Capítulo 1

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『  HoSeok 』

Parecía una tarde tranquila conmigo sentado en la mesa de la cocina con unos cuantos colores regados por ahí y a la vez tan ajetreada por el constante movimiento de mi progenitora corriendo con prisa hacia todas partes, hasta yo tenía que darme cuenta que se trataba de una repetición de casi todos los días, aquella que quitaba una sonrisa de mi semblante, era aburrido y ni hablar de la tensión que viciaba la atmosfera.

—¡HoSeok-ah, recoge los colores del suelo! —Me gritó ella mientras buscaba su bolso que no encontraba por ninguna parte, ya para poder ir a su trabajo de la tarde.

—Sí mamá. —Respondí con un tono desalentado mientras empujaba la silla para levantarme y después agacharme a juntar todos los palitos de madera que tiré sin intención.

—¡Aquí está! —Cantó triunfante desde alguna habitación, supuse que había encontrado sus cosas y a eso se debía el júbilo—. Me dijo YoonGi que iba a venir, por eso no llamé a HyeJin. —Iba entrando a la cocina, desentonaba que no llevara su celular entre las manos en ese momento, pero no tardó en sacarlo y comenzar a mandar mensajes—. Pero ¿cuánto se va a tardar ese muchachito? —Se estaba impacientando mamá.

—Yo... —Agaché la mirada, no quería cometer la misma equivocación de antes, pero... —Puedo cuidarme, puedo esperar a que llegue YoonGi. —Nuestro vecino y quien se encarga de mí cuando HyeJin no podía.

—¡Pff...¡ —Casi le faltó para que fuera una carcajada completa.

Eso fue decepcionante, no era lo que muchos creían, pero seguían juzgando, incluso ella.

—Parece como si no lo hubiéramos hablado antes... —Tocaron a la puerta—. ¡Qué bien!, ya llegó. —Fue corriendo a abrirle la puerta mientras yo me quedé en la silla escuchando como se saludaban.

—Perdone la tardanza.

—No, está bien, que bueno que llegaste. —La sonrisa falsa que debía tener mamá no era la misma expresión que tenía hace rato—. Ya me tengo que ir, sabes que hacer, lo mismo de siempre, hay comida en la estufa, pero no lo dejes acercarse y que no duerma tan tarde. —Ella ya se escuchaba fuera de la casa—. Nos vemos... ¡Adiós amor! —Se despidió por último de mí.

—Adiós. —Susurré, sólo esperaba que el invitado que acababa de aparecer llegara a saludar como típicamente lo hacía.

—Hola menso. —Me golpeó con la palma de la mano en la cabeza mientras pasaba a un lado para sentarse en otra silla a hacerme compañía.

—No me llames así. —Me molestaba y me quejé sobando donde aún me dolía, no era cuidadoso cuando lo hacía.

—¿Qué?, ¿no le gusta que le diga menso al menso de HoSeokie~? —Se burló, pero yo no podía decirle nada, la última vez que lo hice me golpeó, aunque eso fue hace mucho tiempo.

Era mayor que yo por unos dos años, era más alto y daba miedo, con su casi "metro ochenta" y hombros anchos, desde que se pintó el cabello negro a uno rubio, daba más aspecto de mala persona, aunque su sonrisa siempre hiciera creer a las personas lo contrario, nadie conocía su verdadero ser más que yo, eso era lo desagradable.

—No. —Murmuré con tristeza, ¿cómo iba a gustarme que me dijeran cosas malas?, durante los pocos años que fui a la escuela nunca me gustó, las personas eran crueles.

—Lástima. —Se puso de pie—. Para mí, tú siempre serás el lindo tontito. —Volvió a pasar por detrás de mi lugar, esa vez despeinando mi cabello negro, como otras veces mi corazón comenzó a latir con velocidad, ¿por qué siempre después de despreciarme era más o menos amable?—. Ya lo tienes largo, ya debería cortártelo. —Su mano se adentró entre los mechones, casi me hacía creer que era una caricia.

Ingenio De Una Mente Simple || YoonSeokWhere stories live. Discover now