La forma más pura de un ser humano

El viejo y yo

Las malas noticias nunca son buenas para nadie.

Aumenta la ira, las tremendas ganas de arrasar con todo.

V O L V E R    A    R E I N I C I A R . . .

No lo haría nunca jamás, lo prometí, le prometí a todos que no volvería a cometer el error de quitarles la libertad!

¡Es por eso que me encajé la negatividad a mi alma! Ella no debería de existir después de eso!

Pero sigue presente.

Ahora que por fin todos estábamos fuera del subsuelo, esperé que Flowey renaciera en lo que siempre fue, Asriel Dreemurr, el príncipe del subsuelo, hijo legítimo de Toriel y Asgore, pero no hubo un cambio aparente, seguía siendo aquella flor sin sentimiento alguno, solo tenía la noción de que alguna vez tuvo una vida pasada y que su mejor amiga había muerto tras suicidarse y deshacerse de los humanos que la habían traicionado antes.

Todos se ofrecieron a cuidarle a pesar de su pésimo comportamiento, a excepción de conmigo que era tolerable, con el resto se portaba pésimo, en especial con Sans...Dejando eso de lado, el problema no fue ese.

Al volver al pueblo demihumano, nuevamente estaban atacando los humanos con los visores en sus rostros, pero esta vez, tenían un sensor que brillaba en rojo, nuevamente Chara estaba haciendo de las suyas, Papyrus y otros miembros de la guardia cuidaban que la barricada hecha en el ataque anterior no fuese destruida.

-HUMANOS, RETROCEDAN!, EL GRAN PAPYRUS NO TENDRÁ COMPASIÓN SI NO RETROCEDEN!-gritaba Papyrus al tumulto de gente que se empujaba sin saber lo que hacían, solo una sonrisa siniestra era lo que sobresalía de aquellos visores que les cubrían.

-Papyrus aléjate de la entrada!-dijo Sans alarmado que inmediatamente activó su magia.

-Sans! Alto! no es momento para que te hagas el héroe, desactiva tu poder ahora!- se escuchaba en el alto parlante a Gaster, que desde el laboratorio monitoreaba la situación, checando si había otras áreas que requirieran atención.

-Tu padre tiene razón, Sans hay que planear algo para no lastimarles y tampoco que tu hermano o la guadia corra peligro-comentó Toriel algo preocupada, él era como un segundo hijo, además de un gran amigo y no quería verle herido ni mucho menos en peligro de morir por ser tan impulsivo.

No emití palabra alguna, solo miraba como la situación se desarrollaba tan rápido que no sabía si actuar o apoyar al resto y esperar a planear algo.A lo lejos se podía escuchar el crujir de los enormes huesos que cubrían el pueblo, comenzaban a ceder al empuje del otro lado, donde los humanos inconscientes seguían empujando, lastimándose, desangrándose, algo que seguramente Chara debe estar disfrutando desde algún lugar en el vacío.

-No dejaré que Paps se quede hayá solo porque el idiota de mi padre me lo pide!...lo siento Tori...debo ir con mi hermano.

-Sa...-y antes de terminar de emitir su nombre el desapareció de nuestra vista

Corrimos detrás suyo, pero en un parpadeo ya estaba al lado de su hermano, la esclera de su ojo izquierdo se tiñó de negro mientras su pupila brillaba de un azul eléctrico.

-HERMANO! QUE HACES, ES PELIGROSO!

-No tanto como ellos!- después de esas palabras un blaster apareció, dando un disparo de advertencia, tratando lo más posible de no lastimar a los humanos-Chara! Dónde quiera que estés, será mejor que cuides tu acciones...(La próxima vez no será un disparo de advertencia a tu jauría humana)...

Eso último...dejó atónito a Paps, sus ojos se abrieron como platos por el miedo, yo no comprendí lo que dijo pues al parecer habló en un lenguaje que solo ellos entienden. Luego de eso el tumulto de humanos empezó a dispersarse hasta dejar sola la entrada.