Final.

7.2K 835 226
                                    

Después de la tormenta, si viene la calma.

En mis veinte años de vida dejé muchas cosas sin terminar, descuidé las cosa que yo de verdad quería hacer para poder complacer a los demás cuando lo único que importa es complacerte a ti mismo y realizar lo que quieras si eso te hace feliz. Dejar de caminar mirando hacia el suelo. Siempre me pregunté acerca del porqué mi madre me puso Dawn como nombre, su significado era totalmente opuesto a las cosas que pensaba en ese entonces, porque lo que yo mas esperaba del día era a que anocheciera. 

Ahora mucho había cambiado, hacía muchas cosas que antes nunca pensé siquiera que yo me atrevería a hacer.

Definitivamente meses atrás no me habría imaginado a mi misma lavando parabrisas de autos, justo como hago ahora.

-¿En serio esto fue en lo único que pudiste pensar para hacer el día de hoy? -pregunté a Fran, él dejó de hablar con sus amigos para sonreírme. Esa misma mañana había llegado a mi casa, me dijo que saldríamos los dos para que yo me familiarizara con los gustos de él y que al final del día terminaríamos conectados a un nivel espiritual. Pensé que ya era absurdo tener que visitar el asilo donde las muchas mujeres de vivían. 

-Ya lo compartimos mucho tiempo contigo, ahora le toca estar con nosotros. -me dijo un chico a mi lado, era el que alguna vez lavó mi parabrisas por ordenes de Fran. No recordaba su nombre y de todas formas probablemente ese solo era un apodo. Al principio me sentí incomoda estando entre tantas personas extrañas, pero me acostumbre poco a poco. No eran tan malos.

-Ven aquí -el rubio se acercó y tomó mi mano. Después me dio jabón y una esponja para después empujarme levemente hacia donde estaban los autos-. Limpia como nunca haz limpiado y hazme sentir orgulloso.

-¿Qué? ¡No! -intenté regresar a donde estaba pero Fran no me dejó, así que cuando me rendí le hablé al oído para susurrarle-. Nada más porque estás con tus amigos... pero cuando estemos solos...

-Uy, pues así hasta me dan ganas de seguirte molestando. -respondió y rió mientras se alejaba unos cuantos pasos de mí. Como yo no sabía qué hacer solo me quedé parada viendo los autos pasar esperando que Fran dejara de molestar.

Pasaron algunos minutos cuando ví que un coche de detuvo sospechosamente a mi lado.

-¿Dawn? -escuché como el conductor me habló. Miré y noté que se trataba de mi madre, la mamá de Fran estaba en el lado de copiloto y ambas se veían muy bien arregladas. Aproveché que estaba el semáforo en rojo para hablar un poco con ella.

-¿A dónde van tan arregladas? -les pregunté a los dos.

-Ya lo dijimos, vamos a cazar hombres -respondió Lucille sonriéndome-. ¡Hola, Fran! Que curioso lugar para una cita.

El susodicho había venido a ver de que hablábamos sin darnos cuenta.

-¿Qué haces Dawn? Tienes que limpiar éste parabrisas -me dijo señalando el auto de mi madre-. Y debes apurarte.

Miré el jabón que traía en la mano y después a ella, le sonreí.

-Dawn, no me laves el auto -advirtió ella. Fran y yo nos miramos antes de ir y hacer nuestro trabajo, como el semáforo estaba apunto de pasar a verde tuvimos que hacerlo rápido-. Gracias, ahora tengo que ir a casa para limpiarlo yo.

Habló mamá cuando terminamos, se veía molesta pero no como todas las otras veces, incluso parecía haberle divertido.

-¡Por supuesto que no! -exclamó Lucille-. Nos vamos a ir a nuestra cita ahora, los dos sujetos que veremos parecen prometedores.

Los autos comenzaban a hacer ruido para que ellas avanzaran así que tuvieron que irse deprisa. Después de eso me animé un poco más a hacerlo y cuando ya se hizo tarde nos fuimos, antes de irnos Fran contó lo que habíamos juntado y les dio el doble de eso con su propio dinero.

-¿Por qué eres tan bueno con ellos, no te preocupa que te estén utilizando? -pregunté cuando íbamos de regreso a mi casa, como nuestras madres se habían ido nos pidieron cuidar a Lynn y Collin.

-No, los conozco desde hace algunos años. Una vez me quedé sin dinero y no tenía forma de regresar a casa, ellos me dieron lo que tenían para que tomara el autobús. No todos en el mundo esperan algo a cambio. Y yo no soy tan ingenuo.

Asentí y continuamos platicando acerca de ellos, a él le importaba mucho que me hubiesen agradado. Llegamos a mi casa cuando ya estaba un poco oscuro.

Mi hermano estaba viendo una película con su novia en su habitación, y como buenos niñeros responsables tuvimos que sacarlos de ahí y llevarlos a donde nosotros pudiésemos verlos.

Entonces todos terminamos en la sala, los niños estaban sentados en el suelo uno al lado del otro y yo me encontraba sentadas en Fran mientras el me abrazaba por detrás.

-¿No te hubiese gustado habernos quedado solo nosotros dos? -me preguntó en voz baja.

-Quizá. -respondí, me fijé en que mi hermano y Lynn no estuviesen mirando y lo besé-. Algún día.

Me sonrió y no dijo nada por un buen tiempo, ya me estaba quedando dormida cuando escuché que me preguntó otra cosa.

-¿Haz pensado acerca de vivir nosotros dos solos?

-¿Me estás proponiendo mudarme contigo? -dije sorprendida.

-Bueno, comencé a pensar hace poco que ya debía de independizarme. ¿Qué piensas?

Miré una vez más a mi hermano en el suelo y después regresé a Fran.

-Si, ¿por qué no? -finalmente respondí.




Fin.

Bueno, en realidad no.

--------------------------

Ya saben, lo usual, luego corrijo los errores xd

No me laves el autoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora