(Últimos capítulos de la primera parte.)
Bethany se quedaría toda la vida mirando los movimientos de Peter. Había hecho buenas migas con los hijos de Clint, y llevaba ya bastante tiempo jugando al fútbol con ellos.
Ella se quedaba embobada mirandolo a él, sonriendo, riendo, siendo feliz. Si él estaba bien, ella también lo estaba, y aquello era algo que ambos sabían, y que se cumplía también al contrario.
Miró hacia su derecha. Había encontrado un buen sirio sentada en la hierba, con el gran pastor alemán* protector de la casa a su lado. Visualizó a Clint hablando con Laura. Él agarraba fuertemente las delgadas manos de su mujer.
La joven frunció el ceño. Clint hablaba demasiado rápido y ella negaba con la cabeza. Siguieron así durante un par de minutos. Clint acabó abrazándola como si su vida dependiera de ello.
- Beth.-la llamó Peter acercándose a ella.
La joven le miró, con una pequeña sonrisa en el rostro.
- Vamos a dar un paseo, esto es enorme.
Ella asintió y cogió la mano que Peter le ofrecía. Él no la soltó. Avanzó tirando de ella sobre la hierba.
- Mañana por la noche voy a ir a cenar con May.-dijo él cuando llegaron a la zona del bosque.-¿Quieres venir?
- Sí, claro.-contestó Bethany.
El sonrió plenamente.
- Bethany.
La joven se giró y se sorprendió al ver a una sonriente Laura avanzar hasta ella. Peter pudo ver que había restos de lágrimas en sus ojos, al igual que las vió el día en el que por fin habían hablado.
La mujer dejó su delgada mano sobre el hombro de la joven. Suspiró, como si buscara las palabras correctas, y luego le dedicó una sonrisa dulce.
- Tenemos caballos, tal vez os gustaría dar una vuelta.
Ella miró a Peter, que asintió sin dudar.
- Vamos entonces.-sonrió la mujer.
La siguieron hasta la parte trasera del granero, allí donde entre vallas había varios caballos. Eran preciosos. No era la primera vez que ella veía caballos, pero era amante de aquellos animales.
Se quedó absorta cuando vio el pelaje negro y reluciente de el que estaba separado de todos los demás. Se acercó hipnotizada.
- Bethany, cuidado.-dijo Laura cortando su conversación con Peter.-Es imposible de controlar. Es un pura raza española.
La joven miró al animal a los ojos, el cual no apartó la mirada. Relinchó. Pudo notar como Clint se acercaba, seguido por Natasha y Wanda.
El caballo se alzó sobre sus patas traseras, haciendo resaltar a Laura. Sin embargo, Bethany no sintió ningún miedo.
Su pecho se iluminó ante la atenta mirada de Peter. Las aureolas verdes avanzaron poco a poco rodeando al espécimen. Se acercó con paso elegante hasta Bethany, que dejo su pálida mano sobre la frente del animal. Sonrió.
- Papá.-dijo la hija de Clint.-¿Cómo lo ha hecho?
- No tengo ni la más remota idea.-contestó el arquero, aún alterado por la charla con Laura. Cogió una silla y se acercó allí donde Bethany acariciaba al animal.
Lo ensilló. Le dedicó una pequeña sonrisa a Bethany antes de agarrar su brazo y su pierna para ayudarla a subirse.
- Ten cuidado.
Ella asintió, pero no quitó la mirada de los claros ojos de el arquero. Sabía bien que había algo que él ocultaba, pero no tenía el valor de preguntar el qué.
Fué él quien apartó la mirada, dando dos golpes en el lomo del caballo haciendo que este avanzara.
Bethany sonrió en dirección a Peter, que se veía mas guapo de lo normal, si es que aquello era posible, subido a aquel caballo de un reluciente blanco dedicándole una de esas sonrisas que la volvían loca.
Tal vez debió mirarle más tiempo.
Él hizo un gesto con la cabeza, agitando las riendas y avanzando hacia la zona boscosa. La joven le siguió.
Se quedó embobada apreciando el entorno, el olor a naturaleza pura, el lejano sonido del agua del lago, el movimiento elegante del caballo y simplemente de la compañía de Peter.
- ¿Te he dicho lo guapa que estás hoy?
La joven abrió los ojos como platos y se sonrojo. Miró a Peter por encima de su hombro.
- ¿Qué?-dijo él sonriente encogiéndose de hombros.-Digo la verdad, y además es algo que te digo poco.
- Oh, cállate.-rió ella.
Avanzaron hasta un pequeño claro, desde el que se veía un pequeño pueblo a unos 100 metros. Visualizó a Peter parar y bajar del caballo, acariciándolo con delicadeza y dejándolo pastar.
Se acercó a Bethany y sujetó con firmeza sus huesudas caderas, haciendo que un gran escalofrío la recorriera de pies a cabeza. La bajó del caballo y la besó cortamente.
Se tumbó en la hierba ocupando todo el espacio posible, como hacía siempre. Ella sonrió antes de tumbarse a su lado, dejando su cabeza sobre el trabajado pecho de Peter y apreciando el sonido de los latidos se su corazón.
No quería que aquel momento acabara. Todavía no se explicaba cómo alguien como él se había llegado a fijar en ella. En una chica simple, con ojos comunes, pelo común, tono de piel común y personalidad común.
Claro que ella no sabía que a ojos de Peter ella era única, y que todo aquello que la joven odiaba de si misma era lo que él más amaba de ella.
Cogió aire. Necesitaba decirlo de una vez.
- Te quiero.
A Bethany le faltó el aire. Le miró estupefacta y nerviosa a la vez. ¿Lo había dicho de verdad o era una de las estúpidas ilusiones de su mente?
Sin embargo, se aferró a él como un moribundo se aferra a la vida, y a Peter no le hicieron falta palabras.
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(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.
Fanfiction" -Estaban enamorados. Se notaba por la manera en la que se miraban el uno al otro, cómo si tuvieran el secreto más maravilloso del mundo entre ellos." Donde los complejos y las inseguridades matan, donde la verdad es el objetivo mayor y el pasado d...