-Piccolo:...........

       En todo el trayecto estuvo ignorandome, no sabía hacia dónde me llevaba pero de repente llegamos a la ciudad y me dejó en la puerta de mi casa...

-Mary: Gra-gracias por traerme, Piccolo...

-Piccolo:..... Mañana vendré por ti...

-Mary: ¿Eh? Ah, si si... Pasa bien la noche...

-Piccolo:.... *él se volteó con una triste mirada hacia mí* Si, claro... *y salió volando con rapidez de mi casa*

      En esos momentos no podía comprender nada, ¿por qué se puso así de repente? Yo no hice nada malo. Ok, si, me estaban coqueteando ¡pero sin dudas lo rechacé! ¿Habrá sido mi actitud? Creo que le molestó que fuera débil con esos hombres y eso no le gusta. Pero no, no fue nada de eso porque de haber sido así ya me hubiera formado una discusión, y esta vez... Silencio. Lo medité toda la noche, ni siquiera dormí por la preocupación. Al día siguiente llamé a mis amigos pero la única sin resaca era Anny pues, se le entendía que podía hablar bien así que era obvio que estaba normal, le pregunté por Piccolo  y tampoco sabía nada entonces me preocupé más y de pronto escuché la puerta, me arregle como siempre con mi largo suéter negro y abrí la puerta... Era Piccolo y no estaba feliz...

-Piccolo:... Te llevaré a la cascada, necesito hablar contigo a solas.

-Mary: Amm... Ok... (También me da gusto verte, Piccolo 7-7) *me subí a su espalda y otra vez estuvo en silencio total*

      Una vez en la cascada, él me bajó y me mandó a sentar a su lado.

-Piccolo: Mary... Dime una cosa, ¿tú me amas?

-Mary: ¿Qué? ¡Piccolo, claro que te amo!

-Piccolo: Y... ¿Tú crees que yo te amo?

-Mary:.... Por supuesto que si, ¿por qué no lo harías?

-Piccolo: Dudas de que yo-?

-Mary:... Piccolo, ya ve al grano. ¿A dónde quieres llegar? *le interrumpí*

-Piccolo: *se levantó y me dio la espalda* Mary, quiero decirte que yo... Mi actitud de anoche fue... Muy grotesca y lamento todo...

-Mary: ¿Ah? Pero... No fue tu culpa. Entiendo si te pusiste nervioso, no tienes que disculparte.

-Piccolo: ¡No! *apretó los puños y los dientes* No es eso... Es que... Yo... *terminó de decir la frase en voz muy baja, no lo pude escuchar*

-Mary: ¿Qué...?

-Piccolo:.... Tenía miedo... ¡TENÍA MIEDO! Ya, lo dije!

-Mary: Tenías miedo... ¿Miedo de qué? ¿De que me fuera con esos tipos? ¿Cómo puedes creer eso? *puse mi expresión más seria y fruncí el ceño*

-Piccolo: Miedo de no poder defenderte más de lo que podía....

-Mary: ¿Y acaso yo pedí que me defendieras?

-Piccolo:...... *me vuelve a mirar con la misma expresión*

-Mary:.... No lo pedí... Yo pude haberme defendido si no te hubieses puesto así, no era necesario que te portaras como un héroe si esa era tu intención...

-Piccolo: M-Mary... Yo...

-Mary: ¿Tú qué? ¿Crees que no puedo cuidarme sola? ¿Crees que necesito de alguien para que me cuide la espalda? ¿Acaso piensas que soy una debilucha? Pues... ¡Todo eso es cierto! ¡Si, siempre he dependido de alguien para que me salve el pellejo pero jamás lo he pedido y mucho menos te lo pedí a ti!

Mi chica kawaii [En Edición]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum