Cogió aire. Debía haberse quedado fuera. Tal y como Peter había dicho. Ahora toda la responsabilidad caía sobre sus hombros.
¿Qué se creía ella? No era capaz de matar una mosca, no era capaz de hacer nada productivo. Ella no valía nada.
- ¿Bethany?-preguntó May en un susurro a penas audible.
Ella y Emily estaban en el suelo, con heridas debidas a una notable resistencia. Estaban sujetas por una extraña materia de aquel color morado característico de Tecna.
La joven centró su mirada en la plástica mujer. Estaba de espaldas a ella. Pero a diferencia de otras ocasiones, parecía estar completamente calmada. Su respiración era tranquila y aunque sabía que la joven estaba detrás de ella, parecía no importarle.
Y es que Tecna no pensaba dañarla. Ni en aquel momento ni en ningún otro. La atacaría, sin ninguna duda, pero sólo y siempre y cuando estuviera segura de que los poderes curativos que otorgaba aquella cosa de su pecho iban a funcionar.
- Bethany.-dijo ella con voz dulce, aterrando a la joven.- Te estaba esperando.
La joven tragó saliva. Recordó las palabras de Steve. Él había dicho durante uno de sus entrenamientos que antes de atacar debía tener un objetivo. Buscó uno.
Dudaba. ¿Si atacaba a la mujer podría dañarla? ¿Devolvería ella el golpe? ¿Emily y May estarían bien entonces?
La mujer la miró. Aquellos ojos color avellana la examinaron de arriba a abajo, sin detenerse en ningún punto. Una mirada profesional.
- Tranquila, no pienso dañarlas.-continuó Tecna mirando por un momento a Emily y May.-Sólo quería hablar contigo.
- No te creo.
Su voz temblaba, cuando esta debía sonar firme y segura. Pero, ¿cómo estarlo si estaba sola ante el supuesto peligro?
Tecna rió amargamente, sin mostrar los dientes. Extendió su mano, aun sin cambiar su posición, liberando a ambas.
Emily corrió sin ninguna duda colocándose detrás de Bethany. May dudó mas. No sabía quién tenía más miedo, si ella o la castaña joven.
La mente de Bethany iba a explotar. Tenía que ponerlas a salvo, pero Tecna no se lo iba a poner fácil. Trató de que aquella fuerza acudira de nuevo a sus manos.
Hoy era su día de suerte, lo había conseguido. Se armó de valor. Y lanzó el ataque.
Emily se quedo paralizada. Fue May, que empezaba ya a acostumbrarse a esas situaciones, la que tiró de ella oara correr escaleras abajo.
Tal vez Bethany debería haberse quedado esperando a que Tecna se recuperara del golpe para lanzar otro, pero ya era tarde.
Corrió escaleras abajo empujando a ambas ligeramente, y volviendo la vista hacia atrás a cada instante.La joven se sorprendió al ver a un gran grupo de estudiantes abajo. Pudo distinguir a Clint y a Steve entre ellos, guiándolos.
- Salir de aquí. Poneros a salvo.-dijo Bethany todo lo firme que pudo.
- Ah no, de eso nada jovencita.-replicó May, que parecía estar completamente recuperada.-Tú también vienes.
- ¡ Bethany, cuidado!
Claro que el grito de Emily llegaba tarde. El ataque de Tecna le dio de lleno, estampándola contra las taquillas y llevándose a un par de jóvenes por delante.
Sus oídos pitaban. Se quedó tendida en el suelo, con lágrimas en los ojos debido a aquel intenso dolor de su espalda.
Elevó la vista mientras aquellas aureolas verdes volvían a rodearla. Se encontró con los intensos ojos azules de Emily.
- ¡Todos fuera! ¡ahora!-gritó Clint.
Peter Quill se acercó a la joven. A pesar de que nunca le había dirigido directamente la palabra, sabía mas de sus poderes que ella misma.
La agarró por debajo de los hombros y la levantó. Los poderes curativos todavía hacian efecto en su dañada espalda. La joven pudo ver a Steve y Clint intentando luchar y contraatacar los ataques de Tecna, a los estudiantes saliendo, entre ellos Emily y May; pero no veía a Peter. Y el era su prioridad.
Comenzó a avanazar hasta la salida ayudada del intergaláctico hombre, pero su mirada estaba puesta en Tecna. Con solo un par de ataques habia derribado a Clint, y Steve tampoco tenia mucho que hacer.
La sangre de Bethany se congelo cuando la mujer puso su mirada sobre ella. Peter Quill no tardó en darse cuenta. Sacó una de sus extrañas y poderosas armas apuntando hacia ella.
Pero de poco serviría. La joven se alarmó cuando el hombre acabó desplomado en el suelo. Su corazón bombeaba sangre a demasiada velocidad. Sintió en enfado de Tecna.
La golpeó en el estómago. El impacto la llevó recorriendo todo el pasillo hasta la puerta principal, cayendo en la entrada y rodando escaleras abajo.
No podía levantarse. Las aureolas verdes empezaron a rodear su dañada pierna, pero a ella a penas le importaba. Todos sus compañeros estaban derribados, ella más que ninguno, y no sabía dónde estaba Peter.
Tal vez no debería preocuparse tanto por él. Resultaba obsesivo. Y de todos modos, ella tampoco podía ayudarle en demasía. Ni siquiera era capaz de defenderse a si misma, ¿cómo iba a defender a alguien más?
- No deberías haber hecho eso Bethany.
La voz de Tecna era fría. La joven elevó la vista hacia ella. Salía del instituto, sin prisa alguna. Pudo ver como una pequeña parte del plástico que cubría su cara se había roto y se había desprendido.
Bethany podía ver lo que había bajo el blanco plástico. Piel. Sólo piel. Piel humana, de un tono similar al suyo. Y aquello era lo que ella más temía de Tecna.
Que era humana, y que era realmente igual a ella. Que sabía lo que pensaba y era consciente de todos sus movimientos. Que ella estaba siempre veinte pasos por delante.
La mujer elevó su mano, creando o invocando aquel tridente que Bethany recordaba vagamente, de la primera vez que la vió, el mismo día en el que habló con Peter por primera vez.
La apuntó con el instrumento, y uno de esos potentes rayos rodeó su cintura. La elevó en el aire y la dejó allí. Ante la mirada de todos.
Pero, ¿qué veían ellos? Emily sólo veía a su mejor y verdaderamente única amiga, totalmente derrotada, siendo abatida. Apretó mas fuerte la mano de May, cuando notó aquel extraño rayo aumentar su fuerza y lo hizo de nuevo cuando un pequeño sollozo por parte de la joven se escucho.
Las familias empezaban a llegar, buscando desesperados a sus hijos, acercándose tontamente al peligro. Las mariposas mordían una y otra vez el estómago de Emily. Todos estaban viendo a Bethany ser torturada.
El crujido de la fractura de la primera costilla se hizo presente, seguido del grito desgarrador de la joven. Bethany seguía pensando en Peter.
- ¡Para!¡Por lo que más quieras, para!-gritó la ojiazul soltándose del agarre nervioso de May.-¡Suéltala!¡Por favor, suéltala!
Emily no podría haber cometido mayor fallo.
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(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.
Fanfiction" -Estaban enamorados. Se notaba por la manera en la que se miraban el uno al otro, cómo si tuvieran el secreto más maravilloso del mundo entre ellos." Donde los complejos y las inseguridades matan, donde la verdad es el objetivo mayor y el pasado d...