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¿HOGAR O ESCONDITE? ★ 

– Watari, ¿Estás seguro de que esto saldrá bien? –Decía Roger en su despacho, por teléfono.

– De no estarlo no tomaría estas medidas –Hizo una breve pausa, indagando entre todos sus pensamientos– ... Es por el bien de los dos, estoy seguro. Dame la señal de que están listos para salir cuanto antes.

El hombre suspiro entre un refunfuñar característico del mismo. –Está bien Watari. –Y colgaron. –A veces no entiendo tus propósitos... –Pensó él mirando hacia la puerta con otro suspiro. –No es como que tenga alternativas, después de todo, por algo estoy aquí. –Dijo, levantándose del escritorio.

Minutos más tarde, el teléfono de L sonó en su bolsillo y al contestarlo, ambos recibieron la esperada indicación para salir.

– De acuerdo Watari, gracias.

– Sal tú primero. –Dijo Alice con laptop en mano, muy determinada.

– Esta bien. –Respondió él, y, en silencio, salieron de la habitación. Recorrieron los pasillos con cautela hasta que finalmente llegaron a las puertas del orfanato en donde L ya llevaba ventaja y llegó primero al auto en donde los esperaba Watari. Por otro lado, Alice se quedó atrás, parándose a las afueras de la casa mientras la miraba con tristeza, más que todo porque dejaría a su pequeño amigo como lo hizo hace 8 años atrás.

– ¿Alice? –Preguntó el pelinegro al verla estática en la entrada de Wammy's House.

– Oh... –Su voz la hizo reaccionar y entro rápidamente al auto, dejando así el orfanato.

– ¿Qué miras por la ventada? –Preguntó Mello desde la puerta de la habitación.

– Nada nuevo. –Respondió él con frialdad, sin despegar la vista del vidrio.

– Por una vez deberías dejar de andar en las nubes Near. –Dijo, irritado por el comportamiento de su rival.

Luego de casi 45 minutos de viaje en auto, los tres finalmente llegaron a su nuevo establecimiento. Una casa situada a las afueras de la ciudad de Winchester, rodeada por la vegetación de muchos árboles, tanto que parecía que estos escondían a la misteriosa casa.

L y Alice bajaron del auto, parándose en la entrada de la casa con una mirada que iba más allá de una reacción impactante. Era más bien, como una mirada acomplejada.

– No se queden los dos ahí o se congelaran. –Dijo Watari, trayéndolos de nuevo a la realidad.

Ambos caminaron por el sendero que iba hasta la puerta principal, y al llegar, miraron a Watari quien estaba delante de los dos como si de él esperasen alguna explicación.

– Ehm... Watari –Comenzó a hablar L.–, no es por menos preciar, pero, ¿No crees que es demasiado...

– Grande? –Completó Alice su interrogante aun con la mirada muy acomplejada.

– La casa fue construida en base a tus necesidades L, el tamaño es lo de menos en realidad. –Contestó el anciano de pie al frente de la puerta, cuando hizo sonar el timbre de la casa con su dedo.

– ¿Cómo? ¿A quién esperas? –Preguntó Alice antes que L, y mientras esperaban a su respuesta, las dos enormes puertas abrieron dejando ver el interior de la casa y a alguien más que se hallaba de pie a un lado.

– Bienvenidos sean todos ustedes. –Dijo una mujer con una elegante vestimenta de sirvienta. Muy refinada y con un aura estricta, cortésmente se presentó. –Mi nombre es Marion Regine, soy la ama de llaves de esta casa y estoy a su completa disposición, L.

N u e s t r o  ★   d e s t i n o   [L x OC]  (Reedición )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora