Mi pesadilla pelirroja [Fanfic CDM] [Castiel x Sucrette]

Capítulo 3

< Christy >

El bar donde trabajo abría la sala de fiestas todos los viernes por la noche para entretener al público con algún que otro espectáculo. Pero cuando el número de clientes comenzó a bajar, tuvimos que dejarlo de lado por escasez de dinero. Lysandro junto a su hermano y Frank tuvieron la idea de formar un grupo y así atraer clientes, pero le faltaba un guitarrista. ¿Como iba a pensar que acabaría siendo Castiel? Bien, relájate Christy. Esta noche tocarán por primera vez, solo espero que ese chico no líe las cosas y acabe ahuyentando a la poca clientela que tenemos.

La oscuridad fue apoderándose del cielo y los chicos comenzaron a preparar el escenario mientras Priya y yo nos ocupábamos de atender a las mesas. Una vez distribuida la iluminación y colocados los instrumentos, mi amiga y yo abrimos la sala de fiestas y las personas comenzaron a entrar tomando asiento en diferentes lugares.

-¿Crees que irá bien?

-¿Con Castiel? Imposible. -Priya rodó los ojos y me pellizcó el brazo. -¡Ay! ¡Eso duele!

-¿No me digas? Vamos, confía en el pobre chico, quizá te sorprenda. -Guiñó un ojo y se acercó a una pareja para tomarles nota. Puede que Priya tenga razón, es cierto que Castiel es un engreído, un estúpido, un arrogante, un egocéntrico y sobre toooooodo un pesado. Pero gracias a él tenemos el guitarrista que nos faltaba. Creo que le daré un voto de confianza... ¡Solo uno!

-Recuerdame que esta sea la última vez que le pida ayuda a Rosa. -Al dar media vuelta tuve que llevarme una mano a la boca para contener la risa. Lysandro iba vestido con unos pantalones negros rasgados, un collar de pinchos, varias pulseras de tachuelas, unas botas negras y un chaleco gris que dejaba ver todo su torso. Además tenía una pequeña estrella negra pintada en la mejilla.

-¡Te queda bien!

-Está muy feo decir mentiras.

-No es una mentira, tu look es muy... original. -No pude contener la risa y estallé en una carcajada. Era un conjunto que jamás llevaría Lysandro, no parecía ni él.

-Creo que iré a cambiarme. -Antes de que pudiese marcharse le tomé del brazo.

-Espera, puede que ir vestido así llame la atención de la gente.

-No me cabe duda, pero es muy vergonzoso e incómodo. Ni siquiera tiene un bolsillo para guardar mi libreta, que por cierto, ¿La has visto?

-No, puede que esté en el almacén.

-¡Estoy echo todo un chaval! ¡Este conjunto me queda de fábula! -Mi jefe acababa de aparecer vestido con un chaleco de tachuelas, unos pantalones negros y unas botas del mismo color. Además llevaba el pelo peinado hacia arriba con una cantidad de gomina excesiva. -¿Qué os parece? -Mi amigo y yo comenzamos a lanzarnos miradas interrogativas.

-¿Te decimos la verdad o lo que quieres oír? -Pregunté con una incómoda sonrisa.

-Obvio que la verdad.

-Bien. -Me aclaré la garganta. -Pareces un striper gótico, cincuentón y pervertido con mucho pelo en el cuerpo. 

-¡Christy! -Lysandro me propinó un codazo.

-¿Qué? Ha dicho que quería oír la verdad.

-Lo que tienes es envidia, ya te gustaría tener un novio con el mismo tipin que el mío. -Aclaró Frank adoptando una pose de diva.

-Pues si te han sorprendido nuestros atuendos deberías de ver los de Castiel y mi hermano, no parecían muy contentos.

-No pienso salir así vestido, parezco un puto barato. -Castiel apareció con un atuendo parecido al de Lysandro pero con varias cadenas colgando de los pantalones y una gran calavera en la espalda del chaleco.