelo caía con ligeras hondas sobre sus hombros. El vestido enmarcaba las curvas que el pequeño sobrepeso le proporcionaba.
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(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.
Fanfiction" -Estaban enamorados. Se notaba por la manera en la que se miraban el uno al otro, cómo si tuvieran el secreto más maravilloso del mundo entre ellos." Donde los complejos y las inseguridades matan, donde la verdad es el objetivo mayor y el pasado d...