In another shoes [Larry Stylinson]

Capitulo 1

- Venga, Harry, cariño - Me sacude mi madre mientras yo sólo puedo gruñir y gemir de cansancio - Levántate.

- Cinco minutos más, mamá -Tapo mi rostro con la almohada para intentar hacer desaparecer el tintineante tono de voz de la mujer que me dio la vida. Refunfuña y me da una palmada en el costado algo fuerte.

- Es la última vez que te lo digo, Edward. Alístate ya que vas tarde. - Ruedo los ojos. No quiero ir otro maldito día más a ese asqueroso y homofóbica universidad. ¿Eso no quedó en el instituto? Parece que no.

- ¡Está bien, pesada! - Tiro la almohada lejos de mí y me levanto removiendo con furia las sábanas que cubrían mi cuerpo. De mi armario cojo unos pantalones vaqueros algo ajustados y una blusa verde con botones marrones. Voy hacia el cuarto baño dejando por el camino a mi madre gritándome por mi grosero comportamiento.

¿Sabéis lo que realmente apesta? La indiferencia. Los insultos. Los golpes que recibes al gustarte el mismo género que tú. Que no sepan respetar tus gustos ya sean sexuales como musicales. Sí, soy gay, pero apenas se me nota. Es más, la mayoría de la gente que me conoce afuera de la universidad cree que soy hetero y muy mujeriego. Me tengo que reír siempre con esas afirmaciones, se le ven tan seguros de que soy así. Lo que sea, en la universidad está, como en todas, el típico estúpido que te acosa y no te deja vivir en paz. Que te persigue por los pasillos de la universidad hasta que te tiene acorralado y lejos de los profesores para proporcionarte una paliza ¿quién es? Louis Tomlinson. El ex capitán de béisbol. La mayoría de las veces no viene sólo sino le acompaña Cameron, el engreído y actual capitán. Son como uña y carne, lo hacen todo juntos. A veces dudo si cuando van al baño se la agarra mutuamente. Pero el problema no es que se abalance sobre mí y me proporcione dolor físico. Es más el emocional. Son peores las palabras que los golpes. Duelen menos. Maricón, chupapollas, Hardick. Sí, Harry + Dick = Hardick. Desde hace algún tiempo que estos dos no me hacen nada pero no sé por qué ni cómo se han unido gente a pegarme. ¿Tengo pinta de saco de boxeo?

Coloco la franela en mi cabello y luego coloco los rizos como quiero que estén. Me doy mi visto bueno recorriendo mi cuerpo mirando mis brazos desnudos recubiertos de tatuajes con ese significado especial en mí que nadie, por mucho que lo explique, entendería. Miro la señal de la mano de ¿quién? Ni yo mismo lo sé, amorotonada con el color amarillento tan feo. Suspiro. Tengo que ocultarlo si no quiero que mi madre me acribille con preguntas que la verdad no quiero responder en estos momentos. Salgo del baño sin antes aplicarme tres pulverizaciones de mi perfume favorito 'Gucci Guilty pour homme' en mi cuello y una mi camiseta. Voy de nuevo hacia el armario y agarro una chaqueta. ¿Y si me salto las clases? No quiero ir. Ayer me hicieron una broma demasiado pesada cual acabé llorando delante de todo el campus universitario. ¿Qué clase de broma es llamarte en número oculto y decirte que han matado a tu madre y torturado para que luego salga el gilipollas de Tony riéndose en tu cara?

Algunos quizá os estéis preguntando '¿Por qué no te defiendes?' ahora os pregunto yo ¿creéis que es fácil? Una vez me encaré con Tomlinson y salí más que perdiendo. Tuve la nariz rota y una fractura en el tobillo. La excusa más estúpida y común que le pude decir a mi madre fue que me tropecé y me caí por las escaleras que conecta la planta baja (música, canto...) con la planta alta (laboratorio, clases de química, etc) Ella creo que se lo creyó porque no le dio muchas más vueltas pero ahora está como 'más pendiente' a mis movimientos.

Bajo las escaleras con algo de prisa al notar que el reloj de pared en mi cuarto marca menos veinte y entro a en punto a la primera clase. Aún estoy pensando si hacer pellas. En la mesa central frente la televisión hay dos magdalenas y un vaso caliente de cola-cao. Amo a mi madre, es la mejor. Normalmente tengo que hacerme yo el desayuno que se compone de un tazón de cereales con leche fría. Doy un bocado a la magdalena y bebo un poco de cola-cao para ayudarme al tragar.