6. Sexto

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(N/A: LO SIENTO POR LA GRAN TARDANZA DE VERDAD AAHHH SI YO FUERA USTEDES ME ODIARÍA DEMASIADO. Espero disfruten la lectura<3)
Música:
bodyache - purity ring
is there somewhere- halsey
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Jongdae ya había llamado a su móvil más de diez veces sin obtener respuesta y no sabía bien qué hacer aún, ¿llamar a la policía, a emergencias? Tal vez ni siquiera estaba en casa, pero el hecho de las luces encendidas le preocupaba. Trepó por la reja, rogando para que ninguno de los vecinos se diera cuenta y llamaran a la policía, y cayó de bruces ante el jardín bien cuidado por las manos de Baekhyun.

Se dio la vuelta, trepando por una rejilla más pequeña de madera que separaba el patio trasero del jardín delantero para adentrarse a la casa por un ventanal del patio, suponiendo que estaba sin seguro, encontrándose con la perrita. Por suerte, lo estaba, y entró sigiloso, callando a Canela también, quien se tranquilizó al estar dentro.

No había signos de vida en el primer piso, pero se notaba que su amigo había estado ahí hace muy poco, permitiéndose subir al segundo, llamándolo sin obtener respuesta. Abrió la puerta de su habitación con miedo, pero no estaba. De todas formas, se detuvo por un segundo al ver lo que parecía ser rastros de sangre en la alfombra y en el cobertor de la cama, preocupándose aún más.

Volvió a llamar al móvil de Baekhyun, descubriendo que vibraba desde el piso de su habitación. Comenzó a revisar con prisa el baño del primer piso y las dos habitaciones vacías del segundo. No estaba en ninguna parte. Recordó entonces que había pasado de largo un lugar: el baño junto al cuarto principal.

Estaba escondido en la bañera con una toalla en la frente empapada en sangre, con nauseas y una expresión terrible en el rostro.

Cuando dejó de hablar por teléfono con Jongdae, no sabía qué hacer, tenía demasiadas ganas de desaparecer por completo. Tenía mucha pena y rabia, y estaba cansado. No supo cómo terminó en su habitación tirando y pateando cosas con enfado para después tirarse a llorar sobre la alfombra, manchando un poco por el camino. Pensó muchas veces en que ya nada valía la pena, que nadie podría ayudarlo y que nunca tendría el valor para hacer algo por sí mismo al respecto, considerando acabar con su vida.

Pero tampoco reunió el valor para eso. Se odió frente al espejo al no poder hacer más que mirar la navaja y dejarla. Era inútil hasta para esa última instancia, Chanyeol tenía razón.

En medio de su crisis, sintió a Jongdae llamar desde la calle. En ese instante sintió que se iba a desplomar en cualquier segundo porque no sabía qué hacer: no lo podía ver así, nadie debía enterarse de lo que ocurría dentro de su casa. Se imaginó que vendría la policía... No, no podía. Estaba perdido.

Se metió a la bañera cerrando la cortina tras de sí para esconderse, sintiendo a su amigo escabullirse tras la reja. Esperaba que no le buscara demasiado y se marchara, o que algún vecino lo interpelara en el camino, porque además de no querer ser descubierto, sentía que no tenía las fuerzas suficientes para lidiar con nada, como si fuese a vomitar o a desmayarse en cualquier momento. Antes de que subiera, tomó una toalla para cubrir su herida en la frente, abierta otra vez, y esperó.

Cuando lo miró a los ojos, inmediatamente bajó la mirada, lleno de vergüenza. Mierda, debía verse muy mal por la mirada que Jongdae le estaba dando. Y sí, se veía pésimo: tenía hematomas en casi toda la cara, la nariz y la boca con sangre seca y la frente aún sangrando, pero no era sólo eso, lo físico, sino que también su expresión, sus ojos, se veían tristes, decaídos, atemorizados.

Su amigo se arrodilló junto a él, tocando su rostro con delicadeza para comprobar si estaba realmente consciente mientras intentaba descifrar qué había pasado.

Cristalizado (chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora