Misterioso Amor(PAUSADA)

Capitulo 7: Noche

En la mañana camine tranquilamente hasta la cafetería para tomar un jugo antes de ir a clases. Andrea todavía dormía así que no quise despertarla, a la otra que ponga alarma. Reí.

Al entrar a clases, Fidel ya estaba ahí, así que aproveche para ir a sentarme en frente de él y decirle lo de la fiesta. La fiesta era mañana y realmente quería ir y no podemos poner mucha distancia, aunque dudo que quiera ir.

—Hola—dije sentándome.

No respondió. Vaya que este chico es duro de tratar.

—Fidel...Quería preguntar algo—dije volteándome hacia él.

—¿Qué?—dijo sin dejar de leer el pequeño libro que traía.

—Veras...mañana es la fiesta de Belinda y pues Andrea y yo iremos, pero no podemos tener mucha distancia sino la marca empezara a doler...bueno entonces la fiesta...

—Por dios, Verónica al grano—me dijo irritado.

Demonios estaba muy nerviosa, pareciera como si una chica de 15 años de pidiera permiso a su papa para ir a una fiesta que durara hasta la madrugada...esa misma sensación tenia.

—Bien...¿Puedes ir a la fiesta con nosotras?—pregunte. Mis manos sudaban.

Tenía que decir que si, si no que excusa le diría a Andrea.

—No—dijo. Solo así...enserio que era imposible.

—¿Por qué?

—No me importa ir a ninguna fiesta—dijo dándole vuelta la página de su libro.

—Solo será un rato...aparte iras conmigo y Andrea, por favor, ¿Si?

El cerró su libro y me miro.

—De acuerdo, solo porque no tengo nada que hacer—dijo cruzando los brazos.

Festeje y le agradecí por haber aceptado. A veces tiene su lado agradable y eso es genial.

Sábado en la tarde

Andrea y yo sacamos todo tipo de ropa del closet, no podíamos decidir que ponernos, falda, vestido, pantalón...o más bien yo no sabía.

Andrea opto por un vestido corto en blanco, con tirantes delgados y botas que le llegaban hasta la rodilla en color negro. Le quedaba genial.

Por mi parte decidí ponerme un vestido suelto de color azul y con unas figuritas en color doradas, con mangas y cuello, un pequeños tacones color azules.

—Oye Andrea ira Fidel con nosotras—dije mientras me maquillaba.

—¿Qué? ¿Fidel Morris? ¿Enserio? —pregunto muy sorprendida.

—Si, lo invite a ir con nosotras y acepto.

—Wow, él es lindo aunque un poco discreto.

—Lo sé, pero me agrada.

—¿Te gusta?—Pregunto poniéndose las manos en la cara.

—N-no ¿de qué rayos hablas? Solo me agrada, es todo—refute.

Llame a Fidel para ver si ya estaba en la entrada del campus y me dijo que sí, así nosotras salimos listas del dormitorio y nos dirigimos hacia donde él estaba.

Ahí estaba Fidel parado, contemplando la luna. Vestía unos pantalones negros con una blusa blanca y suéter guindo, tenis color blanco. Se veía genial.

En eso un auto se posó enfrente de nosotros.

—¿Chicos van para la fiesta de Belinda?—pregunto el chico del auto.

Era Javier de la otra clase, era amigo de nosotras desde que entramos a la universidad.

—Genial Javi nos salvaste la vida, íbamos a ir caminando—dijo Andrea subiéndose en la parte trasera del auto.

—Por suerte, yo también iba en camino, veo que Fidel también va. Ven súbete aquí adelante conmigo hermano—dijo Javier y Fidel subió al auto.

Me coloque aun lado de Andrea y nos fuimos. Todo el recorrido Javier y Fidel se la pasaron hablando, parecieran como si fueran amigos, aunque no sé si es así.

La casa de Belinda estaba por reventar, toda la universidad estaba aquí, pues es claro ya que es la chica más popular.

Fidel estaba con Javier y sus amigos, nosotras con Belinda y las demás, estaba un área restringida para nosotras. Desde aquí podía ver a lo lejos a Fidel pasándosela bien, sonriendo y hablando con los demás...quisiera que también fuera así conmigo.

No podía quitar los ojos de el...que demonios está pasándome, pero en eso el volteo y yo inmediatamente desvié la mirada.

Ya eran las 3 a.m. y las chicas todavía no se cansaban de bailar pero yo mejor me fui a sentar un poco. Me deje caer en el sofá y me relaje. Todavía pensaba en todo lo que había pasado...por una parte me arrepentía de a ver salido esa noche, de andar de curiosa...si tan solo todo se hubiera quedado normal. Pensaba todo mientras veía mi mano, aunque la marca no se viera, sabía perfectamente que seguía ahí.

—Insistías en venir y mírate estas toda aburrida—dijo Fidel sentándose al lado mío.

—Solo tengo sueño—mentí.

—¿Te preocupa algo?—pregunto.

¿Cómo sabe?...es verdad Marco dijo que los demonios podían sentir las emociones de los humanos.

—Solo pensaba en todo lo que había pasado.

—Te arrepientes, ¿cierto?

—No—mentí de nuevo.

—Entiendo que estés así, compartir tu vida con demonios...quien lo diría

—Estoy asustada...de alguna forma ciento miedos

—Claro que lo estas, tienes miedo de mí, de que te vaya hacer algo o más bien que vaya a tomar tu alma, porque es lo que hacemos nosotros...pero no lo haré, puedes estar tranquila. Confía en mi—dijo serio.

—Confió en ti...pero no en tu mundo—dije.

—Te protegeré, así que no sigas asustada—dijo levantándose para después irse con los chicos.

Eso me hizo sentir aliviada, pero porque me diría todo eso aquí, creo que sí pudo sentir bien mis emociones. No dudare más...confiare en él.