capitulo 1

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Año 2014

 

Payton

Si  mis cálculos no me fallan cuando gire en esta vuelta glúteos de acero hará su aparición de todos los días. Desde hace dos semanas lo único que le da sentidos a mi mañana es verlo correr con esos pantalones cortos negros y esa remera gris de mangas largas, que la verdad no entiendo como soporta con el calor que está haciendo.

Por lo general todos los días a la tarde  me dirigía al parque a entrenar con mis rollers, si quería patear traseros en el campeonato de roller Derby debía mejorar mi velocidad, en la parte del contacto no tenía problemas, sabia bloquear y dar muy buenos golpes pero en velocidad estaba algo lenta, no es que me quisiera dedicar profesionalmente a esto, pero me ayudaba a liberar tenciones, y había hecho muy buenas amigas por lo que no quería fallarles y además Zoe me veía como una súper mama cada vez que me venía a ver en las competencias.

 Pero como la temperatura había aumentado y zoe había comenzado el jardín se me dificultaba seguir entrenando por las tardes por lo que comencé a despertarme más temprano por la mañanas y entrenar antes de comenzar el día, y fue así como conocí a glúteos de acero.

El primer día que lo vi capto mi atención totalmente, y como no hacerlo si es absolutamente hermosos, ojos marrones, pelo castaño, cuerpo atlético y el trasero más hermoso que vi en mi vida.

 De hecho todas las mujeres que corrían a esa hora se quedaban como bobas viéndolo correr. Pero el parecía no notar a nadie. Algunas veces lo vi aparecerse con una rubia, que no voy a mentir era mucho más que atractiva, ella por lo general no podía seguir su ritmo y terminaba recostadas tomando sol esperando que el completara su rutina. Yo solo podía desear que sea una hermana o una amiga, en verdad esperaba que ella no fuera su novia.

Pero para lo que estaba a punto de ver no estaba preparada. Como lo había anticipado glúteos de acero hizo su aparición, pero esta vez no llevaba remera alguna. Sus brazos estaban absolutamente tatuados, su abdomen era plano y marcado con ocho cuadraditos como una tableta de delicioso chocolate. El noto que lo observaba porque juro que vi una sonrisa formarse en su cara, siguió su camino y yo gire mi cabeza para apreciar la vista por detrás. El tatuaje de unas alas negras cubrían la totalidad de su esculpida espalda que brillaba debido al sudor provocado por el entrenamiento, bajando la vista un poco mas apareció la razón de su muy merecido apodo.

Creo que me quede contemplándolo más de lo políticamente correcto porque él se giro y me volvió a dedicar una sonrisa, pero por la vergüenza de ser atrapada me gire rápidamente y me lleve por delante la gigante rama que un perro estaba arrastrado.

Decir que me caí es poco, prácticamente volé como un metro apoyando mis manos en el piso de asfalto al caer para no darme en la cara ya que no llevaba casco, lo sé es imprudente pero me siento ridícula fuera de la pista con él.

El canino siguió su curso y yo me logre sentar fuera de la pista para que nadie me lleve por delante, sentía un leve dolor en el tobillo por lo que decidí inspeccionar un poco sacándome mis rollers, pero cuando estaba a punto de hacerlo unas manos varoniles y firmes atraparon las mías.

-no hagas eso, si esta doblado podrías empeorarlo.

Levanto mi vista y ahí estaba glúteos de acero observándome. Y recordé el porqué de mi caída poniéndome absolutamente colorada.

-está bien, creo que no es nada- alejo lentamente sus manos para poder liberar mi pie.

-al menos déjame ayudarte- ahora es él quien saca mis manos y comienza a desatar mis cordones, luego me saca mi media e inspecciona mi pie, lo cual se siente sumamente bien.

golpeando fuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora