Capitulo 1

24 3 2
                                    

EMMA

Desayune en completo silencio, estaba enfadada con mis padres y ellos se mostraban bastante incómodos por mi enfado, mis maravillosos padres habían decidido hacer una mudanza express, habían recogido todas las cosas la mañana anterior para después arrastrarme a otra ciudad a vivir en una casa que habían comprado meses antes, ¡y no me habían dicho nada!

Ahora mismo los odiaba, y ellos lo sabían, era mejor que no intentarán hablar conmigo porque terminaría yéndome de casa. Era mayor de edad, podía hacerlo, pero no lo había hecho porque mis padres no estaban preparados.

Me levante sin ninguna expresión y subí las estúpidas escaleras hasta llegar a mi estúpido cuarto nuevo de mi estúpida casa nueva.

Estúpida "mudanza express".

Entre al baño que había dentro de mi habitación y me cepille el pelo maldiciendo todo lo que veía.

Mi pelo era simple, marrón y liso, no tenía mucha complicación, lo que más destacaba de mi cara era mi tatuaje, este daba la impresión de que tenía la boca cosida, también tenía un piercing en mi ceja derecha. Observé mi atuendo, llevaba unos pantalones negros que tenían las rodillas rasgadas, una camiseta morada y unas converse también negras.

Cogí mi mochila y baje las escaleras para después salir por la puerta sin despedirme, subí a mi coche y me dirigí hacia mi nuevo instituto.

Todo mi odio se vio dirigido a los diferentes estudiantes que se encontraban dispersos alrededor de la entrada del instituto, estos dirigieron sus miradas a mi coche nada más aparcar, me puse mis gafas de sol, tapando de esta manera mis ojos verdes, y baje del coche maldiciendo una y otra vez a mis padres.

¡¿Porqué teníamos que mudarnos?! ¡¿Era necesario?!

Me adentre en mi nuevo instituto rodando los ojos, todos me miraban espantados, impresionados y sorprendidos, estaba cansada de todas las miradas.

¿Nunca han visto un tatuaje o simplemente son idiotas?

Los primeros diez minutos de mi primera clase me los pase dibujando en mi mesa, estaba aburrida y no levantar la mirada era una forma de evitar las miradas, pero cuando la puerta se abrió todas estas parecieron abandonarme.

Amo, con todo mi estúpido corazón, a la estúpida persona que ha decidido abrir esa estúpida puerta.

Escuché como el profesor, al cual no había visto ni una sola vez porque lo había estado ignorando durante toda la clase, le indicaba a la persona que había abierto la puerta que se sentará con "la nueva que no presta atención a mi clase".

Estúpido profesor, cuando digas algo interesante te escucharé.

Un chico tomo asiento a mi lado, pero lo ignore hasta que, minutos después, él hablo.

-Bonito dibujo-alago con tono burlón. Mi mesa estaba cubierta por un dibujo inacabado de mi antigua casa.

Mire por primera vez la chico y, como todos, se sorprendió al verme, la diferencia fue que yo también me sorprendí, era un chico bastante atractivo, por no decir que era un estúpido dios, tenía los brazos tonificados y tatuados, pero lo que más me gusto fueron sus ojos, eran negros. Vale, unos estúpidos ojos negros, son normales, pero los suyos no, parecían hipnotizarte, eran profundos e intensos.

Los dos dejamos de mirarnos lo que parecieron segundos después, cuando la clase finalizo, me levante de mi asiento y camine hacia la salida, pero no llegué a salir cuando escuche hablar al profesor.

-¿Emma?-me gire hacia él y su boca se abrió ligeramente-Eh... mmm... ¿puedes hablar?-quise golpearme al escucharlo, parecía tener miedo.

No soy un demonio, por favor, no sean exagerados.

Asentí molesta en respuesta y me cruce de brazos, los estudiantes habían realentizado su paso para intentar escuchar nuestra conversación.

-Bien, quería pedirte que prestarás atención a mi próxima clase, economía es una materia bastante importante y para algunos resulta complicada.-me encogí de hombros, di media vuelta y desaparecí por la puerta dejándolo confundido.

Sabía que economía era una materia importante y también sabía que debía prestar atención, no hacía falta que me lo repitieran, pero la odiaba y me resultaba imposible escuchar al profesor o simplemente fingir que me importaba.

Cuando las clases terminaron yo estaba que echaba humos, todos me miraban, cuchicheaban y criticaban, ¡incluso los profesores!, me había mantenido en silencio todo el día y eso parecía incomodarlos, normalmente me hubiera defendido al escucharlos hablar de mí, pero era increíblemente divertido saber que tenían miedo por el simple hecho de que no había abierto la boca.

Aunque había decidido que mañana si hablaría para terminar con las habladurías, ya me había divertido lo suficiente hoy, debía defenderme y es lo que haría.

-¿Cómo te ha ido, Emma?-la voz de mi madre fue lo primero que escuche al entrar en mi nueva casa, la mire fijamente y enarque una ceja-Sé que te costará adaptarte a la nueva casa, al instituto y encontrar nuevos amigos, pero necesitábamos olvidarlo todo.-mire a mi madre furiosa y ella se percato de su error.

Nunca le perdonaré lo que ha dicho.

-¡¿OLVIDARLO TODO?! ¿EN SERIO?-lancé mi mochila al sofá furiosa-¿QUIERES OLVIDAR A PABLO? ¿ESO QUIERES?-me acerque rápidamente a mi madre y, sin dejarla responder continué hablando, esta vez en un susurro-Está bien, todo es perfecto, olvídate de Pablo y olvídate de mí, olvida que tuviste dos hijos porque, a partir de ahora, ya no tienes a ninguno.-subí lo más rápido que pude las escaleras y cerré de un portazo.

Las dos sabíamos que yo estaba realmente furiosa y que ella había cometido un grave error, yo nunca tomaba buenas decisiones estando enfadada, pero esperaba que esta vez acertará.

Me mudaría.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Aug 17, 2018 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Emma.Where stories live. Discover now