3-Mi guardián

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Nuestro guardián era Eric, el mayor de todos mis hermanos, como fui la segunda (y él quería que fuera un niño para jugar a cosas de chicos, pero salí niña, aún así siempre jugaba con él) Me divertía mucho con él, siempre hemos estado muy unidos como uña y carne (solía decir mi abuela) y era verdad, eramos confidentes, compañeros de grandes aventuras y siempre intentaba hacerme sonreír con sus tonterías.

Eric es muy alto para su edad, el está todo el tiempo haciendo gamberradas, aunque es nuestro protector tiene que cuidar de Ainara y de mí todo el tiempo, si nosotras hacemos algo mal, le echan la bronca a él, como me pasa a mí con Ainara, pero en cambio él no se enfada con nosotras, lo ve gracioso incluso, tiene el don de hacer reír a todos, creo que sería buen cómico, aunque su pasión es el fútbol y su equipo obviamente el Real Madrid, le encanta Raúl y Casillas.

<<flashback>>

Recuerdo que me gustaba un chico del pueblo de mis abuelos, y él lo sabía, entonces un día pinto en la fachada de la casa " Leyra te quiero" .

-Leyra, sal, corre, mira lo que han escrito - Me dijo Eric

Yo pensé que tan importante será, mi curiosidad me llevó a la parte de atrás de la casa y vi la pintada.

- Lo ha escrito Víctor, te lo ha puesto para tí.

Mire a mi hermano y pensé es tu letra, no soy tan imbécil, pero él solo quería hacerme feliz así que me hice la tonta, además sabía que Víctor no me correspondía, era muy amable conmigo, pero era por lealtad hacía mi hermano. Cosas así, pequeños detalles como ese, eran por los cual admiraba a mi hermano.

Una vez recuerdo, que vino mi prima de vacaciones al pueblo de mis abuelos, ella era un año mayor que yo y nos llevabamos muy bien, éramos grandes amigas. Entonces una amiga de mi prima que vivía cuatro casas más abajo de mis abuelos le dijo:

- Sheila ven a mi casa a jugar-dijo ese pequeña chica

- También están mis primas- contestó Sheila

-Que vengan también-respondió aquella niña

Ibamos Sheila, Ainara y yo hacía su casa, en la puerta me detuvo la chica y me dijo:

-Tú no entras, no quiero que entres- me dijo

Mire a sheila y ainara, pensé que le dirián entonces nos vamos todas, pero no, ellas se quedaron dentro de la casa y yo me fuí. Si hubiera sido a alguna de ellas, yo me hubiera marchado ante esa niña tan arrogante.

Me fui a dar un paseo yo sola y me encontré con Eric, me pregunto el porqué estaba sola y le conté lo ocurrido. Así que me dijo, ven conmigo. Subimos por la ladera de las casas y llegamos al punto donde podíamos ver la casa de aquella niña con mi prima y mi hermana jugando y de repente, Eric comenzó a tirarles piedras (obvio no las alcanzaba, estabámos muy lejos) y le imité, me pareció divertido y nos reímos durante un buen rato. Él siempre velaba por mí.

Otro momento que recuerdo divertido e inocente, fue cuando el vecino de mis abuelos se dispuso a poner cemento en el suelo de la casa por fuera, entonces se metío para su casa, Eric me dijo ven, le seguí y pusimos nuestras manos y nuestros nombresen el cemento y nos fuimos corriendo a donde estabámos. El vecino salió de nuevo y gritó:

-¡Eric y Leyra, porque habéis echo esto!

- Nosotros no hemos sido- contestamos al unísono

-¿Cómo lo sabrá?- le susurre a Eric

- No losé- me contestó

Mi abuelo nos miraba, pero aún así salió en nuestra defensa:

-Dejalos, son unos niños, tendrán que hacer chiquilladas.

Mi abuelo nos defendía a capa y espada, incluso con mi abuela, para él éramos inocentes en todas las situaciones que se desenvolvían.

Era evidente que eramos tan inocentes, que en ese momento no nos dimos cuenta de que habíamos puesto nuestros nombres, pero nos sirvió para reírnos de aquello durante mucho tiempo.


INDARRAWhere stories live. Discover now