(1) Barton; Peter Parker, The Avengers.

0.5

Si había una cosa que todas las chicas del orfanato tenían en común era aquel odio profundo por el día de limpieza. Un sábado de cada dos, pasaban su  ya de por si "apasionante" día haciendo las tareas del hogar que no tenían.

Bethany quito las sábanas y sacudió el viejo colchón dándole un par de golpes no demasiado delicados. Barrió  su zona y la de Emily y limpió  la mesilla de vieja madera. Colocó mejor las pocas pertenencias de su baúl y puso torpemente las sábanas limpias.

Cuando se sintió satisfecha con su trabajo, se dejó caer sobre la cama provocando una pequeña risa en la chica de pelo negro y corto que dormía en la cama de al lado.

- ¡Bethany! ¡Levantate ahora mismo!-gritó Jocelyne.- Esas no son maneras para una señorita.

- Ya voy, Jocelyne.-contestó ella rodando los ojos y poniéndose de nuevo en pie de mala gana.

Vio como una de las niñas más pequeñas subía  las escaleras cargada con un gran cesto. Eso sólo  significaba una cosa, ropa nueva o alguna otra insignificante cosa nueva que pudiera hacer sonreír a las jóvenes por primera vez en mucho tiempo.

Pero aquella vez no era ropa, ni alguna barata pulsera, ni una bolsa de chucherías   donada por alguna señora mayor. Fruncio en ceño al ver como aquella rubia y delgada niña dejaba a los pies de su cama una libreta gorda de páginas blancas, un bolígrafo de alta calidad y una pequeña nota.

- Chicas, esto ha sido donado por una persona muy especial. El mismísimo Anthony Stark.-dijo su cuidadora con un aire risueño.

Las jóvenes se sorprendieron, quien diría que el multimillonario más famoso del país, por no decir del mundo, sabía que ellas existían. Que Iron Man sabía que existían.

¿Acaso era aquello posible? Cogió con sus pálidas manos el libro y disfrutó del olor a nuevo cuando ojeo las blancas páginas. Cogió el bolígrafo, y trazó rápidamente una letra P para ver el color.

Y obviamente, aquella P se debía a Peter. Por último ojeo la nota, pero vio que en su sobre había una minúscula marca en la parte superior izquierda. Abrió el sobre, encontrandose con dos papeles.

La nota impresa que habían recibido todas las chicas y otra escita a mano con una caligrafía varonil y perfeccionada. Siguiendo sus instintos, la guardó descuidadamente entre su ropa.

- Ahora,a comer.-dijo Jocelyne quitando aquella sonrisa amorosa y volviendo a su expresión neutra.

Dejó las cosas sobre su mesilla, ganando  tiempo para pensar  en alguna forma para escaparse y leer aquella nota. Cuando por fin tuvo un plan, avanzó a pasos rápidos hacia Emily.

- Cubreme, me voy a escapar.-le dijo cuando llamó su atención con un toque en el hombro.

-¿Estás loca, Bethany? Las excusas se me acaban, ¿dónde  vas ahora?

- Voy a comer con Peter.-mintió.-Su tía ya está en casa y...

- Sí , vale.-dijo malhumorada la rubia.-Si te pillan esta vez, gritare a los cuatro vientos que te has ido con un grupo de moteros de noche loca.

Se sonrieron ligeramente antes de que la mas delgada de las dos se fuera a paso rápido por el pasillo. Bethany cogió su mochila del Instituto y sacó todos los libros.
Metió los regalos que el señor Stark les había proporcionado a todas y la cargo a su espalda.

Se ató a la cintura   la chaqueta de Peter,aún impregnada de aquel aroma que Bethany tanto amaba, y salió por la ventana siguiendo el mismo recorrido de cada noche al encontrarse con él.

Avanzó por las calles disfrutando del paseo y de los sonidos típicos de la cuidad en un día de diario. Siguió el itinerario marcado en su cabeza hasta Central Park.