BAJO LOS LÍMITES -Genkai no shita de-

Capítulo 1: "Una mañana normal de un chico normal"

-Haber, déjame buscar el cliché en esta situación- me revolvía la cabeza pensando en porqué sucede esto -¿Me quieres decir que ella viene acá?- le pregunté a la profesora

-¿Qué acaso no escuchas, idiota? Debería de llegar ahora mismo, la clase ya va a empezar- me responde la profe

No debería de sorprenderme que suceda esto, pero ¡¿Por qué ahora?! Bueno, mejor es esperar a ver lo que sucede, no me gustaría llevarme un mal gusto de todo esto. Si es así como yo estoy pensando, podrían suceder muchas cosas, bueno da igual, voy a mi asiento al lado de la ventana así todo cliché.

Al tocar el timbre y al entrar a la sala, cada uno se situó en su lugar asignado, esperando a la profesora empezara la clase, pero ella dio la noticia de una alumna que tuvo que salir del curso por razones "x" y que dejó una vacante para el curso, ahí empieza todo. Argumenta que la vacante ha sido ocupada y que supuestamente hoy debería de llegar la alumna nueva. Al terminar de decir eso, la puerta se abre rápidamente de un golpe, se escuchan ruidos cansados, gotas de sudor, labios secos, mala respiración por el cansancio. Llegó la nueva alumna al salón y la profesora hizo que se presentara.

-Un gusto, mi nombre es Victoria Koyosaki, tengo 17, seré compañera de ustedes de ahora en adelante, puedo controlar el frío a mi gusto, espero que nos podamos llevar bien-

Una presentación digna de una tipa famosa.

-Ok ahora puedes sentarte, lamentablemente solo queda un asiento al lado de ese- termina de hablar la profesora apuntándome a mi

-Yo creo que no sería lamentable- dice Victoria sonriendo

Ahora que chingados hice para que tenga que soportar otro dolor de cabeza, suficiente tenía con la profe y mi compañera de asiento, ahora que se fue pensé que todo era paz y tranquilidad, pero no, llegó otro dolor de cabeza más y yo tendré que controlarlo.

Terminadas las clases fui donde la profesora, y le pregunté por qué ella tenía que estar aquí y blablablá.

-¿Que ganancias obtienes al hacerme sufrir, maldita?- le dije molesto

-Diversión, ah, y si sigues haré que sigas molesto para reírme aún más Jajajaja- se ríe la muy cabrona

-No serías capaz-

-¿A sí?- asoma su cabeza a la sala –Vic, ven un poco- mueve la mano en forma de "acércate" –De ahora en adelante estarás bajo la custodia de Milo, si tienes alguna duda pregúntale a él, y si quieres algo más, ahí lo tienes- se retira

Que mal día, por favor que pueda parar ya, primero el que llegara es chocante, pero el que tenga que cuidarla como si fuera una mascota ya es como mucho.

-Soy Victoria, pero me puedes decir Vic, ¿Cuál es tu nombre?-

-Ah, yo soy Milo, Milo Ichijou, y espero que no molestes mucho-

-¿No como la otra vez?- queda mirando al suelo

Al escuchar eso, me sorprendí, fue como una cachetada para poder volver a la realidad, una situación muy fría, me asusté a la primera pensando en que es lo que ella sabe.

-Oye, ¿Ah qué...-

-Oh, ya es hora de volver a clases, te espero en la sala- Victoria me interrumpe, así saliendo de mi vista

El término de la escuela fue lo único que esperaba con ansias, al salir me fui con mucho cuidado esperando a que ella no me viera y me dejara en paz en el resto del día, pero lo que sucede es que no fue así, con suerte di un paso y ella apareció en frente de mí.

-Ahora que quieres, ¿No fue suficiente con lo de la clase? ¿No entiendes algo?- le pregunto apurado

-N-no, solo quería saber si podemos caminar juntos hasta nuestras casas- me pregunta ella con un poco de vergüenza

-¿Eh? Bueno, será, vámonos- le digo un poco malhumorado

¿Qué, acaso no puedo por lo menos terminar bien mi día? Oh por favor, espero que no viva tan cerca de mí, al acercarme a mi casa me despido de ella.

-Nos vemos-

-¿Por qué vives en mi casa?- me pregunta ella extrañada

-¿Mmmm? ¿Tú casa? Siempre he vivido aquí- igual estoy extrañado

-Eh, estoy segura que esta es mi casa, arriendo una habitación justo en una casa igual a esta- me dice ella

En ese momento veo a mi madre abrir la puerta de mi casa.

-Ah, Victoria, vienes a por tu habitación ¿No?- dice mi madre feliz

Al escuchar eso de mi mamá, los dos quedamos plasmados, impresionados por la situación. Sin decir ni una palabra entramos a mi casa que sorpresivamente también es su casa, saludamos a mi padre que estaba tomando café, y nos sentamos en el mismo sillón. Mi madre me explicó que ella se había ofrecido a Victoria a que arriende un cuarto en nuestra casa, diciendo que no tenían hijos para que ella aceptara fácilmente, pero su idea original era para reencontrarnos y que por lo menos fuéramos amigos.

-Me iré a mi cuarto- -Yo igual- dijimos los dos al mismo tiempo

-Alto, Milo, ayúdame con algo acá- interrumpe papá

Victoria sube al cuarto y cierra la puerta, mi madre muerta de la risa vuelve a la cocina para terminar la cena. Al término de haber ayudado a mi papá, me retiré a mi cuarto, pero cuando abro la puerta veo a Victoria desnudándose, en ese mismo instante supe que el cuarto que ella arrendaba era mi cuarto que, sospechosamente, tenía dos camas.

-Por favor vístete ya- le digo mientras me doy la vuelta

-Q-que ¿A caso no te gusta lo que miraste?- me dice avergonzada

-¡Claro que me gustó!- le respondí de forma segura y seria –Pero no, quiero estar tranquilo, que no se vuelva a repetir lo de hace 7 años, todo por mi culpa, y teniéndote aquí cerca creo que puede suceder lo mismo, por eso quiero llevar las cosas pacíficamente-

-Pe-pero, ya no va a ser así, te lo prometo, no quiero que eso vuelva a pasar, no quiero volver a distanciarme- me dice media triste

-Solo vístete y ahora, por favor-