Capítulo 15: Un mal día

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He tenido un día muy complicado y no me apetece dar explicaciones a nadie.

Tengo asuntos por los que preocuparme:

Me han cateado en francés con un dos, no puedo mirar a Mario a la cara y me duele la cabeza.

-¡Ei! Estás aquí. ¡Menos mal! Llevo media hora buscándote.

- Ah, hola Carla.

-¿Que te pasa? Te veo preocupada,.no has abierto el pico en todo el día, es extraño, con lo habladora que tu eres...

- A veces uno no habla porque no tiene nada que decir. -dije en un tono seco y malhumorado.

-¿Pero se puede saber que demonios te pasa? No parece que seas la Miranda de siempre.

-¿Tú nunca tienes días malos? No me apetece estar con nadie ni hablar de nada. ¿Te importaría dejarme sola?

-No te entiendo.

-No necesito que me entiendas.

-Solo estaba tratando de ser amable preocupándome por ti, pero ya veo que no valoras las cosas.

-Vete, por favor.

Se gira y se larga, ¡por fin estoy sola!

Media hora después veo como alguien me llama, pero no puedo reconocer su voz, se oye demasiado lejos; hasta que veo una silueta alargada y deduzco quién es sin apenas esfuerzo.

Mario otra vez, ¿es que no se puede estar sola ni un momento? ¡Que agobio, dios!

-¿Dónde te habías metido? Me tenías preocupado.

-Pues he venido aquí ha que me dé el aire.

-Miranda, sé que lo que te dije ayer te alarmó, pero todo es muy sencillo. -Claro, para ti sí, pero no para mi.

-No sabes como me siento.

-Pues explícamelo tú. A lo mejor me entero de una vez por todas.

-Me siento culpable por perder la amistad que tenemos. Soy un estúpido.

Yo si que me sentía estúpida, Mario no merecía la forma en que lo estaba tratando.

-No te sientas culpable, no es culpa tuya.

-Algo me dice que tú no sientes lo mismo, pero no sé que pensar. Me quedaría más tranquilo si me explicaras como te sientes.

En aquel momento me sonó el móvil, era mi madre.

Lo verdadero siempre perduraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora