-De que hablaban chicos?- dijo Cameron sonriendo.
-Será una larga tarde- susurro molesto Jacob
Entramos a la heladería, Jacob pidió un helado de limón, Cameron uno de chocolate y yo uno de fresa, estaba en la mesa sentada frente a Jacob, la mesa era pequeña lo que nos acortaba la distancia.
-Que tal esta tu helado?- sonreí
-Quieres probar?- sonrió Jacob
Yo abrí la boca en respuesta, el tomo un poco de helado en su cuchara, estaba a punto de darme pero...
-Lo siento chicos, me tropecé con las agujetas de mis tenis- dijo Cameron
Cameron cayo en la mesa evitando que Jacob me diera de su helado.
-Amarra las- dijo Jacob enfadado
Yo solo golpee mi mano contra mi frente.
-Ire por otra cuchara- dijo Jacob, ya que cuando Cameron cayo en la mesa, este hizo que se le cayera la cuchara
Voltee a ver a Cameron enojada, el reía.
-No te rías- me gano la risa a mi también y reí
-Admite que fue divertido- dijo entre risas
-Solo cuando caíste- reí
-Oye- me dio un leve golpe con su hombro
Fue una larga tarde y fue un desastre, cuando Jacob trataba de hacer algún gesto lindo hacia mi o algún cariño, Cameron siempre estaba ahí para arruinarlo, se dedicó a hacer que todo lo que Jacob intentará hacerme lo arruinara, nos subimos al auto de Jacob, ambos íbamos en frente y Cameron atrás, no tardamos mucho en llegar, Jacob se despidió de mi y se fue.
-Oye ______(tn), quieres hacer algo?- me pregunto Cameron
-Como que?- reí
-Pues digamos que ayer Nash me dejo inconsciente entonces me vengare- sonrió
Yo reí.
-Que le harás?- pregunte
-Ya veras-
Estaba en la azotea de la casa de Cameron, el sol ya se estaba ocultando y se veía muy hermoso desde donde estaba, Cameron subió con una cubeta de pintura blanca, y la puso pegada al borde del techo, lo mire extrañada, el me hizo una seña con su dedo índice para que esperara, yo reí, el saco su celular y empezó a marcar un numero, después puso el altavoz.
-NASH NO ME VAS A CREER VEN!- grito muy fuerte haciendo una cara graciosa
-Pero ahora que rayos Cam?- dijo Nash
-VEN ES URGENTE!-
-Pero es que yo...,-
-Te espero en veinte minutos- dijo Cameron en un tono gracioso interrumpiendo a Nash
-Odio cuando me haces esto- colgó Nash
No me aguanté más y reí.
-Ustedes siempre son así?- reí
-Pues si, para estar a mano-
Negué con la cabeza, justo como le dijo Cameron, Nash llego en veinte minutos, la puerta de Cameron estaba cerrada y empezó a tocar, Cameron me hizo señas para que lo ayudara a subir la cubeta en la bardita y recargarla, después la abrió y la empezó a ladear hasta que quedo acostada y toda la pintura cayo sobre Nash, Nash tenia los brazos abiertos tratando de entender que había pasado, se limpió la cara y volteo hacia arriba donde Cameron y yo moríamos de risa, el nos fulmino con la mirada.