Feliz día de tu muerte

51 14 24
                                    

Después de lo que pasó por la noche decidí volver a la cama sin hacer ruido, si iba a llevar esto a cabo lo haría en secreto.

Mi despertador suena indicándome que son las diez de la mañana. Estoy contenta, todavía quedan diez días de vacaciones por lo que puedo hacer lo que quiera. Me pongo la ropa de correr que consiste en un pantalón corto y un top deportivo rosa.

Troté por todo el barrio y aproveché para conocerlo un poco más. De vuelta a casa me paré en una pastelería bastante entrañable que hacía esquina en la calle de atrás de nuestro apartamento.

He decidido comprar algunas napolitanas para mí y para mi mejor amiga. ¿Qué? Puede que haya salido a correr, pero no es para mantenerme en forma es para despejar la mente. Si os soy sincera soy de esas persona afortunadas que por más que coma no engorda. Sí, ya podéis envidiarme.

Al llegar a casa lo primero que veo es a Jace tumbado en el sofá con el mando de la televisión y haciendo zapping. Ya no es por ser grosera, pero ¿acaso éste chico no tiene casa?

Paso olímpicamente de él y me voy a la cocina a prepararme un Cola Cao para acompañar las napolitanas. Cuando está todo listo voy a levantar a Violet, pero al entrar a su cuarto no la encuentro.

–¡Salió esta mañana cuando no estabas! –me grita el maleducado desde el salón.

–¿Y te ha dejado solo? ¿Acaso está loca? –él me mira con desdén y estoy a punto de mandarle de todo menos saludos a su madre por haber engendrado este ser.

Pero entonces un click suena en mi cabeza, «el plan Avy, no te olvides del plan».

–Bueno da igual, si te ha dejado solo será porque realmente confía en ti –le sonrío de forma agradable, aunque es una sonrisa falsa pero él no lo sabe.

Mi repentina amabilidad le pilla por sorpresa, pero paso él y voy a poner la mesa. Coloco dos vasos llenos de la bebida caliente de los dioses y pongo las napolitanas en la mesa del comedor.

Al terminar lo llamo para desayunar. Cuando se sienta parece estar pensando el porqué le he llamado cuando le odio desde el primer día. He de admitir que a mi también me parecería sospechoso.

–¿Me vas a decir ya qué has hecho o qué pretendes hacer? –me dice con tono acusador.

–Nada, simplemente he pensado que no gano nada odiándote cuando prácticamente vives aquí. Además compartimos a una persona muy importante para los dos, Violet.

–Mmm vale... –se rasca la nuca confundido –. ¿No le habrás echado nada a la comida verdad?

–Compruébalo tú mismo –lo miro como si le estuviera retando y él me devuelve la mirada –. Es broma, es broma, qué serio eres...

Al ver que Jace no hace nada cojo una napolitana y la muerdo para demostrarle que no pienso asesinarlo, al menos no de esta manera tan poco elaborada. La policía sospecharía rápidamente de mi, y bueno ese plan es para otro momento no para ahora.

 La policía sospecharía rápidamente de mi, y bueno ese plan es para otro momento no para ahora

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cojo el móvil y llamo a mi mejor amiga. Quién sabe dónde estará y no me fío mucho de Jace...

¿Sí? –me contesta al tercer pitido.

Hola putón ¿por qué no estás en casa?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 14, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Diario de una patética.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora