Hope siempre había dependido de su hermana para la gran mayoría de las cosas, al ser un asco interactuando con cualquier otro ser humano se le dificultaba encontrar a alguien con quien hablar libremente, por eso cuando se entera que su hermana plane...
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—El amarillo me queda mejor —dije pasando la percha sobre mi cabeza para ver mi reflejo en el espejo—. Ojalá midiera cinco centímetros más.
—Ponte el celeste, sino pareciera que estás haciendo cosplay de Bee Movie —mencionó Wendy.
Me volví a colocar el suéter color celeste con el bordado de un arcoíris para ver cómo me quedaba, pero aún no me convencía del todo. Hubiese sido mejor si hubiera lavado el rosa que usaba siempre, pero estaba debajo de una gigantesca pila de ropa sucia que había olvidado darle a mi mamá.
—Jamás te vi tan preocupada por cómo estás vestida —mencionó mi hermana de la nada con la boca llena—. La última vez fuiste al supermercado con la capa esa de Harry Potter.
—Una cosa es ir a comprar, otra es salir con Lucy.
—¿Por qué? Da lo mismo, no tendrían que opinar sobre tu atuendo —protestó—. Además Lucy parece, no sé, una mala copia de Regina George, como la de esa peli de Disney que vimos juntas.
—¿Mandy?.
—¡Mandy! Bueno, eso parece Lucy —opinó mi hermana—. ¿No eras amiga de ese al que le gustaba Mizuno Ami y los fanáticos de Yukito? No necesitas a Lucy y su pelo Pantene.
En realidad si necesitaba a Lucy y sus amigas pelo Pantene, pero Wendy no lo sabía y si tenía suerte nunca iba a descubrirlo hasta que lo solucionara por mi propia cuenta. Quería llevarme bien con ellas y, por sobre todas las cosas, no quería que me odiaran, no tenían intenciones de ser algo más que una amiga para Timothy y estaba dispuesta a demostrarlo hoy frente a Julie, por lo que quería verme bien.
—Quiero caerle bien a Lucy —dije acercándome a la computadora donde se encontraba mi hermana en pijama, comiendo cereales de chocolate en la sala de su departamento compartido—. No tengo amigas, Wendy, ¿acaso olvidaste ese asunto importante?.
—No es importante, por eso lo olvidé. —Se encogió de hombros—. Sabes que tengo un sexto sentido para estas cosas, Mandy no es buena opción para amiga.
—Lucy no es mala.
—No verías a un maleante ni aunque te estuvieran robando en tu propia cara, Hope. Recuerda que eres como comida para bebés.
—¿Rica?.
—Blanda —me corrigió—. Si no le caes bien a Mandy y su grupito da igual.
No quería hablar porque sabía que iba a terminar soltando la verdad escondida detrás de esta salida y probablemente Wendy confirmaría su teoría de que era comida para bebés.
