Marcar un objetivo

2.1K 246 6
                                    

Owen

De todos modos era nuestra primera noche juntos como algo más que compañeros de casa. No sabía si ella querría hacer como si nada hubiese cambiado.
¿Cono actuaría ella? ¿Haría como si nada? ¿Y yo? Yo no.

Eran demasiadas cosas en las que pensar.  Demasiadas dudas en las que prefería no centrarme ahora.

-¿En que piensas?
-¿Por que supones que estoy pensando en algo?
-Hace como cinco minutos que no dices nada. ¿Que te preocupa?
-Nada.
-¿Piensas en que pasará después de esta noche?
Suspiré antes de asentir.
-Si.
-No lo hagas. No estropeemos esta noche pensando en el futuro. Vamos a disfrutarlo y después ya se verá.
-De acuerdo.

No hacía mucho que había vuelto a la cama con ella.
Después de un tentempié apresurado, no perdí el tiempo y volví a hundirme en su interior.

Seguía dentro de ella y al notar como Thea se movía un poco, mi miembro reaccionó al instante.

Ella se incorporó y puso las manos sobre mi pecho.

-¿En que piensas ahora?
-Solo puedo pensar en que quiero que te muevas.
Thea sonrió.
-Eso está mejor.
Y se movió. Primero lentamente y cada vez con más ganas llevándonos a los dos directamente al clímax.

Me quedé perplejo en la puerta. No me esperaba para nada verla allí.

El corazón empezó a latirme con fuerza y rápido.

-Pasa- al ver que dudaba, avanzó para cogerme la mano.- Por favor.

La seguí hasta el comedor y me tendió  una copa de vino.

-Esto es una encerrona supongo. ¿Cual es el objetivo?
-Quiero disculparme. No he sido sincera contigo.  Tu me gustas mucho y siento cosas por ti que no había sentido nunca pero que sé que no quiero sentir por nadie más.
-¿Me quieres Thea?
Asintió.
-Pero tengo miedo de todos modos. Miedo de que cambies de idea y de que no me quieras más.
-Thea...
-Deja que termine. Soy consciente de que me gustas desde el principio pero no quería admitirlo por mi relación con Adam. Te quiero por mí, por como eres conmigo, con Alexa y Eva. Eres el hombre más bueno e increíble del mundo y no me da miedo decir en alto que soy tuya y solo tuya. 
-No es justo- me arrodillo frente a ella, le subo la falda y levanto la mirada.- Quizá no es lo que esperabas pero es lo que quiero.
-Owen yo...
-Separa las piernas- lo hace.- Ahora agarrate a mis hombros y déjame hacer.
Aparto la ropa interior y acto seguido meto la lengua en su interior arrancándole no solo un gemido sino también un grito.
Se sujeta con fuerza a mis hombros hasta clavarme las uñas.
Estoy seguro de que puede oírme murmurar mientras seguía entre sus piernas.

-Dilo. Di que eres mía.- gruño.
-Soy tuya.
-¡Más fuerte!
-¡Soy tuya!
-Ahora córrete para mí pequeña. ¡Vamos!
Echa la cabeza hacia atrás y se deja ir.

Despierto bañado en sudor y con una erección que hace difícil que pueda volver a dormir.
Nunca un sueño fue tan real.

A mi lado, Thea tiene el sueño tranquilo.
Después del último orgasmo, ambos acabamos agotados.
Mirando el reloj de mi mesita veo que aun falta para el amanecer.
Esta noche no ha terminado.
Y no lo hará hasta que los primeros rayos de sol iluminen el cielo.

Dejo que el agua llegue hasta donde  quiero y añado unas pocas sales aromáticas que se encontraban en una esquina junto al jabón y un conjunto de pétalos de rosa, que aunque fueran artificiales, dan un toque de color que creía necesario.

Todas esas cosas son de Thea, pero dudo que le importe que las use.
Sobretodo si ella va a disfrutarlo.

Cierro el agua y regreso a la habitación para coger a Thea en brazos, quien yace mas que despierta. Era curioso como deseaba complacerla y mimarla hasta aquel punto. Realmente era una sensación agradable. Únicamente por el mero hecho de tocarla, sentirla y sobretodo sentir como ella me rodeaba el cuello con los brazos como si temiese que la soltase, y depositando besos suaves que solo hicieron que me estremeciese.
-Baja los pies preciosa y dime como notas el agua.
Ella hizo lo que le dije y sonrió complacida.
-Es perfecta.
-Ahora mira y dime si te gusta.
Ella lo hizo y suspiró de placer.
-Es precioso Owen. Gracias.
-Entonces ponte cómoda. Me pondré detrás tuyo para poder lavarte el pelo.
-Eso me gustaría.
-También a mi.

Me senté tras ella y cogí el pequeño recipiente en el momentos antes había las sales, lo llené de agua, le pedí que echase la cabeza hacia atrás y fui mojándole el pelo.
Después me tomé mi tiempo para enjabonárselo.
Con cada suspiro de placer mi miembro fue creciendo hasta que ella fue totalmente consciente de él, de mis manos y de mi cuerpo.
Antes de que pudiera decir nada,  repetí el proceso anterior pero para quitarle el jabón antes de cogerla por la cintura y penetrarla desde atrás, con el cuerpo de ella completamente apoyado en el mio y a mi merced.
Llevé una mano hasta su sexo para acariciarlo y la otra al pecho para lo mismo.
En el momento en el que ella gritó para liberarse, la cogí del pelo echándole la cabeza hacia atrás y atrapé su boca para silenciarla.

*****

Thea

Era feliz. No podía pensar en otra cosa que no fuese estar con él. En aquel momento, aquella noche, nada más importaba.

El amanecer se acercaba y con ello terminaría el final de esta noche mágica.

También pensaba sin quererlo en que ocurriría después de aquello y prefería centrarme únicamente en disfrutar.

Quizá Owen se contentaría con lo que podía ofrecerle.
Creí que una vez saciada la lujuría que parecía sentir por mi  todo terminaría, y ¿como le miraría a partir de ese momento?

Owen acarició mi cabello. Le encantaba enredar los dedos a través de cada mechón y deslizarlos entre ellos.

Suspiré satisfecha. Jamás había sentido una sensación que me llenase tanto.

No quería que aquella noche acabase.

Le abracé con más fuerza.

Ahora estabamos tumbados sobre la cama. Tenía la cabeza sobre su pecho y él podía sentir mi aliento contra él. Era sencillamente perfecto.

¿Ahora que debería hacer?

*****

Owen

Maldito Adam. ¿Como hiciste para enamorarla? ¿Por que yo soy el que se  quede suspirando por ella? ¿Eso es lo que me espera a partir de ahora?

La miré.

Me niego. Ahora es mía.

Un recuerdo para ti (Serie Love 15) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora