Repasó en su cabeza que todas sus pertenencias estuvieran dentro de la maleta. Suspiró con fuerza, le gustaría tener a Peter detrás de ella insistiendo para que escribiera la lista sobre papel, pero aquello ya era más que imposible.
No quería irse, la casa de May era el mejor lugar donde ella podría estar. Colocó mejor las almohadas, repasando con la mirada que lo había dejado todo en orden.
Cerró la puerta de la habitación de invitados, su sangre se congeló al ver la puerta de la habitación de al lado al igual de siempre, entre cerrada. No había tenido valor de entrar, May tampoco por lo cual estaba tal y como Peter la había dejado.
Sabía que tenía que hacerlo. Iba a irse por mucho que no quisiera y al menos esperaba que el entrar allí donde él pasó sus minutos la reconfortara en parte.
Empujó la puerta con un sólo toque. Un nudo apareció en su garganta cuando aquel característico olor a cítricos apareció. Avanzó a pasos lentos. Todo estaba igual, parecía la recreación de un pasado lejano al que jamás podría regresar.
Todo estaba tal y como ella lo recordaba; la cama perfectamente hecha, el armario colocado e incluso llegó a ver el traje antiguo de Spiderman en una caja. La litera de arriba desordenada hasta decir basta, sus chaquetas puestas en perchas y montañas de apuntes sobre su escritorio.
La joven sonrió. Se preguntó qué habría pasado si su propia madre no le hubiera matado dos semanas atrás, se preguntó si habría llegado a dormir con él, si habría leído uno de los antiguos libros que había en su estantería mientras él intentaba arreglar uno de sus cachivaches.
Vio con lágrimas en los ojos su sudadera favorita sobre el respaldo de la silla. La cogió con cuidado, acariciando la tela, llevándola hasta su pecho y estrujándola contra sí misma.
Apretó la prenda entre sus puños mientras las lágrimas bajaban. Quiso gritar de dolor al ver el corcho lleno de papeles con números, diseños de prototipos, y entre todo aquello, fotografías.
Vió a Ned junto a Emily, bromeando. No sabía de qué día era aquello, pero daba igual. Ya no podría preguntarlo. Vió a Peter junto a May, su respiración se volvió entrecortada al ver que estaban en un playa sumamente parecida a la que ella misma había visitado con él.
El mundo se calló a sus pies cuando se vió a sí misma. Ni siquiera sabía que aquella foto existía, y para su parecer salía horrenda, como siempre, pero Peter la tenía enmarcada. Su pelo estaba más corto y su cara un tanto más gorda, su pecho brillaba y sus ojos estaban entrecerrados por la potente luz del sol. Sonreía sin mostrar sus dientes.
Dios, ¿por qué Peter se había enamorado de ella? Merecía algo mejor, y él ahora se había ido, sin tiempo para darse cuenta de que merecía más.
Cerró los ojos con fuerza. Necesitaba alejarse de todo, de todo aquello que le recordara a él. Aunque de todos modos no iba a poder alejarse de sí misma.
- ¡Bethany!-gritó May desde abajo.
La joven respiró con fuerza, intentando recomponerse.
- Voy.-dijo en voz baja. Sacudió la cabeza.-¡Voy!
Besó la sudadera antes de dejarla donde estaba. Giró sobre sí misma, intentando dejar en su memoria todos los detalles de aquella sala.
Salió. Cerró la puerta y dejó su vista sobre la vieja madera. Le había querido, le quería y le querría toda la vida. Porque él había sido su todo, lo era y también lo sería para siempre.
Él era su fuerza y eso no iba a cambiar. Pero ella había jurado venganza y no podía lograrlo si estaba encerrada en cuatro paredes llorando cada vez que el más mínimo recuerdo llegaba a su mente.
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(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.
Fanfiction" -Estaban enamorados. Se notaba por la manera en la que se miraban el uno al otro, cómo si tuvieran el secreto más maravilloso del mundo entre ellos." Donde los complejos y las inseguridades matan, donde la verdad es el objetivo mayor y el pasado d...