24- Casa.

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Me oculté detrás de Eddie cuando llegamos. Por más que lo había intentado, Gabriel no podía venir conmigo, debía ver a un médico.
No llegó a golpear la puerta antes de que esta de abriera. Connor quiso tomarme, pero me escabullí dentro, lejos de él. Se veía desastroso con los ojos hinchados y el rostro de quien acaba de vivir el peor momento de su vida.
-Ele.-murmuró y me oculté ahora tras el cuerpo de Trevor.
-Tranquila.-dijo este, abrazándome.-Dejame verte. -besó mi frente e hizo una mueca.
-¿Qué...?-preguntó John y apartó un poco el sweter, dejando a la vista mi hombro, que ya ha la tomado color. -¿Cómo te hiciste esto?
- Yo no fui.-musité y las miradas se centraron en Connor mientras Trevor se ponía delante de mí.
-Ele.-lloró mi hermano, pero Eddie Lo detuvo.
-No. Elena está enferma y necesita reposar. Sólo necesita reposar y vos no podes cuidarla.
-Puedo cuidarla.-lloró él y me aferré a la remera de Trevor. Este volteó.-Puedo cuidarla. Soy su hermano.
-Hey. Tranquila. Estamos acá.-dijo con dulzura.-Voy a acompañarte a tu cuarto para que duermas.
-Ele.-volvió a llorar mi hermano, pero lo ignoré y subí a mi cuarto. Ya no quería escuchar nada más.
Cuando desperté, Gabriel estaba conmigo y John también. Tomé la mano del primero y él me besó con suavidad antes de descansar su frente en la mía.
- No voy a dejar que te levantes hasta que estés curada. -aseguró y asentí.-Peleame, Ele. Hacé algo. Ni siquiera se asoma tu sonrisa y esto ya me asusta.
-Él lo escondió. Esperé que lo dijera. Llevaban ya cuatro meses juntos cuando me enteré. El tiempo pasó y él nunca lo dijo, pero ya no me amaba. Él quería su propia familia, yo no podía formar parte de eso, porque yo maté a papá. Él lo dijo.
-Eso es mentira.-murmuró y besó mi frente.-Vos no hiciste nada malo y tu hermano te ama con todo su ser.
- Connor me lastimó.-murmuré.-Él no me dejaba hacer muchas cosas por miedo a que me lastime, pero está vez fue él.
-No quiso hacerlo.-dijo John.-Él... Ele, tu hermano está encerrado en su cuarto porque no lo dejamos entrar. Está llorando desde que está con nosotros.
-Sus sueños se frustraron.
-Te lastimó, Elena. Quieras o no, él lo lamenta y está destruído por eso.
-No quiero verlo.-dije, repasando la gasa de Gabriel con cuidado.
-Vos tampoco le contaste esto.-atacó John.-De ustedes dos. No se lo dijiste.
-Nos pusimos de novios hace dos semanas.-dijo Gabriel.
-Pero se aman desde antes.
-Eso no me impidió amar a Connor. Siempre voy a amar a Connor.
-Amor, necesitas verlo. Necesitas hablar con él.-negué asustada y él asintió.-No va a lastimarte. No voy a permitirlo. Lo prometo.
-Gabriel...
Pero era tarde, Connor ya estaba en la puerta y ellos salían del cuarto. Mi hermano de acercó a mí y quiso tomar mi mano, pero la retiré.
-Ele.-murmuró, pero no respondí.-Ele. Contestame, por favor. Te amo. Te amo mucho, bebita y yo... Lo lamento tanto. No quería... Ele.-comenzó a llorar y no pude aguantar hacer lo mismo. Volteé a mirarlo y él recorrió mi hombro con suavidad.-Mi muñequita.-deslizó la mano por mi brazo y se sentó en la cama, para después acostarse.-No quería lastimarte. Nunca quise lastimarte. -secó mis lágrimas con cuidado, como si todo mi cuerpo estuviese lastimado.-Ele...
-Te amo.-musité y él cerró sus brazos en torno a mí.
-Yo te amo todavía más.-aseguró él y besó mi frente.-Te amo mucho más.
-¿Por qué no me lo dijiste?-pregunté.
-Tenía miedo. Pero de verdad la amo.
-Entonces, ¿qué haces acá?
-Su familia no me quiere cerca, Ele. Ella es muy apegada. Además no quiero estar en ningún otro lugar ahora.
-Eso es mentira. Queres estar en millones de situaciones diferentes a esta.
-No, Ele. Quiero estar con vos. Quiero quedarme con vos.
-No quiero sacarte la posibilidad de ser feliz.-dije y mordí el interior de mi mejilla porque, en el fondo, sabía que sí.
-Vos no hiciste nada malo. Fui yo el que enloqueció.-acarició otra vez mis moratones y besó mi frente.-¿Me perdonas?-asentí.-Wow.-rió y me abrazó con fuerza.-Tengo a la mejor hermanita menor de todas.-comenzó a hacerme cosquillas y reí antes de notar a los demás en la puerta.-Quiero que te cures, ¿si? Tenes que estar bien. Es hora de volver a la escuela.
-No voy a ir.-dije y él rió.
-Si vas a ir. Yo voy a llevarte.
-¿Por qué tanta crueldad?-pregunté volviendo a sentirme muy cansada y él bajó la mano por mi cabello una y otra vez.
-Dormí, Ele. Voy a estar cuando te despiertes y voy a volver a ser Connor. Todo va a estar bien mientras estemos juntos.
-No sé si mi Connor todavía existe.

Encarcelada por amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora