Eres perfecto

Capítulo 19

-Vuelve a dormir, amor, yo iré.- Le dijo Louis a Harry al voltarse y ver que tenía los ojos abiertos. Hayley se había despertado a las tantas de la madrugada y, Louis y Harry, ya estaban casados, eso se estaba volviendo un hábito para Hayley. Es cierto que Hayley a veces se despierta para comer, un aperitivo de madrugada, pero aún así, era cansado. 

Harry se frotó los ojos con pereza y  miró a  Louis a los ojos. -Puedo ir yo si estás  cansado, Louis.-

Louis sonrió y dió un pico en los labios de Harry que no se lo devolvió  de lo dormido que estaba. --Tú estas más cansado que yo, además, te tienes que levantar  dentro de unas horas para ir a trabajar.- 

Hayley tenía  ya, 8 meses, y , ¿para qué mentir? no habían sido los mejores meses para Harry y Louis. Hayley era muy pequeña y se levantaba cada dos por tres en la madrugada para comer o para que simplemente, uno de sus padres, la durmiera otra vez. Harry y Louis se turnaban pero, al final, uno acababa repitiendo porque el otro estaba cansado, como por ejemplo, esa madrugada. Louis hacía todo lo posible porque Harry estuviera descansado puesto que era el único que trabaja. 

Desde que Louis se enteró que había quedado embarazado, abandonó su trabajo como profesor de teatro en la universidad y, hasta ahora, no ha vuelto porque Hayley aún está muy pequeña y, la verdad, extraña ejercer lo que le gusta hacer aunque, no hay nada mejor que lo días que pasa junto a su bebé, siempre se acababa estresando por una cosa o por otra pero, al fin y al cabo, estar con Hayley, para cualquiera de los dos, no es ninguna molestia. 

Louis y Harry amaban los días que Harry tenía libre del trabajo, él era más joven y, cuando Louis quedó embarazado, él apenas había acabado la carrera de derecho y estaba haciendo prácticas en la empresa de sus padres, todavía las estaba haciendo, pero pronto se volvería todo un profesional y su trabajo sería aún más en serio. Louis está asustado, la verdad. A veces llora cuando cuidar de Hayley se le hace demasiado difícil por el simple hecho de que Harry no está a su lado, por eso, aman los días que Harry está libre, porque están los tres juntos y todo es mucho más fácil.

Louis se levantó de la cama, dejando a Harry dormir tranquilo, para ir a la habitación de Hayley. Cuando llegó a la habitación pintada de rosa y decorada muy de niña, se acercó a la cuna y alzó a una Hayley llorosa. -Hayley, cariño, va a ser verdad lo que dice papá.- La arrulló en sus brazos y, cuando la niña sintió el calor de su padre, se calmó un poco aunque no del todo: quería su comida. -Eres una mini drama queen, Hayley, solo quieres comida, preciosa, ¿por qué no solo lloras y ya? A veces eres demasiado exagerada.- Se sentó en la silla mecedora y subió su camiseta de pijama para que Hayley se engachara a su pezón.

Lo que Louis le dijo a su hija de solo 8 meses, era verdad. Hayley era, exageradamente, exagerada, cuando quería una cosa no podía solo llorar y ya, no, tenía que chillar para que todo el mundo se enterara de que estaba ahí y que quería algo,eso, a veces, estresaba mucho a Louis. Harry era un poco más estricto en ese sentido y sabía como manejar a Hayley. 

Hayley empezó a chupar del pezón de su padre, mientras Louis acariciaba su cabecita. -¡Auch!- Louis se quejó, apartando la cabeza de Hayley de su pecho, porque su hija había chupado demasiado fuerte, causandole dolor, luego, puso la cabecita de nuevo sobre su pezón para que siguiera comiendo. Los dientitos de Hayley estaban empezando a salir, por eso dolía más cuando chupaba de su pezón. Se supone que a los 6 meses tienes que dejar de darle de mamar, Hayley tenía casi nueve meses y todavía seguía mamando. Wow. -Princesa no podemos seguir así, tienes que parar de comer del pecho de papi.- Cogió la manita de su hija, que todavía estaba comiendo, y la besó. 

Louis se lo pensó mientras Hayley acaba de comer su aperitivo de madrugada. Estaba decidido a dejar de amamantar a Hayley. Era hermoso ese sentimiento, el sentimiento de que una de las personas que más amas en este mundo dependa de ti, a Louis le encantaba ver y saber que Hayley tenía que alimentarse de él pero, definitivamente, eso no seguiría así, Hayley tiene que aprender, desde ahora, que ya no puede comer del pecho de papi.