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El ambiente se sentía pesado, Black Hat la miraba de forma amenazante y ella lo miraba aterrada, sabía que tendría que confesar porque seguramente no dudaría en utilizar otros métodos.

Tomó fuerzas y suspiró -Pues... mi hermano es un villano, bueno era...- respondió la otra, sin atreverse a mirar al ente -Él siempre hablaba de esta organización, Black Hat y de un tal Dr. Flug, él decía que era el mayor genio que había existido y que si algún día quería trabajar con él debía de aprender de Flug y demostrarle que yo también era digna de ser villana, entonces hice algo malo y así llegue ahí.

-Entonces dejaste que tu hermano te influenciara para volverte villana ¿eh?, dime, ¿Te gusto?- preguntó su líder, esperando una respuesta estúpida y sin sentido.

-Le seré muy sincera señor, me gustó tanto que lo volvería a hacer- finalmente se atrevió a mirarlo a los ojos, esos ojos que no demostraban ni impresión ni asombro, solo la miraban como si ya lo supiera.

-Entonces estás aquí para aprender de Flug y luego convertirte en una villana- afirmó el ente, ella negó con la cabeza -que bueno, porque tu no estas ni cerca de ser una villana, a lo mucho serás una asistente pero no creo que llegues a más- dijo fríamente y le señaló la puerta -Ahora vete a cumplir tu única labor, asistente de mi asistente. 

La chica se sintió mal, ella sabía que en ese momento se estaba comportando como una verdadera cobarde sin futuro en un mundo tan obscuro como este, pero no le quedaba más que seguir siendo la asistente del doctor al que tanto admiraba y tenerle un enorme respeto (miedo) a Black Hat para poder sobrevivir.

Salió de la oficina, dejando a Black Hat solo y pensando; si ella realmente se convertía en una villana grande y temida, pero fiel a sus raíces, más que perjudicarlo lo ayudaría y mucho. Que todos los villanos sepan que Black Hat educó a la peor y más cruel villana de todos los tiempos le daría un mayor estatus del que ya tenía. Su organización sería la más reconocida eh importante.

Pero primero debía sacar lo peor de ella.

Al salir de la obscura oficina suspiró agradecida de seguir con vida, en realidad Black Hat la había asustado mucho con su amenaza, sabía que era un ser terrible y despiadado que no le importaría deshacerse de ella si le faltaba un poco al respeto, aunque hubiera sido un simple accidente. O al menos eso era lo que a Black Hat le convenía que pensara de él.

-¡Bu!- de la nada sintió unas garras enterrarse en sus hombros, por el susto y los nervios gritó a todo pulmón -¡Ja! ¡Debiste ver tu cara! fue épica- era Demencia que había tenido éxito en su broma -¿Que te dijo el amargado?- intentó recuperar la compostura después de haberse carcajeado tanto.

-Nada, solo me hizo confesar mis pecados.

-¿Pecados?, osea cuantas moscas has matado en tu vida ¿O algo así?- estaba claro que Demencia no la creía capaz de hacer nada malo, eso la desanimaba bastante.

-No sé, tal ves unas veinte o veinticinco- le siguió el juego, la verdad es que ya se había rendido hace mucho tiempo.

-Puff, es no es nada, yo eh matado como unas 130- dijo orgullosa de si misma, en ese momento ____ creyó que era una broma pero al ver el rostro tan orgulloso de la chica se dio cuenta de que hablaba en serio. Dudó de su cordura y entendió que no llevaba el nombre de Demencia al azar.

-Oye, ¿Sabes donde esta Flug?- intentó cambiar el tema.

-Mmm.. debe de estar en su laboratorio haciendo cosas aburridas de gente aburrida como él, ¿Por?

-Se supone que soy su asistente y debo ayudarlo así que tal vez debería ir.

-¿Y para que quieres ayudarlo? ¿Te gusta o que?- preguntó de forma sospechosa, provocando que la que ahora usaba con orgullo una bata blanca se sonrojara de repente.

-N-no, es solo que es mi trabajo, eso hacen los asistentes, ayudan a sus maestros- intentó escudarse.

-¿Maestro? ¿Tanto lo admiras?- la miró extrañada, pero no se quejaba, hasta cierto punto la comprendía.

-Pues.. si.. de hecho si, lo eh admirado desde hace ya un tiempo- se sonrojó de nuevo.

-Si no te gusta ¿Porque te pones roja?- preguntó increíblemente seria. Era raro verla así.

-Yo me sonrojó por todo- mintió, pero fue suficiente para mantenerla distraída un rato.

Bajaron al laboratorio, ahí estaba 5.0.5 admirando como Flug hacía una extraña pócima para quien sabe que. Pero llegó Demencia y con un pequeño empujón en su hombro hecho a perder todo lo que ya llevaba avanzado -¡Demencia!- le gritó aparentemente enojado -¡Te eh dicho que no hagas eso cuando estoy trabajando! ¿Sabes lo peligrosas que son estas sustancias?- le regañó. 

-Si, si, me lo has dicho como mil veces mami Flug- respondió sarcástica con los brazos cruzados.

____ tomo un trapo que estaba al alcance y rápidamente comenzó a limpiar el liquido que se había derramado en la mesa, el de la bolsa la miró aún molesto por no haber podido terminar su trabajo -¿Y tu que haces?

-Limpiando el desorden- respondió sin siquiera voltear a verlo, se encontraba muy concentrada limpiando la mesa como si ese fuera el trabajo más difícil del mundo.

-¿Porque?- la cuestiono, normalmente él era el que terminaba limpiando siempre, fuera su laboratorio o la sala, él y 5.0.5 terminaban recogiendo el desorden de los demás.

-Porque soy tu asistente- aseguró, esas palabras llegaron muy profundo al complicado cerebro del doctor.

 Y mientras ella se encargaba de la mesa y 5.0.5 del piso, Demencia y Flug solamente los miraban, una con una sonrisa triunfal y el otro con una notable angustia.   

Cuando termino la mesa quedó casi reluciente al igual que el suelo, Flug miro a ____ y se acercó a ella para susurrarle un simple "gracias", ella le sonrió amablemente. Demencia se aburrió y se fue a buscar a su amado Black Hat, 5.0.5 decidió ir a seguir sacudiendo el polvo de los cuadros y demás muebles, dejando solos al doctor y su asistente.

-Black Hat me pidió esta pócima para hoy en la noche, ya casi estaba terminada, solo le faltaban unas cuantas gotas de cafeína y ya estaba...- se lamentó el científico al ver el matraz vacío.

-Puedo ayudarte a volverla a hacer- se ofreció -Aún tenemos tiempo.

-No... el jefe me contó...- miró al suelo, como si no quisiera verla a los ojos. Ella estaba aterrada, sabía lo que le había contado y temía que Flug ya no la aceptara después de conocer su pasado.

-E-eso fue hace tiempo, y-yo me dí por vencida después de que me encerraron- le explicó, pero Flug no parecía reaccionar diferente.

-Lo sé, y eso también lo sabe él... por eso me pidió hacer la pócima- hizo una pausa y finalmente la miró -Esa pócima era para ti, se supone que enloquecerías al beberla y te harías como él, una cruel y despiadada villana. 

Ella se sorprendió al escuchar eso, ¿Acaso el gran Black Hat había cambiado de opinión y ahora quería educarla a su manera? ¿Después de haberla humillado de esa forma?. Eso no estaba bien.

Nada en ella estaba bien.

Por un lado quería beber la pócima y sentirse insuperable, como le había prometido a su hermano, se convertiría en lo que siempre quiso ser y tal vez podría hasta conquistar la ciudad, pero por otro lado no quería dejar solo a Flug, él tenía algo que hizo que con solo dos días de estar ahí se encariñara rápidamente, además, su nuevo sueño era ser su asistente.

Pero Black Hat no entendería eso. 

-¿Que pasaría si bebiera la pócima?- preguntó.

Flug alzó lo hombros -Enloquecerías, no serías la misma, y tal vez hasta me odiarías, serías como una pequeña Black Hat- eso no sonaba bien de ninguna manera.

-No quiero ser así...- susurró.

-Yo tampoco quiero que lo seas.


















¿Maestro? (Dr. Flug x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora