Cara a cara

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Bastaron solo unos segundos de mirar esos orbes verdes para que Craig se diera cuenta de que el rubio hablaba en serio con eso de matarlo, su mirada estaba llena de ira y dolor, Craig había ya antes conocido a varias personas con ese tipo de mirada y por eso sabía que el chico no estaba jugando, además la sangre escurriendo de su pierna izquierda le recordaba que ya no tenía escapatoria, moriría en ese mismo lugar y lo más gracioso –para él- es que sería por un crimen que no cometió

-¿¡ugh...de que te ríes maldito!?-pregunto Tweek después de ver la tenue sonrisa que esbozaba el pelinegro a unos metros frente a él, mientras no dejaba de apuntarle con su arma

-es gracioso pensarlo –contesto con su voz tan hueca como siempre, pero con una sonrisa de medio lado en el rostro- pero moriré siendo inocente-

-no te burles de mi- amenazo Tweek- las bestias como tú no tienen nada de inocencia-

-¿bestia? Wow...me habían llamado de muchas formas pero no de esa-

-¡gha! es lo que eres, no tienes escrúpulos ni remordimientos, no te importo matar a cientos de inocentes...eres de lo peor, personas como tú nunca debieron haber nacido-

"nunca debieron haber nacido"

Esas palabras calaron hondo en el pelinegro, trayendo consigo recuerdos de un pasado al que a pesar del tiempo sabía que no podía escapar, se sintió frustrado, y por un momento pensó que tal vez el chico frente a él era una salida, tal vez cuando le llenara el cuerpo de plomo y le arrebatara la existencia podría deshacerse de todos esos sentimientos negativos que le habían estado atormentando por años, talvez morir no era tan malo, talvez por fin muerto podría volver a ver la sonrisa de su madre y ser refugiado por esos brazos que con tanto amor lo habían protegido...

-¡si vas a disparar hazlo ya! –Grito el pelinegro para sorpresa de Tweek- ¿quieres tu venganza, no? Por eso viniste hasta acá, ¡bueno hazlo ya! Y que no te tiemble la mano como hasta ahora, no seas marica y cumple tu promesa a quien sea que se la hayas hecho, jala el gatillo ¡HAZLO!-

Tweek trago saliva en seco y detuvo el temblor de su mano alrededor del revólver, encañonando al otro chico que se encontraba frente él, su corazón latía apresuradamente y el sudor bajaba de forma fría por su espalda; había disparado cientos de veces a latas y animales a forma de juego o por cacería, pero ahora, al tener a otro hombre herido y arrodillado frente a él la sensación era distinta, sobre todo al ver sus ojos, los cuales a pesar de verse fríos seguían estando vivos, Tweek decidió armarse de valor y llevo su dedo hasta el gatillo, apuntando directamente hasta la frente de Craig Tucker, conteniendo la respiración mientras se disponía a tomar la vida de ese bandido...

***ALGUNAS HORAS ANTES***

-ugh ¿acaso nunca despertaran?- pregunto Tweek con desesperación

-ayer estuvieron bebiendo –le contesto Bebe después de comer un trozo de carne seca- posiblemente tengan resaca-

Ambos rubios se encontraban escondidos tras un gran arbusto de matorrales secos sobre una colina, la cual les daba una muy buena vista hacia la entrada de la cueva donde Tucker y sus compinches se ocultaban, habían pasado la noche en ese lugar y no habían descansado del todo bien, pero eso no les importaba pues estaban más concentrados en su venganza que en su bienestar

-repasemos el plan –dijo Bebe en un intento por calmar la ansiedad de Tweek con una plática- Tucker se encuentra con al menos otras cuatro personas, debemos esperar a que se quede solo o con pocas personas y baje la guardia, nos mantendremos siguiéndole en silencio y cuando el momento llegue tú te enfrentaras a él mientras yo te cubro-

The arrow killed the beastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora